Las estelas de condensación se manifiestan como nubes de hielo alargadas que ocasionalmente se forman en la estela de un avión, como resultado de la condensación del vapor de agua presente en las emisiones del motor. Además, otras formas de estelas pueden surgir en las puntas de las alas debido a la condensación del vapor atmosférico, que es inducida por la disminución de la presión y la temperatura que se experimenta a medida que el avión se mueve a través del aire. Sin embargo, estas últimas estelas suelen surgir durante el despegue y el aterrizaje en lugar de durante el vuelo a gran altitud, y tienen una duración significativamente más corta.
Muchas personas piensan numerosas conspiraciones alrededor de las estelas de condensación de los aviones y, por ello, vamos a contarte cómo se forman y a desmentir algunos mitos.
Cómo se forman las estelas de condensación
Los motores de los aviones liberan diversas emisiones, incluido vapor de agua, dióxido de carbono (CO2), trazas de óxidos de nitrógeno (NOx), hidrocarburos, monóxido de carbono, compuestos de azufre, así como hollín y partículas metálicas. Entre estas emisiones, el vapor de agua es el único componente significativo para la formación de estelas.
La formación de estelas extensas que se arrastran detrás de los aviones durante el vuelo requiere condiciones específicas de temperatura y humedad que permitan la condensación del vapor de agua liberado por los motores. Si bien los gases de azufre pueden ayudar en este proceso al promover la creación de pequeñas partículas que funcionan como núcleos de condensación, generalmente ocurre que hay suficientes partículas en la atmósfera para cumplir esta función. Otros gases y partículas emitidas por los motores de los aviones no afectan el desarrollo de las estelas de condensación.
A medida que los gases liberados por el avión interactúan con el aire ambiente, experimentan un rápido proceso de enfriamiento. Si la humedad atmosférica es adecuada para que la mezcla alcance la saturación, se producirá la condensación del vapor de agua. El grado de humedad en la mezcla, que determina si se alcanza la saturación, está influenciado por la temperatura y la humedad del aire circundante, además de la cantidad de vapor de agua y la temperatura de las emisiones del avión.
Categorías de estelas de condensación
La evolución de una estela de condensación, una vez formada, está influenciada por las condiciones atmosféricas. En consecuencia, se pueden observar los tres tipos de estelas de condensación que se muestran en el póster.
Las estelas de condensación transitorias son las breves rayas blancas visibles detrás de un avión, que desaparecen casi tan rápido como el propio avión se mueve. Estas formaciones surgen en condiciones en las que el vapor de agua atmosférico es mínimo, lo que hace que las partículas de hielo que constituyen la estela de condensación vuelvan rápidamente a su forma gaseosa.
Las estelas de condensación persistentes que no se extienden son rayas blancas alargadas que permanecen en la atmósfera después de que un avión haya atravesado el área, sin cambiar su tamaño. Estos fenómenos surgen cuando los niveles de humedad atmosférica son elevados, lo que impide que la estela de condensación se disipe, y pueden durar varias horas.
Las estelas de condensación que son persistentes y se extienden se manifiestan como líneas que aumentan en grosor, ancho e irregularidad a medida que la nube se expande. Este fenómeno surge cuando la humedad atmosférica se acerca al umbral de condensación, lo que facilita la condensación del vapor de agua sobre las partículas de hielo presentes en la estela de condensación. Además, si hay inestabilidad y turbulencia en la atmósfera, las estelas de condensación asumen una configuración irregular. Estas estelas de condensación pueden verse influidas por el movimiento del viento.
¿Es posible hacer predicciones?
Las primeras menciones de las estelas de condensación se remontan a la conclusión de la Primera Guerra Mundial, un período en el que los aviones comenzaron a operar a altitudes propicias para su formación. Antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, estos fenómenos se consideraban poco más que una curiosidad. Sin embargo, durante el conflicto, las estelas de condensación atrajeron una atención significativa debido a su potencial para revelar la presencia de una aeronave. En consecuencia, varias naciones iniciaron investigaciones centradas en comprender las causas y condiciones que conducen a su formación.
¿Debería preocupar el impacto de las estelas de condensación de los aviones?
Además de su importancia estratégica para la aviación militar, las estelas de condensación persistentes se han vuelto cada vez más pertinentes en el ámbito de la previsión, especialmente en lo que respecta a las predicciones climáticas a largo plazo. Una investigación científica realizada en 1998 estimó que la cobertura de nubes producida por las estelas de condensación de los aviones de fabricación humana representaba el 0,1% de la superficie de la Tierra, sin tener en cuenta los cirros que se desarrollan a partir de las estelas más duraderas. Además, las proyecciones indican que la expansión del tráfico aéreo, junto con los avances en la tecnología de los motores, probablemente elevará este porcentaje.
Si alguna vez tienes curiosidad por el fenómeno de las estelas de condensación que se entrecruzan y, en ocasiones, parecen crear un patrón de malla en el cielo, echa un vistazo al mapa de ENAIRE de las vías aéreas del espacio aéreo superior y verás la razón de ello.
Un informe del IPCC publicado en 1999 sobre los efectos atmosféricos de la aviación, al que se puede acceder aquí, indica que las investigaciones han identificado una correlación entre el aumento de la frecuencia de las estelas de condensación y las emisiones de las aeronaves y el aumento de la cobertura de cirros. Los cirros cubren típicamente aproximadamente el 30% de la superficie de la Tierra. Es probable que un aumento de la cobertura de cirros contribuya a un aumento de las temperaturas superficiales globales. En consecuencia, la posible influencia de las estelas de condensación en la escalada de las temperaturas globales es un tema preocupante.
Por el contrario, este informe también evalúa que las emisiones de los motores vinculados al tráfico aéreo contribuyen al 3,5% del impacto total de las actividades humanas en el cambio climático. Por lo tanto, independientemente de las estelas de condensación, las emisiones de las aeronaves representan una fuente importante de gases de efecto invernadero y contaminantes que merecen atención. Las estelas de condensación, que son simplemente nubes de hielo «inocentes», no representan una amenaza tóxica para los humanos como algunos pueden temer. Sin embargo, los efectos de la aviación sobre el medio ambiente son complejos pero indiscutibles, y es necesario que no pasemos por alto sus implicaciones para el futuro del planeta.