El cambio climático hace aumentar la frecuencia y la duración de las sequías. Muchos países están declarando las alertas por falta de agua y comenzando a expandir los planes de actuación frente a la falta de agua de cara al verano que se nos presenta.
Somalia ha declarado un estado de alerta por la sequía que está azotando el terreno.
Desastre nacional
El presidente de Somalia, Mohamed Abdullahi Farmaajo, ha declarado el estado de «desastre nacional» para poder hacer frente ante la situación de falta de agua provocada por la grave sequía que está sufriendo gran parte del país. Ante una sequía de tal magnitud, las administraciones tienen que pasar a realizar métodos de ahorro de agua extremos. Reducción e incluso eliminación de los baldeos de calles, cortes de agua, reducción de la presión, etc.
Mohamed realizó un llamado de atención a la comunidad de Somalia para responder de una manera urgente a estas calamidades. La falta de agua no solo conlleva pobreza, sino aumento de enfermedades, hambre, etc. Además, ha llamado a la comunidad empresarial de su país y a la población somalí en el exilio a participar en las operaciones de recuperación en las zonas afectadas.
Población afectada
Son cerca de 3 millones de somalís los que están siendo afectados por esta sequía y se encontrarán en situación de emergencia alimentaria para el mes de junio de 2017. Esto puede provocar hambruna en buena parte del país debido a la falta de agua para el riego y las cosechas.
El presidente está continuamente recibiendo informes sobre la evaluación y la respuesta que tiene que tener ante tal situación de emergencia. La sequía ha desplazado a más de 135.000 personas en Somalia desde noviembre, según datos recogidos por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y el Consejo Noruego para Refugiados (NRC).
Los organismos internacionales temen que esta situación extrema de sequía genere una hambruna que produzca unas 250.000 muertes como ocurrió en 2011.