Las altísimas temperaturas que este viernes 18 de agosto han estado azotando en la mayor parte del país, han elevado a «muy alto» el riesgo de incendio en casi todo el territorio nacional, incluidos los archipiélagos. Esta situación ha generado alarma y preocupación en la población y las autoridades, ya que el peligro de incendios forestales se ha intensificado en estas últimas semanas debido a la combinación del calor extremo y la sequía. Solamente la mitad costera de Galicia presenta un riesgo bajo, así como casi toda la costa cantábrica, que incluye gran parte de Asturias. Algunas zonas de Murcia y Alicante próximas a la costa registran un riesgo más moderado.
El intenso calor que de nuevo vuelve a azotar a todo el país desde ayer, ha puesto en alerta a la mayor parte del territorio nacional. Se espera que a partir de mañana las temperaturas empiecen a descender; sin embargo, las alertas continuarán vigentes en gran parte del país. Los archipiélagos, especialmente Canarias, seguirán en alto riesgo, a excepción de alguna zona donde el riesgo será más moderado. Otras áreas que continuarán expuestas incluyen Andalucía, las provincias de Valladolid, Segovia, Zaragoza, parte del Pirineo de Huesca y zonas de las provincias de Ávila, Cuenca y Toledo. En Galicia, por el contrario, el riesgo aumentará a muy alto, lo que augura un fin de semana crítico.
Las zonas con más riesgo
Provincias enteras están bajo riesgo extremo de incendio en gran parte del país. Entre las provincias ubicadas en la banda Norte con mayor riesgo se encuentran Segovia, Soria, Guadalajara y amplias áreas de Barcelona, Zaragoza, Burgos, Valladolid y Ávila. En la banda Sur, existen riesgos extremos en gran parte de Extremadura y en la provincia de Ciudad Real. También hay zonas de Andalucía donde se anticipa que mañana gran parte de la comunidad mantendrá un nivel de riesgo extremo y muy alto.
Portugal, al igual que España, ha declarado estado de calamidad pública debido al riesgo de incendios. En este sentido, el país vecino ha tomado medidas exhaustivas para mitigar el impacto de posibles fuegos forestales, movilizando incluso a las fuerzas armadas, además de otros cuerpos de seguridad como la policía y los bomberos, quienes deberán estar listos para intervenir ante cualquier foco que pueda presentarse a lo largo del fin de semana. A pesar de que el clima cálido puede contribuir a la belleza de los paisajes, también aumenta la precariedad de los ecosistemas donde flora y fauna luchan por sobrevivir. Por lo tanto, la prevención y la planificación son fundamentales en estos momentos críticos.
Estadísticas de incendios en España 2023
A lo largo de 2023, España ha sido testigo de un notable aumento en el número de incendios forestales, con un saldo devastador de más de 89,000 hectáreas quemadas, de acuerdo con datos del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco). Esto se traduce en una cifra en torno a un 70% más baja que la registrada en 2022, que fue catalogado como uno de los años más oscuros para nuestros bosques. Sin embargo, incluso con esta mejora, el impacto sigue siendo severo y requiere atención inmediata por parte de los organismos competentes.
La temporada de incendios de 2023 comenzó antes de lo habitual, con varios incendios significativos reportados en primavera, especialmente en Asturias, donde el Principado cerró el año con más de 37,600 hectáreas quemadas, lo que representa un 86% más que la media de los últimos 15 años. En total, España registró 19 grandes incendios durante 2023, definidos como aquellos que superan las 500 hectáreas de terreno quemado. El más grave ocurrió en el municipio tinerfeño de Candelaria a mediados de agosto, donde se arrasaron casi 15,000 hectáreas, según fuentes oficiales. Las cifras de incendios han sido alarmantes, con un récord registrado en los meses de marzo y mayo, donde se superaron los 48,000 y 11,000 hectáreas quemadas, respectivamente.
