El aumento del nivel del mar como consecuencia del deshielo de los polos, la subida de las temperaturas en todo el mundo, y el progresivo incremento en la frecuencia de las inundaciones, están haciendo que Europa se empiece a tomar muy en serio el cambio climático.
Se están tomando una serie de medidas de adaptación con el fin de proteger las costas y evitar que ocurra el desastre. Pero, ¿cuáles son esas medidas?
A pesar de que el cambio climático ha quedado excluido del G20 gracias a Donald Trump, en el Viejo Continente hay once municipios europeos que la Agencia Europa de Medio Ambiente ha señalado como buenos ejemplos de adaptación a este problema que tarde o temprano nos terminará por afectar a todos, y son: Bilbao (España), Lisboa (Portugal), Copenhague (Dinamarca), Hamburgo (Alemania), Gante (Bélgica), Malmo (Suecia), Bratislava (Eslovaquia), Smolyan (Bulgaria), París (Francia), Amsterdam (Holanda) y Bolonia (Italia).
Entre las medidas que se adoptarán se encuentran: la construcción de estructuras que protejan de las inundaciones, el establecimiento de depósitos de agua y la naturalización de las ciudades colocando plantas en los tejados, crear huertos comunitarios y/o plantar árboles.
En el caso específico de Bilbao, se va a construir un nuevo barrio a prueba de inundaciones llamado Zorrotzaurre. El distrito estará en una península artificial unida a tierra firme por un puente. Los ciudadanos podrán sentirse muy seguros, ya que se instalará una gran barrera para protegerlos de las inundaciones. Pero las medidas no terminan en Zorrotzaurre, sino que además se elevará el nivel del suelo de los edificios y se crearán nuevos espacios verdes.
Por otra parte, en Copenhague se ha elaborado un plan para elevar los suelos en las entradas e instalaciones del nuevo metro, y también, donde se ha podido, en el antiguo.
Así, quizás las consecuencias del cambio climático no sean tan desastrosas.