Luke Howard y la clasificación de nubes

Luke Howard y su pasión por la meteorología

En un anterior artículo vimos los diferentes tipos de nubes que podemos encontrarnos en nuestro cielo. La meteorología es una ciencia que lleva estudiándose durante muchos siglos. Por ello, hoy viajamos al pasado para conocer al científico que le puso nombre por primera vez a las nubes. Se trata de Luke Howard. Londinense de nacimiento, farmacéutico de profesión y meteorólogo de vocación, fue el hombre que se obsesionó por las nubes desde su infancia.

Aquí podrás conocer toda la biografía de Luke Howard y cómo llegó a ponerle los nombres a las nubes y a identificarlas. ¿Quieres saber más sobre la historia de la meteorología y las nubes?

Historia de Luke Howard

Grabado que representa la clasificación de nubes hecha por Luke Howard

Desde niño, Luke se pasaba en la escuela muchas horas al día mirando por la ventana a las nubes. Su pasión era el cielo y la meteorología. Nació el año 1772  y, como casi todo el mundo en aquella época, no entendía cómo se formaban las nubes. Que las nubes floten en el cielo ha sido siempre un misterio digno de resolver por la humanidad. Objetos esponjosos que crecen y se tornan de color gris hasta que llueve. Muchas personas tenían interés por las nubes, pero nadie como Luke Howard.

Y es que desde pequeño disfrutaba observando sus movimientos y decidió que las nubes deberían tener nombre dependiendo de su forma. El mismo aceptó que no prestaba mucha atención en clase. Sin embargo, por suerte para el futuro de la meteorología, este hombre aprendió bastante el latín.

En comparación con otras ciencias, la meteorología se ha desarrollado más tarde. Esto se debe a que el conocimiento y la tecnología necesaria para evaluar y seguir el clima y la meteorología es más complejo. Ha sido más tarde cuando la meteorología ha surgido como ciencia y gracias a ella tenemos mucho conocimiento sobre la dinámica del planeta.

Nadie puede coger un trozo de nube y analizarlo en un laboratorio o tomar muestras de arcoíris. Por ello, entender las nubes requería un enfoque diferente que Luke Howard supo darle a esta ciencia.

Tipos básicos de nubes en el cielo

Nubes descritas por Luke Howard

Su visión sobre las nubes elaborada tras años de observación continuada del cielo enfocó en varias formas. Aunque las nubes podían tomar muchas formas a nivel individual, al final se correspondían con un patrón. Se puede decir que pertenecen a una base de figuras que tienen en común las nubes.

Todas las nubes presentes pertenecían a las tres familias principales que Luke Howard identificó.

La primera es la nube de tipo cirrus. El cirrus significaba del latín fibra o cabello. Hacía referencia a las nubes altas formadas por cristales de hielo que se forman en la atmósfera. Su forma corresponde al nombre que se le puso.

Por otro lado, nos encontramos con las nubes de tipo cumulus. En latín significa montón o pila y hace referencia a su forma.

Por último, quedaba la familia de los stratus. Significaba capa o lámina.

Para Howard las nubes estaban en constante cambio. No sólo de forma si no también bajaban y subían en altura, se fusionaban unas con otras y se esparcían por la atmósfera. Las nubes están en continuo movimiento y es muy raro que tengan la misma forma y altura muchos minutos seguidos.

Cualquier tipo de clasificación de nubes debía tener en cuenta este aspecto. Por ello, para profundizar sobre las tres familias de nubes, se añadieron los tipos intermedios y compuestos. Esto se hizo para incluir las transiciones normales entre una familia y otra y tener más precisión en la predicción meteorológica.

Tipos de nubes identificadas por Luke Howard

Dibujo de Luke Howard

Howard logró identificar siete tipos de nubes junto con el cumulonimbus. Es también conocida como la potente nube de tormenta. De esto viene la expresión «estar en el séptimo cielo». Un cirrus alto que va descendiendo y se extiende se le llama cirroestrato. Quiere decir que tiene características de ambas nubes y es una transición entre una y otra. Además, la formación de esta nube nos puede otorgar información sobre las condiciones meteorológicas que han tenido lugar para que se forme dicha nube.

Por otro lado, nos encontramos también con un grupo de nubes cumulus que se van uniendo y se propagan juntos. A este tipo de nube les llamó estratocúmulos. Esta nube se da en otras condiciones atmosféricas diferentes y puede dar información sobre las variables meteorológicas con solo mirarlas.

La clasificación que realizó Howard tuvo un impacto a nivel internacional inmediato. Una vez se nombraron las nubes y se clasificaron, la comprensión de las nubes se volvió más fácil y clara. Además, muchos otros procesos atmosféricos se pudieron percibir gracias a los tipos de nubes.

Y es que para Luke Howard las nubes describen un perfecto diario en el cielo que nos permite entender los patrones que sigue la circulación atmosférica. Hoy día se sigue empleando el tipo de nube para la predicción meteorológica.

Desde entonces surgió la nefología. Es la ciencia que estudia las nubes y sigue siendo un gran pasatiempo para aquellas personas observadoras del cielo.

Las nubes en la actualidad

Tipos de nubes

Desde que la tecnología y la ciencia han avanzado, miramos más la aplicación del smartphone para conocer la meteorología que al cielo. Ahora olvidamos de que nuestro cielo nos puede dar mucha información sobre si tenemos que coge el paraguas o las gafas de sol.

No obstante, nuestros abuelos no sabían que la forma de las nubes tenían algo de valor predictivo. Sin embargo, utilizaban su propia nomenclatura diferente del latín. Seguramente habrás oído hablar del dicho «Cielo de lanas. Si no llueve hoy, lloverá mañana». Este dicho hace referencia al cielo formado por las nubes de tipo cirrocúmulos. Estas nubes en el cielo se asemejan al tejido de las ovejas e indican que el tiempo va a cambiar en unas doce hora. Por ello, se dice que si no llueve el mismo día que se presentan esas nubes, tardará un día más en llover.

No debemos olvidar que la dinámica atmosférica está en continuo cambio y que la predicción del tiempo a partir de las nubes no es siempre fiable.


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