Las sequías son cada vez más frecuentes y más intensas a causa del cambio climático. España es un país muy vulnerable ante los efectos del mismo. La gestión del agua se hace imperativa y de vital importancia de cara al futuro y al verano que tenemos que afrontar con las altas temperaturas y las olas de calor.
El déficit de lluvias que llevamos arrastrando en todo el territorio español desde los últimos años y después de la primavera más cálida en medio siglo, provoca que comencemos el verano con los embalses a un 53% de su capacidad total. Esto corresponde a casi un 20% por debajo de lo que teníamos por estas fechas en el año 2007. ¿Qué podemos hacer ante esto?
Sequías y embalses agotándose
Según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación, Pesca y Medio Ambiente (Mapama), en esta última semana de junio, la reserva hidráulica es de 29.928 hectómetros cúbicos, un 53,5 %, porcentaje muy alejado de la media del decenio, que fue del 71,4 %, y del año pasado, 71,7 %, y que sitúan 2017 a casi veinte puntos porcentuales por debajo de la media.
En tan solo una semana desde que comenzó el verano, las reservas hídricas de los pantanos han disminuido en 750 hectómetros cúbicos (esto corresponde a un 1,3% de la capacidad total de los embalses). El río Ebro es el que más pérdida ha sufrido con un descenso de 153 hectómetros cúbicos.
Pese a estos datos, el Mapama afirma que el ritmo en el que disminuyen los recursos hídricos no es tan alto para esta época del año. Esto se debe a que ha habido algunas lluvias durante estas últimas semanas y que, sobre todo, se ha contenido el consumo de agua en muchos lugares, e incluso se han restringido en determinados embalses por la situación en la que nos encontramos.
Es una cifra baja si se tiene en cuenta que la máxima ocupación de los embalses españoles tiene lugar alrededor de estas fechas, una vez concluido el deshielo.
Estado actual de los embalses en España
En general, el estado de los embalses en España ha sido objeto de seguimiento exhaustivo, especialmente en los últimos años, donde la escasez de lluvias ha sido un problema recurrente. Actualmente, se cuenta con 374 embalses que tienen una capacidad de almacenamiento de más de 56.000 hectómetros cúbicos. Esta capacidad permite gestionar grandes volúmenes de agua, fundamental para el consumo humano, la agricultura y la producción energética.
- Los embalses actuales muestran un porcentaje de ocupación que varía considerablemente según la región, con un 54,7% de su capacidad total ocupada.
- Las cuencas que menos agua almacenan incluyen el Segura y la Cuenca Mediterránea Andaluza.
- Las reservas en cuencas como la del Ebro y el Duero se mantienen por encima de su media histórica, lo que indica una situación menos crítica en esas áreas. Más información sobre el Estado de los embalses en España 2023 puede encontrarse en nuestra web.
- Las proyecciones indican que el estado de los embalses podría mejorar gracias a las precipitaciones pronosticadas para las próximas semanas.
Variación en las reservas hídricas
Recientemente, las abundantes lluvias han jugado un papel crucial en la recuperación de los niveles de agua en los embalses. Por ejemplo, en la última semana, se ha registrado un aumento de 2.751 hectómetros cúbicos, lo que ha llevado la reserva total de agua en embalses peninsulares a un 65,8%, un nivel significativamente superior al del año anterior (56,8%) y a la media de almacenamiento de la última década (59,2%).
Las cuencas que han mostrado mayor mejora incluyen:
– La del Tajo, donde la reserva ha aumentado en 83 hm³ para uso consuntivo, y un total de 835 hm³ incluyendo usos hidroeléctricos.
– El Guadiana, con un ascenso de 523 hm³, mostrando una recuperación notable.
– El Guadalquivir, que ha añadido 571 hm³ en la última semana, lo que ha mejorado su estado de embalses significativamente.
Esto indica que aunque algunas regiones todavía enfrentan limitaciones, hay señales positivas de mejora en la disponibilidad de agua. Además, es crucial seguir de cerca el impacto de las sequías en el agua embalsada.
Factores que afectan la disponibilidad de agua
La disponibilidad de agua en embalses no solo se ve afectada por las precipitaciones, sino también por factores como:
- Evapotranspiración: Las altas temperaturas favorecen la evaporación del agua, reduciendo así la cantidad disponible.
- Demanda de recursos hídricos: Esto incluye el uso para riego agrícola, consumo urbano e industrial, lo que puede ejercer presión sobre los embalses.
- Gestión del agua: La planificación y control de los recursos hídricos es esencial para asegurar su disponibilidad a lo largo del año.
Impacto en las regiones afectadas
Las sequías han tenido un impacto profundo en varias regiones de España. Por ejemplo:
– En Andalucía, las restricciones de riego se han vuelto comunes debido a la disminución de las reservas de agua.
– En Cataluña, las últimas lluvias han permitido aumentar las reservas de agua embalsada a un 45,2%, lo que es un alivio tras la dura sequía de los meses anteriores. Para más sobre la situación de los embalses puedes consultar la situación actual en Andalucía.
– En el noroeste de España, especialmente en las cuencas de ríos como el Ebro y el Duero, la situación es más favorable, destacando un aumento de reservas por encima de la media histórica.
La importancia de la gestión del agua
La gestión del agua se ha vuelto crítica en la actual situación climática. La implementación de políticas que regulen el uso y preservación de los recursos hídricos es esencial. Algunas de las estrategias que se están considerando o implementando incluyen:
- Reutilización de aguas residuales: Esta práctica permite maximizar el uso del agua, reduciendo la presión sobre los embalses.
- Construcción de infraestructuras de almacenamiento: Nuevas presas y embalses son necesarios para asegurar una gestión eficiente del recurso hídrico. Para más detalles sobre las iniciativas en España, revisa nuestra sección sobre embalses.
- Educación sobre consumo responsable: Fomentar hábitos de consumo de agua sostenibles entre la población puede ayudar a conservar este recurso vital.
El futuro de los embalses en España depende de la capacidad de adaptación frente a los efectos del cambio climático. La colaboración entre el gobierno, las comunidades y el sector privado es fundamental para asegurar el acceso a este recurso vital.
Informes recientes resaltan que la situación de los embalses es dinámica y requiere atención constante. Con las lluvias de primavera, puede haber un respiro, pero la necesidad de un enfoque proactivo para la gestión del agua es imperativa para enfrentar futuros desafíos climáticos.