Imagen – NASA
Como veníamos comentando hace poco en el blog, el deshielo está dejando sin hielo al continente antártico. En los últimos dos días se ha formado el que ya comenzaron a llamar el iceberg más grande del mundo: la plataforma Larsen C.
Con un peso de un billón de toneladas, todos los ojos estaban puestos en él desde hacía tiempo. Y es que, ¿qué pasará ahora? Por lo pronto, la Antártida ya no se verá igual; no en vano, ha perdido más del 12% de su superficie de hielo.
El gigantesco iceberg, si bien ya llevaba tiempo flotando, no tendrá un impacto directo sobre el nivel del mar; ahora bien, los científicos están preocupados ya que han descubierto que la cobertura de hielo de la Antártida es mucho menos estable que antes de que se originara la grieta, lo que significa que podrían formarse nuevos icebergs a corto o a medio plazo.
La brecha de Larsen C llevaba tiempo siendo estudiada, desde que en el 1995 colapsó la plataforma Larsen A, y en el 2002 Larsen B. Durante este año, 2017, desde enero hasta junio la longitud de la grieta de Larsen C aumentó en más de 200km. Se quedó unido al continente por un hilo de hielo de 4,5km de ancho, hasta que finalmente, entre el 10 y el 12 de julio, se resquebrajó totalmente.
Imagen – Businessinsider.com
No se sabe qué ocurrirá a partir de ahora; lo más probable es que el iceberg se rompa en múltiples fragmentos que, eventualmente, podrían tener un impacto sobre el nivel del mar. Aún así, lo más preocupante es que si la temperatura media global continúa aumentando, la Antártida podría quedarse sin hielo.
Este triste descubrimiento se lo debemos al satélite Sentinel-1 de la Agencia Espacial Europea, que fue el que se utilizó para monitorear el desarrollo de la fisura de Larsen C en el último año, y al satélite Aqua MODIS y al instrumento Suomi VIRS, ambos de la NASA.
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