Irisaciones: ¿Qué son?

nubes arcoiris

En el ámbito de la meteorología las irisaciones son provocadas por un fenómeno conocido como iridiscencia. Las irisaciones son parches irregulares de color en las nubes cerca del sol o incluso de la luna. Este fenómeno óptico puede explicarse por coronas parciales o imperfectas, ya que se crean mediante el mismo proceso de difracción de la luz que las gotas de agua.

En este artículo que vamos a contar con detalle que son las irisaciones y qué aspectos tienen visualmente.

Qué son las irisaciones

nubes iridiscentes

Los contornos de las nubes, y sus delicados filamentos translúcidos, a veces nos dan la oportunidad de observar hermosos despliegues de color. La hermosa iridiscencia que generalmente ocurre en las nubes de tamaño mediano a mediano se debe al fenómeno de la difracción de la luz, cuando la radiación del sol o la luna inciden en un ángulo en una miríada de pequeñas gotas de agua y cristales de hielo de tamaño uniforme.

Las irisaciones se distribuyen de forma irregular por toda la nube, aunque lo más habitual es que los colores se dispongan en bandas que ocupan los bordes de la nube, aunque también pueden aparecer como manchas. Los colores son muy puros, se mezclan sutilmente y ocupan tonos de verde y púrpura entre otros colores en el espectro visible. En nubes medianas, la iridiscencia a menudo adquiere una textura nacarada. Las nubes con colores iridiscentes son más frecuentes de lo que se pensaba, aunque este fenómeno óptico suele pasarse por alto. Llevar gafas de sol ayuda a verlos, especialmente si el disco solar está cubierto por árboles, edificios, etc. Sin embargo, a veces el color es tan intenso que es difícil ignorar el fenómeno.

Si desde nuestra posición el sol está cerca de las nubes, la fuerte fuente de luz nos deslumbrará y nos impedirá ver el color a menos que tengamos las mencionadas gafas de sol o un filtro adecuado, en cuyo caso sucumbiremos al espectáculo mágico de luz y color. La intensidad de las diferentes tonalidades varía mucho, viéndose en ocasiones una mezcla perfecta de colores vivos y muy vivos.

La iridiscencia se debe a los múltiples reflejos que sufre la luz al interceptar pequeñas gotas de agua sobreenfriada y cristales de hielo que forman las nubes altas y medias en la ref. Una de las claves de este fenómeno óptico es la presencia de hidrometeoros de tamaño muy similar. El fenómeno de la interferencia se encarga de separar los diferentes colores en las longitudes de onda que observamos, modulando la luz entrante de forma que la señal resultante se amplifique en unas zonas y se atenúe en otras.

Solo podemos ver la iridiscencia cuando estamos posicionados en el ángulo adecuado en relación con el área de la nube que la generó. Pueden ocurrir condiciones similares en las superficies de algunos objetos cotidianos, como manchas de aceite, pompas de jabón o las alas de ciertas mariposas e insectos.

Efectos ópticos de las irisaciones

irisaciones en meterologia

Nuestra atmósfera es un escenario de diferentes representaciones meteorológicas, muchas de las cuales son fenómenos ópticos, creados por la interacción de la luz solar con las gotas de agua en la atmósfera adyacente, para que nuestra escena sea colorida a través de la refracción. Entre estos, podemos nombrar halo, arco iris, día y noche, iridiscente.

La iridiscencia, en particular, carece de simetría coronal, exhibe parches de colores difusos e imperfectos en las nubes o rayas de color alrededor de los bordes. Desde el suelo, por ejemplo, los observadores ven arco iris en lugar de coronas cuando las nubes son demasiado pequeñas para crear bucles coronales simétricos, o cuando el Sol o la Luna no están directamente detrás de la nube.

Las nubes iridiscentes son el resultado de la difracción de la luz solar a través de las diminutas gotas de agua o incluso de los diminutos cristales de hielo que forman estas nubes, que desvían individualmente los rayos del sol. Los cristales de hielo más grandes crean halos, que son causados ​​por la refracción en lugar de la iridiscencia. También es diferente de los arcoíris causados ​​por la refracción en gotitas más grandes por la misma razón. Si parte de la nube tiene gotas o cristales de tamaño similar, la acumulación de este efecto puede hacer que tomen su color.

Este fenómeno atmosférico casi siempre se confunde con un arcoíris, cuando en realidad es un fenómeno muy diferente, a pesar de haberse formado en las mismas condiciones. El color que se ve en el arcoíris depende del tamaño de la gota y del ángulo desde el que la ve el observador.

Colores iridiscentes

irisaciones

El azul que forma el anillo interior de la corona suele ser el color dominante, pero también se pueden ver el rojo y el verde. El brillo del color aumenta con la uniformidad del número y tamaño de las gotas. Al igual que con las coronas, las gotas pequeñas y uniformes producen los mejores resultados visuales.

Los colores del arco iris en el espectro visible incluyen todos los colores que pueden ser producidos por una sola longitud de onda de luz visible, es decir, colores del espectro puro o monocromático. El espectro visible no agota los colores que los humanos pueden distinguir. Los colores desaturados como el rosa o las variaciones violetas como el magenta no se pueden reproducir con una sola longitud de onda.

Si bien el espectro es continuo, por lo que no hay espacio en blanco entre un color y otro, los rangos anteriores se pueden usar como aproximaciones. Como cualquier objeto iluminado, en este caso, las gotas de agua suspendidas en la atmósfera absorben parte de las ondas electromagnéticas y reflejan el resto. Las ondas reflejadas son captadas por el ojo e interpretadas en el cerebro como diferentes colores según las longitudes de onda correspondientes, y el arco iris es uno de los ejemplos más conocidos de este tipo de fenómeno óptico.

Nubes favorables para las irisaciones

Para que este fenómeno ocurra, además de la ocurrencia de luz y gotas de lluvia, se requiere un factor nuboso favorable, en este caso las nubes altoestratos o altocúmulos recién formadas brindan las mejores condiciones para la iridiscencia. Vale la pena señalar que los iridiscentes solares tienen colores más vibrantes, pero muchas veces la intensidad de la luz impide que se vean. En cambio, la luz de la luna produce colores más claros, aunque estos son más fáciles de distinguir.

En nuestra atmósfera, este fenómeno también puede ocurrir en otras situaciones, además de otros factores, como las estelas que dejan los aviones. Los efectos de los cohetes en la atmósfera superior pueden producir, entre otras cosas, efectos muy dramáticos y espectaculares.

Cuando un cohete viaja a través de la atmósfera superior, el vapor de agua de su escape se cristaliza para formar diminutos cristales de hielo. Los cristales difractan la luz solar ascendente para producir colores iridiscentes. También existe una formación de nubes muy similar a la iridiscencia, las nubes estratosféricas polares, también conocidas como nubes de perlas o nubes de nácar, que son nubes de tonalidades con colores pastel brillante.

Están compuestos por diminutos cristales de hielo que se forman a una altura de entre 15 y 30 kilómetros a temperaturas en torno a los -50 °C. Sus cristales de hielo actúan como catalizadores de los gases de efecto invernadero emitidos por los aerosoles.

Espero que con esta información puedan conocer más sobre las irisaciones y sus características.


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