Ya ha comenzado la primavera del año 2017 y se tienen pronósticos sobre las temperaturas y el tiempo que habrá y que nos espera. Aunque el arranque de la misma está siendo bastante frío, se estima que será la primavera más cálida de lo normal.
Según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), existe una borrasca sobre la península que va a provocar el desplome de las temperaturas y la aparición de precipitaciones de lluvia y nieve en numerosas provincias. Sin embargo, se han analizado las temperaturas y el balance hídrico para la predicción de la primavera con respecto al pasado invierno y se prevé una primavera bastante cálida.
Borrasca sobre la península
Según los datos de la Aemet, con la borrasca que se encuentra sobre la península la cota de nieve se situará en 300/400 metros en el noroeste. El jueves será el peor día ya que el frente se encontrará más activo. Este frente provoca el descenso de las temperaturas máxima y parecerá que ha vuelto el invierno.
Además, a este descenso acusado de las temperaturas tenemos que sumarle la entrada de vientos de componente oeste que soplarán con intervalos fuertes en toda la Cordillera Cantábrica y en los litorales gallego y cantábrico.
A partir del sábado las temperaturas volverán a recuperarse lentamente aunque lo hará de forma desigual en toda la península.
Invierno más cálido de lo normal
Estamos acostumbrándonos a oír que cada vez los inviernos son más cálidos. Y es que esto se está acentuando cada vez más por los efectos del cambio climático. Nos referimos al invierno de 2016-2017. Ha sido generalmente cálido con una temperatura media de 8,5 grados. Esta media está 0,6 grados por encima de la media normal para esta estación, lo que le convierte en el decimotercer invierno más cálido desde 1965 y el cuarto en lo que va de siglo.
Diciembre tuvo un carácter más cálido situando sus temperaturas medias en 0,6 grados por encima de lo normal. Enero si resultó ser más frío, llegando a tener temperaturas medias de 0,5 grados inferiores a lo normal. Por último, febrero ha sido uno de los más calurosos, llegando a tener temperaturas medias por encima de los 1,6 grados de lo normal.
Entre los episodios más destacados del invierno nos encontramos con la irrupción de una masa de aire muy frío de origen continental el día 18 de enero, que se prolongó hasta el 26 afectando a la península y a las Baleares.
En cuanto a las temperaturas más bajas encontradas en el invierno nos encontramos con medidas de las estaciones correspondientes al Puerto de Navacerrada (Madrid), con 13 grados bajo cero el 18 de enero; a Molina de Aragón, 13,4 grados bajo cero ese mismo día; y a Salamanca Aeropuerto, 10,9 grados bajo cero el día 19 también de enero.
Por otro lado, analizando las temperaturas más altas encontradas en el invierno, nos encontramos con las más cálidas en Canarias, tanto a comienzos de diciembre como a mediados de febrero, destacando los 28,6 grados medidos en Tenerife Sur el 17 de febrero; 28,3 grados en Fuerteventura Aeropuerto el 2 de diciembre; y 27,6 grados en el aeropuerto de Gran Canaria el 3 de diciembre.
Precipitaciones en invierno
Volvemos a tener un invierno bastante seco en cuanto a las precipitaciones ya que la media se encuentra en 160 litros por metro cuadrado, estando en un 20% por debajo del valor medio. Durante los meses de diciembre y enero llovió mucho menos que en el último mes de febrero.
Mientras que diciembre estuvo con precipitaciones en torno al 42% debajo de lo normal y enero con un 36% también por debajo, febrero fue bastante húmedo llegando a conseguir precipitaciones con un 36% por encima de la media.
En cuanto al año hidrológico, que comenzó el 1 de octubre, se tiene en cuenta que, a día 14 de marzo, los valores de precipitación acumulada están en un 5% por debajo de los valores normales. El cambio climático está haciendo disminuir las precipitaciones y haciendo aumentar las temperaturas del planeta y España es muy vulnerable.