En esta imagen se muestran los rayos que capturó el GLM durante una hora el 14 de febrero del 2017. Imagen – NOAA
Los relámpagos vistos desde la Tierra son impresionantes, pero… ¿te imaginas poder verlos desde el espacio? Ahora ese sueño puede hacerse realidad, sólo que en vez de estar en una nave astronauta podemos disfrutar de las imágenes sin tener que salir de casa gracias al Geostationary Lightning Mapper (GLM) que va a bordo del satélite GOES-16 de la NOAA.
Gracias a estas imágenes, los meteorólogos podrán predecir de una manera mucho más sencilla dónde van a caer los relámpagos y los rayos.
El GLM es un instrumento diseñado para detectar ratos en una órbita geoestacionaria que transmite datos que, hasta ahora, no habían podido estar disponibles para los científicos. El mapeador busca de manera incesante cualquier destello que pudiera haber en el hemisferio occidental, lo que servirá para detectar las tormentas.
Si hay una lluvia intensa, los datos obtenidos mostrarán si son tormentas que están perdiendo fuerza o, por el contrario, intensificándose. Estos datos se combinarán con otros datos obtenidos por radar y otros satélites, y serán una información muy útil para anticiparse al clima severo, y a emitir alertas y avisos con más tiempo de antelación.
En esta animación del GLM se muestran los relámpagos asociados a un sistema que produjo tormentas eléctricas severas y algunos tornados en Texas el 14 de febrero del 2017. Imagen – NOAA
EL GLM es capaz, además, de detectar el rayo en la nube, el cual a menudo tarda, como mínimo, cinco minutos en tocar tierra. Ese tiempo puede no parecer mucho, pero resulta crucial para alertar a todos aquellos que estén realizando actividades al aire libre de la formación de la tormenta y evitar, así, posibles daños.
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