La Tierra es un planeta dinámico, donde la superficie que habitamos está en constante transformación debido a procesos geológicos que, aunque a menudo imperceptibles, tienen un impacto profundo en el paisaje y en la vida que lo rodea. Entre estos procesos, la isostasia y la subsidencia juegan un papel clave en la forma y el equilibrio de la corteza terrestre.
En este artículo vamos a enseñaros qué es la isostasia y la subsidencia, cómo se originan y por qué son esenciales para comprender la dinámica de nuestro planeta.
Qué es la isostasia
La isostasia es el estado de equilibrio gravitacional que la capa exterior de la geosfera, que comprende la corteza y el manto adyacente, intenta alcanzar. Esta condición explica las variaciones de altitud, ejemplificadas por las distinciones entre océanos y continentes, que sirven para compensar las diferencias de densidad presentes en las distintas regiones. Los movimientos verticales, conocidos como movimientos epirogénicos, están involucrados en este proceso y se basan en el principio de Arquímedes, que se articuló como principio a fines del siglo XIX.
Las alteraciones del equilibrio isostático pueden ocurrir debido a la actividad tectónica o al derretimiento de los casquetes polares. La isostasia desempeña un papel crucial en la conformación del relieve de la Tierra. La corteza continental exhibe una densidad menor en comparación con el manto y la corteza oceánica. Cuando se produce un plegamiento dentro de la corteza continental, conduce a la acumulación de cantidades sustanciales de material en áreas designadas.
Después de este período de elevación, comienza la erosión, lo que resulta en la eventual deposición de materiales más allá de la cordillera, lo que a su vez causa una reducción en el peso y el volumen. Para compensar esta pérdida, las raíces de la corteza ascienden, dejando atrás materiales que han sufrido importantes procesos metamórficos en la superficie.
Qué es la subsidencia
El término describe el descenso gradual de una superficie, que normalmente se refiere a la litosfera, que se produce debido a los movimientos relativos de las placas tectónicas, que abarcan tanto la convergencia como la divergencia de estas placas. En un nivel más localizado, la subsidencia puede ser resultado del asentamiento de la tierra dentro de las cuencas sedimentarias, un proceso que a menudo se acelera por actividades humanas como la extracción de petróleo o el agotamiento de las aguas subterráneas.
Además, el cese de la actividad volcánica en áreas específicas que rodean los volcanes, como se observa en los atolones, contribuye a este fenómeno. A medida que se produce la subsidencia, se produce un aumento del nivel del mar. Por el contrario, la elevación se refiere al aumento de la elevación de la superficie sólida de la Tierra, lo que conduce a una disminución posterior del nivel del mar.
La subsidencia en varios campos científicos
En meteorología, el término subsidencia denota el movimiento descendente del aire frío desde las capas superiores de la atmósfera, un fenómeno que puede atribuirse con precisión al aumento de la densidad del aire a medida que se enfría.
En el ámbito de la oceanografía, la subsidencia se refiere al hundimiento de las aguas oceánicas dentro de la zona costera continental, que se encuentra típicamente a lo largo de las costas orientales de los continentes. Aquí, las corrientes marinas, incluidas las corrientes ecuatoriales y otras, recogen volúmenes significativos de agua, que luego son arrastradas en dirección opuesta (de oeste a este) debido a la influencia del fondo marino, siguiendo el movimiento de rotación de la Tierra.
Así, un proceso similar ocurre en la atmósfera. En la zona intertropical, la corriente ecuatorial se genera como una respuesta inercial a la rotación de la Tierra. La compensación del agua que se mueve en dirección opuesta a la rotación de la Tierra se produce no solo en el fondo oceánico dentro de la zona ecuatorial, sino también en la superficie. Este fenómeno se manifiesta tanto en una escala menor, dando lugar a la formación de contracorrientes ecuatoriales, como en una escala mucho mayor, ejemplificada por las corrientes de oeste a este.
La subsidencia se produce en las zonas de convergencia de las placas tectónicas, lo que se refiere a la colisión entre dos placas que se mueven en direcciones opuestas. Esta interacción conduce al levantamiento de una placa, normalmente la placa continental, mientras que la otra placa, normalmente la placa oceánica, se hunde en el manto. Evidentemente, la subsidencia tiene lugar en la placa submarina, creando lo que se conoce como fosa oceánica; en este contexto, el hundimiento se denomina subducción.
Un ejemplo notable es la fosa sudamericana ubicada en la costa del Pacífico (Fosa Perú-Chile), que alcanza profundidades superiores a los 8.000 metros bajo el nivel del mar. La fosa de las Islas Marianas tiene el récord de fosa oceánica más profunda, con una profundidad que supera ligeramente los 11.000 metros.
Diferencias entre isostasia y subsidencia
Aunque la isostasia y la subsidencia están relacionadas con los cambios en la superficie terrestre, son procesos distintos tanto en su origen como en sus implicaciones.
La isostasia es un concepto teórico que describe el equilibrio gravitacional entre las diferentes masas de la corteza terrestre flotando sobre el manto más denso. Es similar a cómo un iceberg flota en el agua: las partes más densas o voluminosas de la corteza, como las montañas, se hunden más profundamente en el manto, mientras que las áreas más ligeras, como las llanuras, permanecen más elevadas. Este equilibrio se ajusta constantemente en respuesta a cambios en la masa, como la erosión, el depósito de sedimentos o el derretimiento de glaciares. La isostasia actúa a lo largo de millones de años, contribuyendo al modelado del relieve terrestre.
Por otro lado, la subsidencia es un fenómeno localizado que ocurre cuando una porción del terreno desciende de manera progresiva. Este hundimiento puede tener causas naturales, como la compactación de sedimentos, el vaciamiento de cámaras magmáticas o el movimiento de placas tectónicas, pero también puede ser inducido por actividades humanas, como la extracción de agua subterránea, petróleo o gas. A diferencia de la isostasia, que busca un equilibrio a gran escala, la subsidencia suele ser un proceso más rápido y puede generar problemas inmediatos, como inundaciones, daño a infraestructuras y cambios en los ecosistemas.
Espero que con esta información puedan conocer más sobre qué es la isostasia y subsidencia en el ámbito de la geología.