El Servicio Geológico de Estado Unidos (USGS) acaba de publicar un mapa que muestra las deformaciones experimentadas sobre el terreno. La deformación ha ocurrido tras la presión causada por los temblores subterráneos de los últimos 2 años. Los alrededores de esta caldera volcánica, que es realmente este volcán, ha experimentado 1500 temblores de diferentes magnitudes sólo en los dos últimos meses.
La razón de que sea una caldera, y no propiamente una sola montaña, es la representación de la magnitud de su potencia. Un supervolcán, es tan fuerte, que toda la propia montaña se deshace y se derrumba sobre si misma. A su vez formando, un punto de erupción, muchísimo más amplio de lo que es común.
Datos técnicos acerca de los seísmos de Yellowstone
Desde que comenzó el conjunto de seísmos el pasado 12 de junio, se han registrado más de 1500 temblores. Los temblores en Yellowstone se han registrado desde la misma superficie hasta 14’5 km de profundidad. El de mayor magnitud registrado, fue de 4’4 en la escala Richter.
El gran riesgo de Yellowstone proviene sobretodo de las consecuencias que podría tener su erupción. Las consecuencias que podría tener una erupción de un supervolcán, equivaldría a aproximadamente, a la erupción de 100 volcanes normales. Se ha estudiado además, que las consecuencias que éstas erupciones han tenido a lo largo de los registros paleontológicos, pueden llegar a modificar incluso el clima. Aunque todos los supervolcanes están siendo monitoreados, es verdad que los científicos no saben exactamente predecir cuándo podrían despertar. Recientemente otro supervolcán que está mostrando signos de mayor actividad es el de Campi Flegrei, Italia, cuya monitorización está siendo más supervisada.
La erupción de ambos volcanes tendría consecuencias para los millones de personas que vivan a su alrededor. A pesar de ello, por ahora hay que destacar que es improbable que se produzca una erupción. Pues en muchas ocasiones aunque van precedidas de actividad, no siempre la actividad acompaña a una erupción.