Un objeto cercano a la Tierra del que se habla mucho estos días, 2025 FA22, realizará un sobrevuelo seguro por nuestro vecindario. Se trata de un asteroide del tamaño de un rascacielos, cuya aproximación ha activado un amplio despliegue de observación científica, retransmisiones en directo y una notable expectación entre aficionados.
Las agencias espaciales han aclarado que el evento no supone peligro. Aunque inicialmente apareció en la Lista de Riesgo de la ESA por una remota posibilidad de impacto futuro, nuevas mediciones de alta prioridad refinaron su órbita y descartaron cualquier amenaza, retirándolo de ese registro en mayo.
Qué se sabe de 2025 FA22

Descubierto a principios de año con el telescopio Pan-STARRS 2 en Hawái, 2025 FA22 tiene un tamaño estimado entre 130 y 290 metros, suficiente como para causar graves daños locales si impactara, algo que no ocurrirá en este paso.
La máxima aproximación está prevista para el 18 de septiembre a las 07:41 UTC (09:41 en la España peninsular), cuando se situará a unos 835.000 kilómetros de la Tierra, poco más del doble de la distancia a la Luna.
Durante el sobrevuelo, la roca espacial se desplazará a cerca de 38.600 km/h. Por brillo aparente, podría alcanzar una magnitud en torno a 13, lo que lo hace detectable con telescopios de aficionado de buen diámetro y cielos oscuros.
Aunque se catalogó como “potencialmente peligroso” por su tamaño y cercanía relativa, este término es técnico y no implica riesgo inmediato en este encuentro, solo una vigilancia prioritaria dentro de los NEOs (objetos cercanos a la Tierra).
Cuándo y cómo observarlo

El Virtual Telescope Project ofrecerá una retransmisión gratuita con un telescopio ubicado en Manciano (Italia). La emisión está prevista para la madrugada del 18 de septiembre, en torno a las 03:00 UTC, ideal para seguir el acercamiento si las nubes o la contaminación lumínica impiden observarlo desde tu ubicación.
Si dispones de equipamiento, busca cielos oscuros y baja turbulencia. Con magnitud aproximada 13, un telescopio de aficionado bien colimado y unos binoculares astronómicos de alta calidad podrían llegar a detectarlo, especialmente cerca del momento de máxima aproximación.
En España, el momento de mayor cercanía (09:41 CEST) no garantiza visibilidad a simple vista, pero con planificación, cartas celestes actualizadas y condiciones adecuadas, el seguimiento amateur es factible.
Para quien solo quiera disfrutar del evento sin complicaciones, la retransmisión en directo aportará imágenes y datos en tiempo real del sobrevuelo desde Europa.
¿Por qué se considera “potencialmente peligroso”?

En defensa planetaria, se emplea la etiqueta “potencialmente peligroso” para objetos que, por tamaño (en torno a 140–150 m o más) y proximidad orbital, merecen seguimiento especial. 2025 FA22 encaja por su diámetro y distancia de paso, no porque exista amenaza en este acercamiento.
Al principio se le asignó una probabilidad muy baja de impacto en 2089 (del orden del 0,01%), lo que le llevó a figurar brevemente en lo más alto de la Lista de Riesgo de la ESA. Con observaciones adicionales, la trayectoria quedó mejor definida y el objeto fue eliminado de la lista en mayo.
El caso ilustra cómo, con arcos de observación cortos, las incertidumbres iniciales pueden ser grandes. Al añadir mediciones precisas, la órbita se refina rápidamente y se descartan escenarios de riesgo que parecían posibles en un primer momento.
En este paso, la distancia mínima de 835.000 km asegura un encuentro sin consecuencias, pero extremadamente útil para poner a prueba nuestra capacidad de detección y seguimiento.
La ciencia aprovecha el acercamiento

La comunidad internacional ha organizado una campaña coordinada para estudiar 2025 FA22. La Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN) realiza un simulacro operativo que incluye protocolos de emergencia y evaluación de estrategias de desvío, usando este sobrevuelo como escenario de prueba.
Desde Estados Unidos, el radar Goldstone de la NASA ayudará a precisar el tamaño, la forma y posibles características superficiales. Estas observaciones radar, combinadas con datos ópticos, aportan modelos detallados del objeto.
Entre las técnicas empleadas, la astrometría mide posición y movimiento para “clavar” la órbita, mientras que la polarimetría analiza cómo se polariza la luz reflejada, lo que revela propiedades de la superficie como textura, composición y albedo.
La ESA participa activamente en los grupos de trabajo y coordina el intercambio de información. La campaña de observación, que se extiende durante varias semanas, persigue reforzar la defensa planetaria y mejorar la respuesta futura ante objetos de gran tamaño que pasen relativamente cerca.
Con un sobrevuelo seguro, datos en directo y una movilización científica poco habitual, 2025 FA22 se convierte en una ocasión perfecta para comprender mejor a estos visitantes cósmicos: distancia controlada, horarios claros y múltiples vías para seguirlo, desde la pantalla hasta el telescopio de aficionado.