Cuando hay un ciclón que está causando bastantes destrozos en algún lugar del Pacífico oeste se repite mucho la palabra tifón, lo cual suele llevar a confusión cuando en realidad no tendría por qué. Esta formación tiene las mismas características que los huracanes que se forman en el Atlántico. De hecho, sólo tienen una única diferencia: su lugar de formación.
Esto significa que son unos fenómenos meteorológicos capaces de maravillarnos y de causarnos auténtico miedo, en función de su intensidad y del lugar donde se encuentre. Pero, ¿qué son?
¿Cómo se forma el tifón?
Los tifones o huracanes, son ciclones tropicales que se forman sobre el Atlántico y el Pacífico, pero sólo si el mar está muy cálido, con una temperatura de 22 grados centígrados como mínimo. El aire cálido y húmedo del mar se eleva causando un área de menor presión de aire cerca del océano. ¿Qué ocurre? El viento, que circula en direcciones opuestas, hace que la tormenta empiece a girar.
El aire se eleva cada vez más rápido llenado el espacio de baja presión, alimentado por al aire cálido de la superficie del mar. Al mismo tiempo, absorbe aire más frío y seco de la parte alta, el cual es dirigido hacia abajo. Pero esto no acaba aquí: mientras se va desplazando por el mar, la velocidad del viento continúa aumentando a medida que el ojo del tifón va absorbiendo el aire cálido. En el centro del fenómeno la situación es relativamente tranquila, y por lo tanto, la presión del aire es muy baja.
Categoría de los tifones
¿Qué es la Escala Saffir-Simpson?
La velocidad alcanzada por los vientos de estos fenómenos se clasifican según la escala de huracanes Saffir-Simpson. Esta escala fue desarrollada por el ingiero civil Herbert Saffir y el director del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, Bob Simpson en el año 1969.
La original fue desarrollada por Saffir, quien se percató de que no había una escala idónea para describir los efectos de los huracanes. Así, inventó una de cinco niveladas basada en la velocidad del viento. Posteriormente, Simpson añadiría los efectos del oleaje e inundaciones.
Además, a medida que el ciclón tropical va cogiendo fuerza, pasa por dos categorías iniciales, que son la depresión tropical y la tormenta tropical. Veamos en qué se diferencian:
- Depresión tropical: es un sistema organizado de nubes y tormenta eléctrica que tiene una circulación muy definida. La presión central es de >980mbar, y la velocidad del viento es de 0 a 62km/h. Puede causar inundaciones importantes.
- Tormenta tropical: es un sistema organizado de tormentas eléctricas muy fuertes con una circulación definida. Tiene una forma ciclónica, y la presión central es de >980mbar. Los vientos pueden soplar de entre los 63 a los 117km/h, por lo que son capaces de generar tornados.
Clasificación de los huracanes
Si el ciclón consigue fortalecerse todavía más, entonces empezará a llamarse huracán o tifón.
- Categoría 1: la presión central es de 980-994mbar, la velocidad del viento de 74 a 95km/h, y olas de entre 1,2 a 1,5m.
Causa inundaciones en las costas, así como daños en árboles y arbustos, especialmente a los que llevan poco tiempo plantados. - Categoría 2: la presión central es de 965-979mbar, la velocidad del viento de 154 a 177km/h, y hay olas de entre 1,8 a 2,4m.
Causa daños en los tejados, puertas, ventanas y en la vegetación, así como en las casas móviles. - Categoría 3: la presión central es de 945-964mbar, la velocidad del viento de 178 a 209km/h y hay olas de 2,7 a 3,7 metros.
Causa daños en las costas, donde destruyen edificaciones pequeñas. Puede haber inundaciones tierra adentro. - Categoría 4: la presión central es de 920-944mbar, la velocidad del viento de 210 a 249km/h, y olas de entre los 4 y los 5,5m.
Causa daños importantes en edificios pequeños, erosión en las playas e inundaciones hacia el interior. - Categoría 5: la presión central es de <920, la velocidad del viento de más de 250km/h, y hay olas de más de 5,5m.
Causa graves daños en las costas: inundaciones, destrucción de tejados, caída de árboles, desprendimientos de tierra. Puede ser necesaria la evacuación de los residentes.
¿Son beneficiosos?
Hablar de los ciclones tropicales es hablar siempre, o prácticamente siempre, de unos fenómenos que causan mucho daño. Pero lo cierto es que sin ellos, en algunas partes del mundo tendrían muchos problemas.
Así, los beneficios son:
- Arrastran lluvias y vientos, ayudando a que las zonas secas no lo sean tanto.
- Renuevan los bosques. Los ejemplares enfermos y/o débiles no soportan el paso de un tifón, por lo que al ser arrancados dejan sitio para que una semilla pueda germinar y crecer.
- Llenan las presas y recargan los acuíferos por lo que los agricultores pueden beneficiarse.
- Contribuyen a disminuir la temperatura en los trópicos que, de otro modo, sería más alta.
Los tifones son unos de los fenómenos meteorológicos de lo más sorprendentes, ¿no te parece? Espero que este artículo te haya sido de utilidad para saber sus características y cómo se clasifican.