Cuando estamos hablando de glaciares de montaña, es inevitable oír la palabra ventisquero. Los glaciares tienen gran importancia a nivel mundial, no sólo porque conservan gran cantidad de agua dulce, sino porque estabilizan muchos ecosistemas. Los ventisqueros son zonas que se forman dentro de los glaciares y que también tiene importancia en la regulación y características de los ecosistemas circundantes.
En este artículo vamos a explicarte qué es un ventisquero, cómo se forma y cuál es el más grande de España.
¿Qué es un ventisquero?
Seguramente lo has oído más de una vez. El ventisquero es una zona de la montaña donde se encuentran grandes acumulaciones de nieve. Si alguna vez has ido a alguna montaña nevada, habrás visto una zona donde hay más nieve acumulada. Incluso esta nieve es capaz de soportar perenne las temperaturas más altas y encontrarse allí hasta en verano.
Esto se debe a que el ventisquero es una zona protegida de las actividades meteorológicas. Las tormentas de nieve que se producen y las ventiscas a lo largo de todo el invierno van acumulando nieve en estas zonas. Al estar más protegida del viento, de la radiación solar y de otros factores ambientales, es capaz de quedarse acumulada.
Otras variables que influyen en el tamaño de los ventisqueros es la acumulación de nieve. Mientras más nieve haya acumulada, más tiempo permanecerá acumulada. Esto es lo que hace que haya cierta estabilidad en diferentes zonas de la montaña que están adaptadas a estas temperaturas, humedad y la presencia de la nieve y el hielo.
Nos encontramos ventisqueros de gran tamaño y más famosos como lo es el ventisquero de la Condesa, que se encuentra en la Sierra de Guadarrama. En otro países como Argentina y Chile también emplean este nombre para llamar así a algunas zonas de los glaciares de la Patagonia. Son muchos los lugares de montaña donde la nieve queda almacenada cerca de la desembocadura de ríos o cerca de lagos. El derretimiento del hielo constante es el que alimenta a estas masas de agua.
Ventisquero de la Condesa
Este ventisquero mencionado anteriormente es bastante famoso. Se encuentra en la Sierra de Guadarrama y se encuentra a unos 2.000 metros de altitud. Este ventisquero tiene su aprovechamiento ya que la gente emplea la nieve que se queda almacenada en verano. El derretimiento de esta nieve poco a poco durante todo el año, aumenta el caudal del río Manzanares.
Este ventisquero no sólo acumula nieve directamente de las precipitaciones, sino también de la que es transportada por las tormentas, vientos y ventiscas. Es una zona resguardada de las cumbres donde puedes encontrar gran cantidad de nieve acumulada todo el año.
Fue usado desde principios del siglo XVII hasta finales del XIX para recoger nieve. La nieve era transportada por carros tirados por mulas hasta Madrid y otros municipios. La nieve era usada para poder mantener frío los alimentos y poder refrescar algunas bebidas. Hay que tener en cuenta que por estos tiempos no existían ni las neveras ni los congeladores. Entonces, la nieve natural acumulada todo el año era empleada con estos fines. Para poder optimizar el uso de esta nieve, se creó un muro de piedra en la parte baja, para que la nieve se acumulara más fácilmente y en mayor cantidad.
Este ventisquero es el más importante de la cara meridional de la Sierra de Guadarrama. Su longitud es de 625 metros y una anchura de 80 metros. Toda esta zona está cubierta de nieve el año entero.
Reducción del tamaño de los ventisqueros
Con el paso de los años, su superficie total ha ido disminuyendo como era de esperar. El aumento de temperaturas producido por el incremento del efecto invernadero está provocando que cada vez se acumule menor cantidad de nieve por varias razones. La primera, es una reducción de las precipitaciones en forma de nieve. Con ello, ni el viento ni las ventiscas o tormentas pueden arrastrar tanto material. Lo segundo, es un aumento de temperaturas generalizado todo el año, por lo que es más difícil la conservación de la nieve.
Gracias al deshielo que tiene lugar en verano se alimenta de agua el río Manzanares. Con el deshielo no quiere decir que la acumulación de nieve desaparezca. Todo lo contrario, tan sólo reduce su volumen. La «magia» de estos lugares es que bien entrada la primavera, aún siguen teniendo grandes masas gruesas de nieve almacenada.
Esta acumulación de nieve se debe también a las temperaturas medias que nos encontramos durante todo el año. La media en el ventisquero de la Condesa es de 5 grados. Las precipitaciones son de 1400 mm al año, concentrándose un tercio de las mismas en invierno. De los 365 días al año, la nieve suele durar 250 días, lo que es un gran logro.
En cuanto a su vegetación, se encuentra adaptada a la presencia de nieve. Posee una vegetación de plantas pequeñas y talla baja. Suelen florecer cuando se produce el deshielo y llegan a cubrir hasta un 33% del terreno. Entre la vegetación predominante en estas zonas se encuentran los pastizales joragales y los cervunales. También hay algunos musgos y plantas herbáceas pero de tamaño reducido.
Neveros
Junto con los ventisqueros, también habrás oído seguramente los neveros. Este nevero hace referencia a lo mismo que un ventisquero. Es decir, una zona de montaña no muy extensa donde se acumula nieve capaz de aguantar hasta en verano. Se trata de un pequeño glaciar de circo. Se concentran estos neveros en altitudes de entre los 2.500 y los 3.000 metros.
También hay ocasiones en las que a estas zonas se les llama helero. Sin embargo, tiene más tendencia a llamarse así cuando lo que se acumula es una placa de hielo que tiene lugar donde noches frías sobre el agua de fusión.
Como pueden ver, la naturaleza tiene zonas donde lo común no se da. Lo más normal es que la nieve caiga y se derrita al cabo de un tiempo, conforme las temperaturas ascienden. En este caso, el ventisquero es capaz de acumularlas durante más tiempo.