Glaciar de La Maladeta (Pirineos)
A medida que el planeta se va calentando las montañas de España se van quedando sin nieve. Las regiones donde la altitud es alta y la actividad humana es escasa, se han convertido en uno de los testigos principales del calentamiento global en nuestro país.
En el último siglo ha desaparecido casi el 90% de la extensión, y este retroceso del hielo se ha ido acelerando desde el 1980. Si la situación continúa igual, en 40 años podría no quedar glaciar alguno.
Los efectos del calentamiento global se están haciendo notar en las montañas altas del país. El glaciar de La Maladeta, situado en los Pirineos, en el último siglo ha perdido un metro de espesor. Durante este periodo, pasó de ocupar una superficie de 50 hectáreas a 23,3. El grosor de la capa de hielo ha perdido dos metros y medio en algunas zonas. Sólo queda glaciar por encima de los 3000 metros de altitud.
Pero, ¿por qué? Porque cada vez nieva menos en el norte de España. Según un estudio realizado por el Grupo de Meteorología de Cantabria (UC), lo hace un 60% menos en invierno -ocho días- y un 50% menos en primavera -casi cuatro- que a principios de siglo. Así, si en los años 60 y 70 caían entre cinco y ocho millones de litros de nieve, en diez años se ha reducido a 2,65.
Además, la temperatura media ha pasado de 5 grados centígrados a más de 8. También se ha producido una disminución de las precipitaciones, de hasta un 25%, pasando de caer 16 billones de litros a 12, por lo que se ha producido una disminución de hasta un 50% de la nieve acumulada según la evaluación que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) realizó entre el 1984 y el 2014 mediante el programa Erhin.
A este ritmo, para el año 2060 podría no haber glaciares en España.