Una sucesión de trombas marinas en el Caribe ha llamado la atención de residentes y visitantes durante los últimos dÃas, con reportes verificados en Playa del Carmen (México), La Romana (República Dominicana) y La Habana (Cuba). Las imágenes difundidas en redes y los datos oficiales ayudan a perfilar un mismo patrón: calor intenso, mucha humedad e inestabilidad favoreciendo columnas giratorias sobre el mar.
Lejos de la espectacularidad de los vÃdeos virales, las autoridades insisten en mantener la precaución en la costa y la navegación, ya que, aunque suelen durar poco y rara vez alcanzan tierra, estas formaciones pueden comprometer la seguridad de embarcaciones pequeñas y actividades marÃtimas.
Playa del Carmen: la columna se formó frente a Playacar y se disipó cerca de la costa
En la tarde del 12 de agosto se desarrolló una tromba marina frente a Playa del Carmen, visible desde diversos puntos de la ciudad, incluido el estacionamiento del Centro Maya y el puente elevado de la carretera federal, a la altura del complejo residencial Playacar. Testigos y grabaciones compartidas en redes mostraron un embudo bien definido sobre el Caribe mexicano.
El meteorólogo municipal, Antonio Morales Ocaña, explicó que el embudo descendió desde la base de una nube de tipo cumulonimbus, un entorno tÃpico cuando coinciden temperaturas altas, humedad abundante e inestabilidad. Según sus estimaciones y los reportes locales, la columna giratoria alcanzó entre 600 y 900 metros de altura y estuvo vinculada a una lÃnea de turbonadas que transitaba por el litoral.
La formación se mantuvo sobre el agua y no llegó a tocar tierra. De hecho, comenzó a perder estructura al aproximarse a la franja costera, donde las precipitaciones intensas asociadas contribuyeron a su disipación. Protección Civil municipal no reportó daños en la zona turÃstica ni en viviendas cercanas. La vigilancia y el respeto a las recomendaciones oficiales siguen siendo la mejor manera de garantizar la seguridad.
De acuerdo con los protocolos locales, se reiteraron recomendaciones a prestadores de servicios y a navegantes para que, ante eventos de este tipo, atiendan únicamente los avisos oficiales y eviten aproximarse al fenómeno, por muy llamativo que resulte.
La Romana: influencia de onda tropical y vaguada
Horas después, otra tromba marina se observó en aguas de Caleta, en La Romana (República Dominicana). Meteorológicamente, su aparición estuvo favorecida por la onda tropical número 24 combinada con los efectos de una vaguada, un cóctel que intensificó la convección sobre el mar Caribe.
Con el mar cálido y una nube cumulonimbus bien desarrollada, el vórtice descendió y tocó la superficie del agua, generando el caracterÃstico embudo que pudo apreciarse bajo cielo gris y nuboso. Aunque su duración fue breve, las autoridades locales hicieron hincapié en la precaución para pescadores y embarcaciones cercanas.
La Habana: alertas preventivas y sin daños
En la capital de Cuba, durante el fin de semana se formó una tromba marina en medio de un episodio de inestabilidad, con nubes densas y cielo cubierto a mediodÃa. Ante la cercanÃa a zonas urbanas, las autoridades activaron alertas y pidieron a la población mantenerse alejada de la lÃnea de costa.
A pesar de la expectación que generó entre turistas y residentes, el fenómeno se mantuvo sobre el agua y no produjo daños en infraestructuras, embarcaciones ni bañistas. El evento se deshizo en poco tiempo, como es habitual en este tipo de mangas marinas.
Qué es una tromba marina y cuándo suele aparecer
Según la definición de referencia en el ámbito meteorológico, una tromba marina es una columna de aire en rotación de menor tamaño e intensidad que un tornado terrestre, que se forma sobre cuerpos de agua bajo nubes de gran desarrollo vertical, normalmente cumulonimbus o cúmulus congestus.
Existen dos categorÃas principales: las tornádicas, asociadas a tormentas eléctricas severas y con dinámica similar a la de los tornados, y las llamadas de buen tiempo, ligadas a convección menos intensa y, por lo general, de menor peligrosidad y desplazamiento más lento.
Conviene recordar que lo que asciende en el embudo es principalmente aire húmedo y gotas de nube, no agua succionada del mar en sentido literal. En el Caribe y otras latitudes cálidas son más frecuentes durante la temporada de calor y lluvias, cuando el contraste entre la superficie del mar y las capas bajas de la atmósfera favorece la inestabilidad y el giro.
Factores como la cizalladura del viento en capas bajas, una lÃnea de turbonadas o el paso de ondas tropicales y vaguadas pueden proporcionar el empuje final para que el vórtice se organice y resulte visible desde la costa.
Ante la presencia de una tromba marina, lo recomendable es no intentar acercarse para fotografiarla o grabarla y seguir las instrucciones de Protección Civil o de la autoridad marÃtima. Las embarcaciones menores deben evitar la zona y, de ser posible, regresar a puerto seguro.
En jornadas con pronóstico de inestabilidad y mar muy cálido, conviene monitorizar los avisos oficiales y permanecer atentos a cambios súbitos en el cielo, como bases de nube bajas y rotación evidente, que pueden anticipar la formación del embudo. La vigilancia y el respeto a las recomendaciones oficiales siguen siendo la mejor garantÃa de seguridad en la costa.