Existen sutiles cambios previos a los terremotos que muchos animales pueden percibir. Es cierto que también corren historias acerca de serpientes que abandonan sus madrigueras, perros que ladran en exceso o de pájaros que vuelan días o incluso semanas antes de que se produzcan. En estos casos es más discutible que estos comportamientos ocurran. Pero lo cierto es que muchos animales son capaces de detectar terremotos momentos antes de que se produzcan.
Cuando se produce un terremoto, vibraciones corren a través del suelo a un nivel que nosotros no podemos percibir conscientemente. Sin embargo, este tipo de vibraciones, las primarias, viajan a mayor velocidad que las secundarias, que son las que producen todos los daños. Algunos animales, de lo que sí son capaces, es detectar las vibraciones primarias antes de que lleguen las secundarias. Este intervalo de tiempo, que puede ser de al menos dos minutos, les brinda la posibilidad de reaccionar antes de que llegue el fuerte estruendo.
Evidencias científicas
Un estudio de la Open University del Reino Unido encontró evidencia interesante. Las tensiones que se acumulan a lo largo de las líneas de falla de los terremotos liberan partículas con carga eléctrica. Estas se transmiten a través de las rocas, produciendo cambios químicos en las aguas subterráneas. De esta manera, sí podría entenderse que los sapos de repente abandonaran sus estanques días antes. Un buen ejemplo de esto fue el terremoto de L’Aquila en 2009, Italia. El estanque donde se encontraban los sapos estaba a 74 km del epicentro del terremoto, que tuvo una magnitud de 6.3 en la escala Richter, causando grandes daños y muchas viviendas completamente destruidas.
Otras suposiciones que se podrían atribuir por analogía a lo descrito son los comportamientos de los pájaros y de los murciélagos. Es posible que las cargas positivas influyan en los campos electromagnéticos que los murciélagos y pájaros usan para orientarse. Sin embargo, no hay un vínculo directo que se haya corroborado aún. Así que por ahora, lo más plausible sigue siendo las vibraciones primarias que muchos animales pueden percibir. Esa es la razón científica por la que pueden reaccionar antes de que llegue el fuerte temblor.
Además, es importante notar que los animales tienen un sentido del oído mucho más agudo que el de los humanos, lo que les permite detectar sonidos de baja frecuencia y vibraciones que pasan desapercibidas para nosotros. Por ejemplo, los perros pueden escuchar frecuencias que van más allá de nuestro rango audible, lo que les permite percibir el comienzo de un temblor antes de que se convierta en un terremoto devastador. Su instinto es comparable al de otros animales en situaciones similares, como se menciona en el artículo sobre anticipar lluvia por el comportamiento animal.
¿Por qué los animales pueden anticipar terremotos?
Los recientes estudios sugieren que los animales tienen la capacidad de percibir cambios en su entorno que son imperceptibles para los humanos. Estos pueden incluir cambios en el magnetismo terrestre, liberación de gases y vibraciones. A través de sus sentidos, los animales son capaces de reaccionar ante estas señales antes de que ocurran desastres naturales, algo que podría ser fundamental para entender cómo se comportan en situaciones de riesgo, como se describe en el análisis del comportamiento animal ante alertas tempranas. Su capacidad para detectar estos sutiles cambios puede ser clave en futuras tecnologías de predicción sísmica.
Los animales más destacados en la anticipación de terremotos
- Serpientes: Se ha documentado que los reptiles tienden a abandonar sus madrigueras antes de un terremoto, mostrándose inquietos y escapando antes de que se produzcan los temblores.
- Perros: Muchas veces, los perros ladran o muestran comportamientos inusuales horas antes de un seísmo. Esto ha sido observado en diversas ocasiones y en distintas localidades.
- Sapos: Como se mencionó previamente, su comportamiento cambió antes del terremoto de L’Aquila, abandonando sus estanques poco antes del desastre.
- Aves: Algunas especies de aves muestran un comportamiento frenético justo antes de un sismo, como volar en diferentes direcciones o agruparse.
Estudios recientes sobre el comportamiento animal
Investigaciones más recientes han intentado correlacionar el comportamiento animal con los sismos, observando que ciertas especies pueden llegar a predecir la llegada de un terremoto minutos o incluso horas antes de que se produzca. Por ejemplo, un estudio de investigadores del Instituto Max Planck sugiere que el comportamiento de los grupos de animales puede ser un indicador confiable de actividad sísmica. Este tipo de comportamientos son analizados de manera similar a lo que se estudia en el artículo sobre actividad volcánica y comportamiento animal. Para profundizar en cómo los cambios en el entorno afectan a la fauna, puedes consultar impactantes imágenes que muestran cómo afecta el calentamiento global al Ártico.
Los científicos han comenzado a utilizar tecnologías como transmisores GPS y dispositivos de monitoreo para registrar el comportamiento animal en regiones con alta actividad tectónica. Estos dispositivos permiten observar patrones de actividad que pueden alertar sobre posibles terremotos. Un caso notable se presenta en el Monte Etna, donde los investigadores han utilizado cámaras de video para analizar el comportamiento de serpientes y otros animales en granjas cercanas.
Los resultados de estos estudios indican que, en algunos casos, el comportamiento de los animales puede cambiar hasta 20 horas antes de un terremoto, lo que podría ofrecer una ventana de alerta útil para los humanos. Este concepto de usar el comportamiento animal como una herramienta predicativa es similar a lo que se explora en la relación entre el clima y los animales, como se detalla en el efecto del cambio climático en las especies.
Ejemplos históricos de anticipación animal
La historia está llena de anécdotas sobre la reacción inesperada de los animales ante desastres naturales. Uno de los ejemplos más citados es el de la ciudad de Hélice, en Grecia, donde ratas, perros y serpientes abandonaron la zona días antes de que un terremoto devastador arrasara la ciudad en 373 a.C. Este fenómeno ha sido documentado a lo largo de los siglos y ha despertado el interés de científicos y estudiosos.
Además, durante el tsunami de 2004 en el Océano Índico, muchos animales, incluidos elefantes y aves, fueron observados huyendo hacia terrenos más altos minutos antes de que ocurriera la tragedia, lo que sugiere que su instinto les permitió captar señales que los humanos no podían percibir. Esto se relaciona también con la forma en que se estudian los patrones de cambio en la fauna, como se menciona en el calentamiento global y su impacto en los animales.
Perspectivas futuras
A medida que la tecnología avanza, los investigadores están cada vez más interesados en utilizar datos de comportamiento animal como una forma de mejorar la predicción de terremotos. En países como China, se ha implementado un sistema de monitoreo que utiliza cámaras y sensores para seguir el comportamiento de serpientes y otros animales. Esto podría crear un modelo más efectivo para alertar a la población sobre la inminencia de un desastre.
El impacto de los terremotos en la fauna
Es importante considerar el impacto de los terremotos no solo en los humanos, sino también en la fauna. Los cambios rápidos en el entorno causados por un terremoto pueden afectar los hábitats de las especies, causando migraciones forzadas y, en algunos casos, poniendo en peligro a las especies en riesgo de extinción. Los estudios muestran que algunos animales pueden adaptarse a estos cambios, pero otros pueden no tener la misma suerte.