El calentamiento global se ve aumentado por la retención de calor que ejercen los gases de efecto invernadero al incidir la radiación solar sobre la superficie terrestre. Esta radiación solar hace aumentar las temperaturas de todo el mundo y se ve incrementada los días despejados.
Un estudio realizado por científicos del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC ha investigado sobre las consecuencias del deshielo en la formación de nubes. ¿Qué tienen que ver entre ellos?
Deshielo del Océano Antártico
Según los científicos que han realizado el estudio, cuando el hielo se deshace por las altas temperaturas emite nitrógeno atmosférico. Este nitrógeno atmosférico favorece a la formación de nubes. En el estudio se han descubierto partículas que provienen de la vida microscópica que habita en el hielo marino y las aguas que le rodean.
Como sabemos, el deshielo de los casquetes polares de todo el mundo se ve acelerado por el calentamiento global y el cambio climático. Este deshielo puede favorecer a la emisión de sustancias que ayudan a la formación de nubes. Esta variable no se había tenido en cuenta en ningún estudio del clima polar.
Para comprender este estudio, se tiene que analizar y realizar una mirada global y conjunta a todas las interacciones existentes entre el océano, hielo, atmósfera y vida. Esta maquinaria del clima es bastante completa y dependen de equilibrios bastante determinados e inestables.
Este dato puede ser esperanzador, puesto que con una mejor formación de nubes, podría disminuir la cantidad de radiación solar que incide sobre la superficie terrestre, suavizando así las temperaturas globales. Además, un aumento de las precipitaciones podría acabar con la sequía en muchos lugares del mundo y favorecer el crecimiento de la vegetación que, a su vez, también condiciona la formación de nuevas nubes y crea un mejor clima y humedad adecuadas.