Conocer los indicios del cambio climático es fundamental para crear modelos de predicción y generar políticas de prevención ante los desastres que puede provocar. Por ello, una investigación realizada por el departamento de Teoría de la Señal y Comunicaciones de la URJC (España) han desarrollado un algoritmo de clústering (agrupamiento de nodos) llamado SODCC (Second-Order Data-Coupled Clustering) que ayuda a analizar los datos climáticos para buscar nuevos indicios y pruebas del cambio climático.
Con esta información se pretende planificar y mejorar los parques eólicos, aumentando el rendimiento en la generación de energía y evitando, a su vez, una mayor cantidad en las emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático.
Nueva herramienta
Se trata de una herramienta diseñada para usarla en redes de sensores masivas. Los datos registrados en las estaciones meteorológicas de todo el mundo pueden conectarse entre sí e intercambiar las variables y parámetros anotados de los fenómenos ocurridos durante decenas de años que llevan instaladas.
Gracias a los datos que han recopilado estas infraestructuras durante décadas, el grupo de investigación ha podido realizar el análisis de los datos de temperatura de la Península Ibérica a partir de 1940. Entre los datos registrados y analizados se ha detectado un cambio en los patrones espacio-temporales de las temperaturas ambientales de las zonas, lo cual apunta a u posible indicio de cambio climático.
Mejorar los parques eólicos
Una vez obtenido y analizados los datos se han contrastado para poder conocer la relación que tienen estos cambios de patrones de temperatura con la generación de energía eólica. Si se puede predecir los vientos que se va a hacer con mayor exactitud y en qué lugares soplará más, podremos facilitar y aumentar el rendimiento de la planificación de los parques eólicos.
Esta investigación forma parte del Proyecto OMEGA-CM, financiado por la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid. El grupo de investigación, dirigido por los doctores Antonio Caamaño y Sancho Salcedo-Sanz, está formado por investigadores de tres universidades: Universidad Rey Juan Carlos, Universidad de Alcalá y Universidad Politécnica de Madrid.