A causa del calentamiento global y el aumento de las temperaturas globales, el mar Muerto está sufriendo un cambio drástico en las últimas décadas. En el año 1983 se abrió un balneario en la playa del mar Muerto en el que los huéspedes podían salir del edificio y alcanzar el agua andando. Hoy día el panorama es distinto. Para poder llegar desde el balneario al agua, han tenido que instalar un tren que uno dos kilómetros de vía hasta el lago.
¿Se puede salvar el mar Muerto ante los efectos devastadores del cambio climático?
El mar Muerto
El Mar Muerto es el lugar más profundo de la superficie terrestre (no oceánica) – a 430 metros bajo el nivel del mar–, pero su volumen de agua sigue descendiendo. Bordeado por Jordania al este e Israel y Cisjordania al oeste, el mar es en realidad un lago. Los niveles de agua siempre han fluctuado. La historia dice que incluso fue más profundo hace unos 10.000 años. Pero ahora, las temperaturas globales han aumentado, a la vez que las sequías y las aguas descienden a un ritmo exacerbado.
El mar Muerto tiene una biodiversidad que sustenta y que ya está sufriendo los impactos del retroceso de agua (que disminuye cerca de un metro al año). Los ecologistas y científicos están preocupados porque el lago pueda desaparecer por completo si no se hace nada para evitar que esto continúe. Aunque solo las bacterias pueden sobrevivir a los niveles de sal del Mar Muerto, el lago sustenta la vida silvestre de su entorno.
Flora y fauna que sustenta el lago
Considerada una maravilla natural, el lago debe su nombre al hecho de que solo las bacterias y algunos hongos microbianos pueden habitarlo, ya que su agua es casi diez veces más salada que la del mar normal. No obstante, una multitud de plantas y animales, incluyendo mamíferos como la cabra montesa y el leopardo, dependen de los oasis, que rodean al lago.
Las investigaciones y los ecologistas advierten que conforme continúe bajando los niveles del mar, las zonas y condiciones cada vez más áridas tendrán un impacto en las masas de aves migratorias, que cada año se detienen allí para beneficiarse del clima templado.
¿Quién es el responsable de este desastre?
Estamos observando el detrimento de la calidad y cantidad de las aguas del mar Muerto, pero ¿quién es el causante de todo esto? Los expertos afirman que el cambio climático desempeña un papel importante, puesto que con el aumento de las temperaturas globales, aumenta la tasa de evaporación y la prolongación de las sequías. Sin embargo, el cambio climático no es el principal causante de esto. Lo es la actividad humana.
Al no tener datos demasiado evidentes sobre cómo afecta el cambio climático a la tasa de evaporación y al régimen de precipitaciones, está claro que la variable que más afecta al descenso de los niveles del mar es el consumo de agua potable en Israel, Jordania y Siria.
El Jordán, una vez poderoso, es el principal río que abastece a esta zona y también al Mar Muerto. En su origen es una de las grandes vías fluviales del mundo, y esencial para las fronteras en Oriente Medio. Sin embargo, las grandes represas, canalizaciones y estaciones de bombeo construidas para desviar el agua potable, han reducido el río a un reguero en algunos lugares. De los 1,3 millones de metros cúbicos que el Jordán transporta al mar Muerto, tan sólo el 5% llega al lago.
El problema del agua en Oriente Medio
Especialmente en Jordania, una de las regiones más áridas del planeta, el acceso al agua potable es uno de los principales motivos del conflicto. El mar Muerto paga por la escasez de agua en la región. Además las personas que viven en el lago también sienten el impacto económico del Mar Muerto. Muchas empresas de la zona dependen directamente de él, por su riqueza en minerales, y por sus legendarias virtudes terapéuticas.
También las industrias extraen los minerales del lago y cada vez es más difícil hacer negocios. La solución a este gran problema puede ser la construcción de un canal que transporte agua desde el mar Rojo al mar Muerto, de esta forma se puede detener el descenso de sus niveles.