Hasta ahora hemos tratado las nubes cuyas dimensiones se extendían principalmente en extensión horizontal pero en esta ocasión abordamos las nubes de desarrollo vertical y vamos a comenzar por uno de los dos generos que se pueden catalogar así, hablamos de los Cumulus.
Los Cumulus se tratan de nubes asiladas, en general densas y con contornos bien definidos, que se desarrollan verticalmente en forma de protuberancias, cúpulas o torres, y cuyas partes superiores convexas se parecen con frecuencia a una coliflor. Las partes de estas nubes iluminadas por el Sol son blancas brillantes; su base es oscura y horizontal. A veces, aparecen desgarrados por el viento.
Están formados principalmente por gotitas de agua o por cristales de hielo en aquellas partes de la nube que por su altitud esté a temperaturas por debajo de 0º C. Pueden contener gotas de agua sobreenfriada. Se desarrollan cuando se producen corrientes convectivas originadas por el desigual calentamiento del aire sobre la superficie terrestre. Este aire al ascender se condensa en forma de nube y crecerá en función del grado de inestabilidad del aire existente en ese momento.
Los Cumulus de buen tiempo crecen en verano desde el mediodía hasta la puesta de Sol, cuando se disipan. Si existe un cierto grado de inestabilidad pueden progresar a Cumulus Congestus y en su caso llegar a convertirse en Cumulonimbus, con chubascos y tormentas. No hay que confundirlos con los Stratocumulus, ni con los Cumulonimbus.
Contrastan perfectamente con el azul del cielo debido a su gran densidad que los hace aparecer blancos y brillantes. Por la misma razón las bases aparecerán oscuras o negras. Se debe utilizar el filtro Polarizador para un máximo contraste entre nube y cielo además de ajustar enfoque a las protuberancias.
Se disntinguen cuatro especies (Cumulus humilis, Cumulus mediocris, Cumulus congestus y Cumulus fractus) y una variedad (Cumulus radiatus).
Fuente – AEMET
Más información – Los Stratus, Los Stratocumulus
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