Cada día se producen terremotos. La mayoría no somos capaces de sentirlos, pues son tan débiles que apenas hacen temblar la corteza terrestre, pero hay otros que además del temblor pueden activar la alarma de tsunami, pudiendo causar así un daño mayor. Ése es el caso del que ha sacudido Alaska hoy martes.
Con una magnitud de 8,2 grados en la escala Richter, la cual va del 0 al 10, este fenómeno ha sido registrado por el U. S. Geological Survey.
El sismo, que se ha producido a 10 kilómetros de profundidad, se ha detectado a 256 kilómetros al sureste de Chiniak, una localidad situada en la costa noroeste de Alaska. Por el momento, no hay que lamentar daños, pero como decíamos, hay una alerta de tsunami activada y, de hecho, las autoridades del país han instado a los que se encuentren en la costa a buscar refugio. Además, el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico (PTWC) ha pedido que se alejen de las zonas de baja altitud.
Hay que tener en cuenta que las alertas no significan que ese fenómeno vaya a ocurrir, sino que es posible que ocurra. Tal y como explica la Oficina de Emergencias de Anchorage, »las alertas de tsunami significan que un tsunami con una inundación importante es posible o ya está ocurriendo». Estos fenómenos marinos son muy peligrosos, pues las olas que generan llegan a medir 19 metros; y lo peor no es eso, lo peor es que pueden aparecer horas después del terremoto.
Por lo tanto, el riesgo es real y la prevención muy importante. Esto lo saben bien, no sólo en Alaska, sino también en la Columbia Británica (Canadá), en las costas de Hawái y el litoral de los Estados Unidos hasta la frontera con México.
Esperemos que no pase nada, pero si al final pasa, estarás informado.