La mayoría de los grandes incendios se produjeron durante la primera mitad del año, lo que llevó a un incremento significativo en el riesgo de incendios en general, sobre todo en regiones vulnerables como el suroeste de Francia y Portbou (Girona). Las olas de calor, cada vez más frecuentes y tempranas, han contribuido a elevar el riesgo de incendio en nuestro país, extendiendo cada vez más la temporada de incendios. El cambio climático es un factor crucial que afecta estos patrones, haciendo que la necesidad de fortalecer los esfuerzos en prevención se vuelva urgente. Además, el teniente general Luis Martínez Meijide, jefe de la Unidad Militar de Emergencia (UME), ha instado a redoblar esfuerzos en prevención durante las presentaciones de campañas de incendios, subrayando su importancia en la protección de nuestros ecosistemas.
El informe más reciente revela que la falta de gestión en el paisaje está contribuyendo a la intensidad de estos incendios. En este sentido, es esencial fomentar una gestión forestal sostenible que ayude a reducir la carga de combustible en los bosques y minimizar los riesgos asociados. El cambio en el uso del suelo y prácticas de agricultura también desempeñan un papel importante en el aumento de los incendios. La recuperación y adaptación de estas áreas son cruciales para mitigar el impacto de futuros incendios. Además, es vital entender cómo afecta el cambio climático a la situación de la sequía en España y sus consecuencias en la naturaleza, lo que puede llevar a incendios más severos. Para profundizar en este tema, puedes leer sobre la situación de la sequía en España.
Medidas y recomendaciones para prevenir incendios
La prevención de incendios forestales es una responsabilidad compartida entre las autoridades y la población. A continuación, se presentan algunas medidas que pueden contribuir a la reducción del riesgo:
- Instalación de detectores de humo: Es vital que los hogares y edificios públicos estén equipados con detectores de humo. Este pequeño dispositivo puede salvar vidas al alertar sobre un incendio antes de que se propague.
- Conciencia comunitaria: Fomentar campañas de concienciación sobre la importancia de la prevención y la actuación en caso de incendios es fundamental.
- Control de vegetación: La gestión adecuada de la vegetación, incluyendo la eliminación de materia combustible, es clave para reducir el riesgo de incendio en las áreas forestales. Se deben tomar en cuenta las medidas ante la vulnerabilidad de España ante el cambio climático, las cuales se describen en más detalle .
- Entrenamiento y preparación: La capacitación de los ciudadanos en el uso de extintores y cómo actuar en caso de un incendio puede hacer una diferencia significativa durante una emergencia.
Es importante que la población esté informada sobre los riesgos y que se mantengan canales de comunicación claros entre las autoridades y la comunidad para alertar en caso de cambios en el nivel de riesgo. En este sentido, se hace necesario el desarrollo de planes de prevención adecuados basados en la proyección de incendios futuros. También se recomienda tener un plan de evacuación y un kit de emergencia preparado para actitudes rápidas ante situaciones de riesgo.
La importancia de ejecutar planes de prevención de incendios en espacios públicos y en zonas naturales no puede subestimarse. Iniciativas como la limpieza de áreas recreativas, la instalación de señalización adecuada y la promoción de actividades de concienciación y educación ambiental son esenciales para asegurar la protección de nuestros bosques y espacios naturales. Asimismo, debemos recordar que los incendios forestales aumentarán en los próximos años y que la vigilancia y la prevención son la clave para mitigar sus efectos.
El cambio climático ha llevado a que los patrones de incendios sean más severos, haciendo que cada año se registre un periodo de riesgo más prolongado. Como resultado, la gestión de incendios debe adaptarse a estos desafíos cambiantes. Las recomendaciones y acciones preventivas deben ser reforzadas para adaptarse al nuevo contexto climático; además, la comunidad científica y las autoridades deben trabajar juntas para compartir información y recursos que respondan efectivamente a las necesidades emergentes.
Por último, se hace un llamado a todas las partes involucradas en la gestión de emergencias para que desarrollen estrategias conjuntas que permitan mejorar la resiliencia ante los incendios. Esto debe incluir el monitoreo continuo de los ambientes forestales, el uso de tecnologías avanzadas de detección y respuesta a incendios, y el desarrollo de protocolos de cooperación entre diferentes organismos para garantizar una respuesta rápida y efectiva en caso de un incendio.