Así lo afirma un equipo internacional formado por seis investigadores de Noruega, Reino Unido y Suecia, que ha publicado un estudio en la revista científica ‘Nature Climate Change’. Para que nos hagamos una idea de la cantidad de permafrost que se perderá con cada grado de calentamiento, tenemos que saber que supone un área mayor que la India.
El permafrost, esa capa de suelo que se mantiene congelada al menos dos años, que cubre casi 15 millones de kilómetros cuadrados de la superficie del planeta, se está debilitando como consecuencia del calentamiento global.
En el permafrost se almacenan grandes cantidades de carbono, lo que supone un serio problema en la actualidad. A medida que el planeta se va calentando, esta capa de hielo se descongela, haciendo que la materia orgánica que queda atrapada en ella empiece a descomponerse. Al hacerlo, se liberan gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono y el metano, dos de los principales gases causantes del aumento de las temperaturas.
Para llegar a esa conclusión, los investigadores examinaron cómo cambia esta capa de hielo a través del paisaje y su relación con la temperatura. Luego investigaron lo que podría suceder si las temperaturas aumentasen y, con estos datos, crearon un mapa de distribución de permafrost. Así pudieron calcular la cantidad de permafrost que se perdería si se consiguiera evitar que la temperatura global aumentase más de 2 grados.
Gracias a este estudio los científicos pudieron averiguar que el permafrost es más susceptible al calentamiento global de lo que se pensaba: estabilizar el clima a 2ºC por encima de los niveles preindustriales supondría una descongelación de más del 40% de las actuales áreas que cubre. Si esto ocurriese, las alrededor de 35 millones de persones que viven en estas regiones tendrían que tomar nuevas medidas de adaptación, ya que las carreteras y edificios podrían colapsarse.