La Ley de Cambio Climático debe ser equitativa para que todos los países puedan aportar su grano de arena y reducir los efectos del mismo. Para dicho objetivo, la futura ley que elaborará sobre el cambio climático contemplará una transición justa para todos los sectores.
¿En qué se basa esta «transición justa«?
Futura Ley de Cambio Climático
La transición energética se basa en la reducción de las energías fósiles como el petróleo, carbón y gas natural y un aumento de las energías renovables. Con ello se pretende conseguir una economía futura basada en la descarbonización. Sin embargo, cada país, dependiendo de su situación económica, puede permitirse dejar de emitir gases de efecto invernadero e invertir en energías limpias o no. Para ello, la futura Ley de Cambio Climático, debe contemplar una transición energética justa para todos aquellos países que no puedan permitirse un modelo de desarrollo bajo en emisiones, como sería el caso de todos aquellos que basan su economía en la explotación del carbón.
Si a un país cuya economía se cimenta en la explotación de combustibles fósiles, no se le puede exigir reducir las emisiones, puesto que afectaría a todo el país de una forma drástica e inevitable. Por ello, se intentará que la comisión interministerial que trabaja en esta norma, que regulará el cumplimiento por parte de España del Acuerdo de París, identifique todos los temas que se abordarán en la futura ley y se consiga diseñar una transición justa para todos.
Temas tratados en la ley
Para la elaboración y el diseño de la ley se han abordado temas como los nuevos objetivos de reducción de emisiones de corto y largo plazo por sectores. Para ello, se pretende aportar una financiación para que todo lo que se plantee en la ley pueda llevarse a cabo, junto con las medidas compensatorias a aquellos países que tengan sectores más vulnerables a la descarbonización.
Todas estas materias que se pretenden tratar aparecerán en el primer borrador de ley, que se espere que salga a la luz durante el primer trimestre de 2018, puesto que primero el Gobierno debe consultar a todos los grupos políticos y al resto de actores sociales implicados para llegar a un acuerdo.
Para la elaboración de esta ley también se ha tenido en cuenta las conclusiones obtenidas durante el desarrollo de la Cumbre del Clima (COP23) de Bonn en la que se consolida que ningún país se ha echado para atrás en el Acuerdo de París, tras la salida de Estados Unidos.
Impactos del cambio climático
Lo que es realmente urgente es cómo actuar de manera más rápida ante los efectos cada vez más frecuentes e intensos del cambio climático. Tras la COP23 se han visto numerosos avances en la reglas que se tienen que desarrollar para que el Acuerdo de París funcione y que deben quedar concluidas a finales de 2018. Aún queda mucho trabajo pendiente si se pretende llegar a una transición justa. Los diplomáticos del clima tendrán que celebrar reuniones adicionales antes de la próxima cumbre para detallar estos puntos.
Debido a que los sucesos que están teniendo lugar en el planeta relacionados con el cambio climático sólo pueden entenderse con la influencia de la acción humana, se debe poner solución a ello cuanto antes.
El informe especial del panel intergubernamental de expertos en cambio climático (IPCC, por sus siglas en inglés) sobre los impactos del cambio climático en un mundo con 1,5 grados más, que se presentará en septiembre de 2018, está muy avanzado y ha contado con 12.000 comentarios científicos. Además, están trabajando más de 2.000 expertos en cambio climático de 124 países.
Es bastante complicado conseguir el objetivo del Acuerdo de París de no alcanzar un aumento las temperaturas medias por encima de 1,5 grados centígarados. Sin embargo, es un objetivo que se tiene que tener en cuenta y que debe ser la base de todos las políticas de cambio climático que se realicen a partir de ahora.