¿Por qué se han invertido los polos magnéticos de la Tierra?

Los polos magnéticos de la tierra se han invertido muchas veces a lo largo de la historia

Nuestro planeta Tierra no siempre ha estado como ahora. Durante los miles de millones de años desde que se formó la Tierra, han habido episodios de glaciaciones, de extinciones, de cambios, de inversiones, ciclos, etc. Nunca está fija y tan estable.

Una de las cosas que han cambiado y que no ha estado así toda la vida es el polo magnético terrestre. Hace unos 41.000 años, la Tierra tenía una polaridad invertida, es decir, el polo norte era el sur y viceversa. ¿Quieres saber por qué ocurre esto y cómo lo saben los científicos?

Inversión en el polo magnético de la Tierra

En el interior de la tierra se encuentran el núcleo y el manto terrestre

A lo largo de la historia de la Tierra han ocurrido cambios en los polos magnéticos de forma repetida, llegando a durar cientos de miles de años. Para poder conocer esto, los científicos se basan en pruebas con los minerales que responden a estímulos magnéticos. Es decir, analizando la alineación de los minerales magnéticos se puede conocer qué orientación tenían los polos magnéticos de la Tierra hace millones de años.

Pero ya no sólo es importante demostrar que los polos magnéticos de la Tierra han ido cambiando a lo largo de la historia, sino por qué lo han hecho. Los científicos han encontrado lámparas gigantes de lava que tienen manchas de roca que se van elevando periódicamente y caen profundamente dentro de nuestro planeta. La acción de estas rocas puede provocar cambios en los polos terrestres y hacer que se volteen. Para llegar a encontrar esto, los científicos basaron sus estudios en señales que han dejado algunos de los terremotos más destructivos del planeta.

Casi por el borde del núcleo terrestre existe una temperatura de 4000° C por lo que la roca sólida va fluyendo gradualmente por millones de años. Esta corriente de convección en el manto hacen que los continentes se vayan desplazando y cambiando de forma. Gracias al hierro que se va formando y manteniendo en el núcleo terrestre, la Tierra mantiene su campo magnético que nos protege de la radiación solar.

La única forma que tienen los científicos de poder conocer esta parte de la Tierra es estudiando las señales sísmicas generadas por los terremotos. Con la información de la velocidad e intensidad de las ondas del terremoto pueden saber qué tenemos bajo nuestros pies y qué composición hay.

¿Existe un nuevo modelo de la Tierra?

Los materiales de interior de la Tierra actúan como una lámpara de lava

Con esta forma de estudiar la Tierra se puede saber que existen dos grandes regiones en la parte superior del núcleo terrestre donde las ondas sísmicas van viajando más lentamente. Estas regiones tienen bastante relevancia en cuanto a cómo afectan a toda la dinámica del manto, además de condicionar la manera en la que se va enfriando el núcleo.

Es gracias a los terremotos más fuertes ocurridos en las últimas décadas los que hacen posible el estudio de estas ondas  que viajan por el límite entre el núcleo y el manto terrestre. La investigación más reciente sobre estas regiones del interior de la Tierra muestra cómo la parte inferior del núcleo tiene una mayor densidad (de ahí a que esté abajo) y la parte superior una densidad mucho menor. Esto sugiere algo bastante importante. Y es que los materiales están aumentando en la superficie, es decir, se están desplazando hacia arriba.

Las regiones pueden ser menos densas por el simple hecho de estar a más temperatura. Al igual que pasa con las masas de aire (el más caliente tiende a ascender), dentro del manto y el núcleo de la Tierra ocurre algo parecido. Sin embargo, cabe la posibilidad de que la composición química de las partes del manto estén comportándose como las gotas de una lámpara de lava. Es decir, primero se van calentando y con ello ascienden para arriba. Una vez arriba, al no tener contacto con el núcleo de la Tierra, comienza a enfriarse y a hacerse más denso, por lo que vuelve a descender poco a poco de nuevo al núcleo.

Este comportamiento a modo de lámpara de lava cambiaría la forma en la que los científicos explican la extracción del calor de la superficie del núcleo. Además, puede servir perfectamente para explicar el por qué, a lo largo de la historia de la Tierra, se han invertido los polos magnéticos.

Fuente: https://theconversation.com/a-giant-lava-lamp-inside-the-earth-might-be-flipping-the-planets-magnetic-field-77535

Estudio completo: http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0012821X15000345


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