Tiene tan sólo 16 años, pero Manuel Calvo Ariza va a cruzar el Ártico por una buena causa: censar a los perros groenlandeses, unos hermosos animales que, junto con los residentes de la zona, están viendo como las condiciones en el lugar donde siempre han residido están cambiando.
Junto a su padre, Manuel recorrerá 400 kilómetros a -20ºC hasta llegar a Qannaq, uno de los lugares más remotos del planeta.
Desafío Ártico, nombre que le han otorgado a la expedición, tiene como objetivo concienciar sobre el cambio climático por un lado, y sobre la tenencia responsable, historia y cultura del perro groenlandés por otro. A medida que la temperatura está aumentando y el hielo se derrite, cada vez hay más personas que deciden dejar la región donde nació para ir en busca de otras zonas más seguras. Al hacerlo, dejan a los canes allí. Y ahora hay más perros que personas.
El joven adolescente de 16 años, gran amante y defensor de los perros, va a recorrer el Ártico para tratar de ayudarles, censando a la población canina groenlandesa.
La última misión de Desafío Ártico será la de recabar información para las universidades de Málaga y Barcelona para estudiar a estos bellos perros, y ver si hay diferencias entre las bacterias y otros elementos orgánicos de los perros de pura raza con respecto a a los que conocemos en otras latitudes donde el clima es más cálido. Con estos datos, podrán saber cuántas posibilidades tienen de adaptarse a un mundo donde cada vez hay menos hielo.
Como vemos, no somos los únicos los que tenemos que desafiar al cambio climático, sino también unos animales que llevan con nosotros 10.000 años: los perros, de los que se dice que son nuestros mejores amigos. Ellos siempre están ahí, pero ¿estamos con ellos cuando nos necesitan?
Ojalá la expedición ayude a concienciar sobre lo que significa tener y cuidar de un perro, además de lo que le estamos haciendo al planeta Tierra.