A partir de cierto umbral de temperatura, a los organismos cada vez más les cuesta funcionar. Expertos desde WWF (Fondo Mundial para la naturaleza), así lo advierten, y además pueden morir. El elevado calor que nos afecta tanto a las personas, también afecta a los animales. Dependiendo de que tipo y especie sea, empiezan a notarse cambios. Podemos encontrar desde descensos en la producción de las ganaderías hasta reducciones de población de las especies más sensibles. Para más información sobre la producción ganadera, se puede consultar cómo afecta el calor a los animales.
También afecta a la flora, un exceso de calor, y acompañado de pocas lluvias, provoca por ejemplo que las flores se sequen. Las abejas no pueden producir tanto néctar. En momentos así, esta producción baja. Durante las primeras horas del día, pueden dedicarse a recolectar néctar. Tras ello, entonces deben dejarlo, para enfriar la colmena con agua y mantenerla entre 32-35ºC.
¿Cómo afecta a las aves?
Una ola de calor en temporada donde hay reproducciones, provoca que las especies que están criando a sus crías, les cueste más encontrar agua. Al existir menos bebederos predecibles, provoca un aumento de energía por buscar más agua y racionalizarla. Eso repercute directamente en el número de pollos que sobreviven.
Se está viendo además, que las aves vinculadas a los pastizales, con el aumento de temperaturas están menos verdes. La reproducción de las aves va cayendo, y de forma paralela también de los pájaros insectívoros. Éstos últimos van correlacionados con la cantidad de flores que haya. En este contexto, es importante entender el impacto de las olas de calor en la fauna, especialmente si se considera que las olas de calor son un factor clave. Además, el cambio climático está generando un incremento de temperaturas que influye también en estos procesos reproductivos. Para comprender cómo afecta el calor a la fauna, se sugiere revisar la alerta sobre el calor extremo.
¿Cómo se protegen?
Por un lado las aves usan su plumaje como un climatizador. Es un sistema muy común en muchas especies. Por ejemplo, las personas usamos nuestro cabello como refrigerador parcialmente en verano, para que la temperatura no se eleve demasiado. Igual y intuitivamente nos protege del frío en invierno.
Las aves urbanas tienen más posibilidades de sobrevivir en zonas urbanas. Suele haber sitios con comida y agua con regularidad, como la usada en riegos. Eso hace que puedan prosperar con más facilidad. Una buena forma de ayudar a mitigar los efectos del calor en las aves, es colocar bebederos o macetas con agua. Para entender mejor cómo se defienden de estas condiciones extremas, se sugiere revisar la relación entre los animales y el cambio climático.
En general, los animales reaccionan al calor de una forma muy parecida a las personas. Descienden su ritmo de trabajo, buscan refugio en las sombras, y a partir de altas temperaturas surgen problemas metabólicos. Hay algunos además, como los perros, que son más sensibles al calor de lo que creemos. Al no tener capacidad de sudar para refrigerarse, podemos ver cómo se tumban al suelo en busca de fresco, mientras jadean. Para un análisis más profundo, consulta las olas de calor en animales.
¿Cómo afecta a los reptiles?
En ellos nos encontramos que, a partir de unos 32ºC centígrados les afecta en el sexo cuando se reproducen. Es decir, nacen más hembras. El equilibrio que suele haber entre ambos sexos cambia. Este aspecto es relevante cuando se considera cómo el clima está modificando la dinámica de las poblaciones de reptiles.
Son animales ectotérmicos, no pueden generar su propio calor. Igual que en temperaturas bajas, sus reacciones metabólicas disminuyen y su nivel de actividad se ve ralentizado, son sensibles a las altas temperaturas. En este caso, las reacciones bioquímicas se desequilibran y la actividad de las proteínas que intervienen en ellas, las enzimas, se altera o incluso pueden reducirse. Para comprender mejor este fenómeno, se recomienda leer sobre el efecto isla de calor.
¿Cómo afecta a los peces?
Cuando el nivel de temperatura del agua sube, éstos tienden a marcharse a otras zonas. Las aves marinas, que antes no hemos mencionado, son por ejemplo aquí las perjudicadas. Para buscar alimento, tienen que recorrer usualmente distancias más largas. Y afecta también su desgaste físico en sus crías.
En el caso de los peces, son animales que suelen vivir en temperaturas muy estables. En el medio aéreo la temperatura varía mucho, pero en el medio acuático las variaciones son más estables. Así pues, cada especie tiene «su región». Tenemos algunos peces que pueden vivir en aguas gélidas del polo, y otros en aguas muy calientes. Pero la variación de temperaturas en sus aguas afectará directamente a su población. Si pueden encontrar refugio en otra zona lo harán; del contrario, cualquier subida o bajada de temperaturas hace mermar su población desde su nivel óptimo de temperatura.