Inundaciones en Zaragoza

Río Ebro en Zaragoza

El pasado día seis de julio hubo unas inundaciones en Zaragoza como no recordaban ni los más viejos del lugar. Todos los actos previstos en la ciudad aragonesa tuvieron que suspenderse y los daños fueron cuantiosos.

Pero, además, se produjeron de una forma tan sorpresiva y rápida que varias personas quedaron atrapadas en sus vehículos y hubieron de ser rescatadas por los bomberos. Para que sepas lo que, realmente, sucedió y cuáles fueron sus causas, vamos a explicarte todo lo que necesitas saber sobre las inundaciones en Zaragoza.

¿Por qué se produjeron las inundaciones?

Los meteorólogos han calificado las lluvias torrenciales en la ciudad maña como una tormenta histórica. Pero, en términos técnicos, lo que sufrieron los habitantes de la localidad aragonesa fue lo que se denomina una supercélula severa, fenómeno tan poco habitual como causantes de enormes aguaceros.

En otras palabras, se trata de una tormenta muy organizada que incluye lluvias torrenciales o fuerte granizo, vientos que pueden llegar a ser huracanados e incluso actividad eléctrica. Además, suele tener mayor duración que las tradicionales. Pero ¿por qué se forma?

Todo comienza cuando aparece un vórtice de aire ascendente que puede tener entre dos y diez kilómetros y que sube girando de manera continuada. Es lo que se denomina mesociclón y en él convergen agua y granizo que, dentro del fenómeno, van creciendo. Finalmente, adquieren el suficiente tamaño como para salir del vórtice y caer a la superficie.

Estas supercélulas o superceldas se forman en circunstancias de mucha inestabilidad y fuertes vientos en altura. Además, su sistema interno de circulación es más organizado por lo que duran más que otro tipo de tormentas. Asimismo, son más peligrosas. Se trata de un fenómeno bastante habitual en las grandes llanuras de Estados Unidos y en otras zonas como la Pampa argentina. En cambio, no son tan frecuentes en España, aunque sí ocurren de vez en cuando en Aragón durante esta época del año.

¿Cómo fueron las inundaciones de Zaragoza?

Como te decíamos, todo ocurrió en la tarde del pasado seis de julio. Poco antes de las 18 horas empezó a llover dando comienzo a una tromba de agua como pocas veces han visto los vecinos de la ciudad aragonesa. En menos de una hora se descargaron más de cincuenta litros por metro cuadrado con picos de hasta veinte en apenas diez minutos. Fue una tormenta con lluvia torrencial que atravesó la provincia y que estuvo acompañada por vientos de casi cien kilómetros por hora.

De hecho, también causó daños en otras localidades como El Burgo de Ebro y Cuarte de Huerva, donde se inundaron bajos comerciales y hubo que rescatar a ocho personas de dos viviendas. Incluso la villa de Alcañiz, ya en Teruel, sufrió graves daños a causa de las lluvias. Pero lo realmente impresionante de la tormenta se produjo en la propia ciudad de Zaragoza. En ella, los bomberos y la policía tuvieron que emplearse a fondo para socorrer a la población.

Los efectos de las inundaciones en Zaragoza

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Las inundaciones en Zaragoza nos han dejado una imagen icónica. Es la de una mujer encaramada al techo de su coche esperando a ser rescatada por los cuerpos de seguridad. Según el periódico El País, su nombre es María y es de Monreal del Campo, un pueblo de Teruel, aunque vive en Zaragoza. Finalmente, todo terminó bien, pero la situación vivida la ha dejado, como es lógico, traumatizada.

No fue la única persona que tuvo que ser rescatada por los bomberos. Otro vídeo nos muestra a un joven subido a un árbol esperando que baje la riada que se produjo en las calles. Asimismo, otros tuvieron que ser rescatados de sus vehículos. De hecho, las situaciones más dramáticas se vivieron en la Z-30 o tercer cinturón de circunvalación de la ciudad.

Allí se encontraba María con su coche y también otros conductores como Luis Ramos. Este pudo salir por sus pies de la zona poco antes de que su automóvil fuera arrastrado por las aguas. También en la zona de los Enlaces hubo que rescatar a personas. En total, los bomberos realizaron más de setenta servicios para, en torno a las veinte horas, tener más o menos controlada la situación.

No obstante, los problemas se extendieron, igualmente, por otras zonas de la ciudad. Por ejemplo, en un tramo de la Avenida de Navarra, la corriente de agua movía a los coches como si fueran de juguete. Y otros lugares que se vieron afectados fueron la calle Galán Bergua en la zona de Delicias, los paseos Renovales y Ruiseñores o la Avenida de Madrid. Pero, en líneas generales, ningún barrio de Zaragoza se libró de los daños.

La situación después de la tormenta: Daños

En vista del cariz que tomaba la situación, poco después de comenzar la tormenta el Gobierno de Aragón activaba el Plan Especial de Protección Civil por Riesgo de Inundaciones (PROCINAR) con riesgo uno para organizar la asistencia a la población. Con tan fin, se ponía, igualmente, en marcha el Centro de Coordinación Operativa.

Asimismo, pronto se vio que los daños serían cuantiosos. En palabras de Natalia Chueca, alcaldesa de la ciudad, «ha sido una lluvia extraordinaria, torrencial y para nada normal» que ha provocado daños «por valor de millones de euros». No obstante, todavía pasarán unos días hasta que puedan evaluar la magnitud de los destrozos. Como muestra de ellos, te diremos que, en el barrio de Parque Venecia, más de cuatrocientos vecinos estuvieron sin luz eléctrica hasta el viernes por la tarde. La compañía encargada del suministro tuvo que trasladar a la zona un enorme grupo electrógeno para restablecerla. Además, un operativo de doscientas personas se encargaba de retirar el barro de calles y viviendas.

También ha quedado obstruido el alcantarillado de la ciudad debido a los materiales que arrastró la tormenta. Y, en general, buen número de las calles de Zaragoza presentaban daños después de terminar este fenómeno atmosférico. Incluso hubo de cortarse la Autovía A23 a la altura del kilómetro 274 y los trenes que hacen la línea Zaragoza-Barcelona quedaron detenidos.

En conclusión, las inundaciones de Zaragoza han sorprendido incluso a los meteorólogos, que no esperaban tanta intensidad. Lo único bueno de ellas es que no ha habido que lamentar víctimas mortales. Desde aquí, animamos a los zaragozanos para que recuperen su ciudad.


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