Los fenómenos naturales devastadores relacionados como la meteorología, como por ejemplo huracanes e inundaciones, no solo dejan tras de sí un rastro de destrucción y, a menudo, víctimas mortales. Cuando ya ha pasado todo, todavía queda la titánica tarea de recuperar las zonas afectadas. Una labor que requiere años y muchos esfuerzos, y que no siempre culmina con éxito.
Por eso son tan importantes los proyectos de recuperación, sobre todo los de iniciativas privadas, que pueden ayudar al desarrollo social y económico de regiones, zonas y comunidades excluidas de los grandes programas de ayuda.
La recuperación de zonas afectadas por desastres naturales es más efectiva cuando, además de las ayudas de los organismos públicos y el trabajo de los voluntarios, intervienen las fórmulas de inversión privada. Eso es precisamente lo que hace EthicHub.
Índice
Proyectos de desarrollo y recuperación en el Eje Cafetero
Según el informe del Banco de la República de Colombia de julio de 2023, existe una tendencia creciente en la frecuencia de eventos climáticos extremos en el país, pero también en los costes económicos y sociales generados por estos.
Las cifras son tan llamativas como preocupantes: cerca de 21,5 millones de personas afectadas en las dos últimas décadas. Con miles de desaparecidos y fallecidos. En cuanto a los daños materiales, enormes aunque difícilmente cuantificables, generan un impacto socio-económico muy negativo: tras la destrucción, el proceso de reconstrucción de estructuras, equipamientos y medios de producción es lento y costoso.
El Eje Cafetero colombiano es uno de los pilares de la economía del país. Como es sabido, el sector agrícola es especialmente sensible a los desastres meteorológicos y a los desequilibrios climáticos. EthicHub pone el punto de mira en este sector con sus proyectos de ayuda a los pequeños agricultores del Valle del Cauca,y también a la Asociación de Mujeres Cafeteras de Garzón, para que puedan exportar sus cosechas y mantener así su modo de vida.
Amenazas climáticas y soluciones para el sector agrícola mexicano
México es uno de los países más afectados por el cambio climático y los desastres naturales relacionados con los fenómenos meteorológicos. Las sequías prolongadas y las lluvias torrenciales, cada vez más frecuentes, tienen consecuencias muy negativas en la actividad agraria, lo cual pone en riesgo la supervivencia de cientos de miles de personas cuyo único medio de vida es cultivar la tierra.
En los últimos cincuenta años, las temperaturas medias del país han aumentado 0,85º C. También el patrón de precipitaciones ha cambiado, con periodos secos sin lluvias cada vez más largos, sobre todo en el norte de México. Tampoco hay que olvidar el aumento de los ciclones tropicales, tanto en frecuencia como en capacidad destructiva.
Todo en conjunto genera cada vez más problemas y un coste económico inasumible. Solo en el sector agrícola, el rendimiento de los cultivos se ha visto gravemente afectado. Por eso también aquí los proyectos de inversión e impacto social de EthicHub juegan un papel esencial. El objetivo es recuperar las zonas más sensibles y potenciar su desarrollo.
Los principales proyectos de recuperación y desarrollo giran en torno a la producción cafetera. Los créditos a los que acceden las comunidades cafeteras gracias a las inversiones de EthicHub (por ejemplo, las de Agua Caliente, Camambé, Ejido Toluca o Río Negro) hacen posible mantener los cafetales activos, produciendo café para su posterior exportación.
Invertir recursos en zonas castigadas
Todas las propuestas de EthicHub en estas y otras regiones del mundo se basan en una serie de proyectos de impacto social que, al mismo tiempo, representan una interesante oportunidad para muchos inversores particulares. No se trata solo de “donar” para ayudar a otros, sino de que ambas partes obtengan un beneficio.
La base del proyecto se fundamenta en el uso de la tecnología blockchain, la cual facilita la libre circulación de dinero entre las economías desarrolladas y los países emergentes. Funciona con préstamos que tienen costes operativos muy bajos (apenas el 1%) y que además se encuentran protegidos por un sistema de doble garantía.
Lo mejor es que todo es que con este sistema todo el mundo sale ganando: los inversores, que pueden obtener hasta un 8-10% de beneficio simplemente operando desde el móvil, y los pequeños agricultores, para quienes estas inversiones suponen poder obtener la financiación que necesitan para crédito para iniciar su negocio y garantizarse un medio de vida digno.