¿Desiertos? ¿En España? Imposible. ¿O tal vez sí? Lo cierto es que en gran parte del país, sobretodo en la mitad sur y en la región mediterránea, las precipitaciones son cada vez más escasas. A ello hay que añadirle el impacto que tiene la actividad humana en el suelo. Y lo peor es que ahora es una realidad aún más patente gracias a un estudio que se ha publicado en la revista ‘Science of the Total Environment’. Ha pasado de ser un comentario, a ser un tema que se ha estudiado.
Y es que parece que todavía no queremos darnos cuenta de la gravedad del problema. La desertificación en España es una realidad, tanto es así que según este estudio un 20% del territorio ya es un desierto.
Para llegar a esa conclusión, se utilizaron dos herramientas: un mapa de condición de la tierra y un conjunto de modelos de simulación sobre cada paisaje de desertificación. Gracias a este análisis, los científicos del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), han podido averiguar qué factores intervienen en el proceso, agravado por el cambio climático, siendo el factor climático el que más afecta al territorio.
A pesar de que los resultados no pueden generalizarse, porque según dijo Jaime Martín Valderrama, investigador de la Estación Experimental de Zonas Áridas en Almería, »es necesario estudiar más casos para cubrir la casuística que ofrece el territorio español y que permita reproducir los análisis en distintos lugares», lo cierto es que no estaría de más empezar a actuar ya. Poner medidas para evitar perder más terreno.
Afortunadamente, España es uno de los países que ha firmado la Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la desertificación, la cual entró en vigor el 26 de diciembre de 1996. Pero nosotros, en casa, en nuestros jardines, también podemos hacer algo, como no malgastar el agua y reutilizarla siempre que se pueda, y utilizar productos de origen orgánico y no tantos minerales (químicos).
Puedes leer el estudio aquí (en inglés).