Proba-3: la misión pionera que creará eclipses artificiales para estudiar el Sol

  • Proba-3 es una misión conjunta de la ESA y España que incluye dos satélites que volarán en formación para crear eclipses artificiales.
  • El proyecto tiene como objetivo el estudio avanzado de la corona solar y el desarrollo de tecnologías de vuelo en formación.
  • España es el principal contribuyente de la misión, aportando cerca del 40% del presupuesto.
  • El éxito de Proba-3 supone una gran colaboración internacional con empresas de 16 países y marcará un hito en la investigación espacial.

Satelites Proba-3 en el espacio

La misión Proba-3 es uno de los proyectos más interesantes y prometedores de la Agencia Espacial Europea (ESA). Este ambicioso proyecto busca revolucionar el estudio del Sol mediante la creación de eclipses solares artificiales, utilizando dos satélites que volarán en formación a una distancia de 150 metros el uno del otro, uno denominado Occulter y el otro Coronagraph. El primero bloqueará la luz del Sol, mientras que el segundo podrá capturar detalladas imágenes de la corona solar, la capa más externa del Sol, completamente libres de las interferencias de la atmósfera terrestre.

La misión, liderada por la empresa española SENER, cuenta con la coordinación y la colaboración de otras importantes compañías de España, como GMV y Airbus España. De hecho, el 40% del presupuesto total de 200 millones de euros ha sido financiado por España, lo que refleja su profunda implicación en el desarrollo de tecnologías espaciales avanzadas.

El estudio de la corona solar

La corona solar es una de las áreas menos comprendidas de nuestro astro. A pesar de ser inmensamente caliente, con temperaturas que alcanzan millones de grados, se sabe relativamente poco sobre los mecanismos que la calientan o cómo se originan fenómenos tan potentes como las Eyecciones de Masa Coronal (CME), que pueden tener efectos devastadores sobre los sistemas de comunicación y navegación de la Tierra.

Satélites Proba-3 volando en formación

El uso del Coronagraph, colocado en una órbita a más de 60.000 kilómetros de la Tierra, y protegido por el Occulter, permitirá a los científicos observar la corona sin las limitaciones que supone la atmósfera terrestre, abriendo la puerta a nuevas respuestas y descubrimientos científicos. Este método autónomo de vuelo en formación promete alcanzar una precisión milimétrica, lo que lo hace único a nivel mundial.

Tecnología de vuelo en formación

Proba-3 no es solo una misión de observación solar. También busca validar tecnologías de vuelo en formación, un avance clave para futuras misiones espaciales que requieran la sincronización precisa de múltiples satélites. En Proba-3, ambos satélites operarán de manera autónoma, calculando constantemente su posición y movimiento respecto al otro. Esta capacidad de coordinación espacial ha sido gestionada por empresas como GMV, que ha desarrollado el Subsistema de Vuelo en Formación (FFS), responsable de asegurar que ambas naves permanezcan perfectamente alineadas durante la misión.

Coronagraph y Occulter funcionando

Este hito tecnológico abre la puerta a un nuevo tipo de misiones científicas que podrían utilizar múltiples satélites para actuar como un solo instrumento de observación. Además de estudiar el Sol, este avance podría ser aplicado a telescopios espaciales complejos, misiones de astronomía de gran precisión e incluso para misiones de mantenimiento en órbita.

El papel clave de España

Uno de los aspectos más destacados de Proba-3 es la participación de la industria española, que ha jugado un papel fundamental en cada paso del desarrollo de la misión. El Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades ha sido clave en la habilitación de fondos para permitir que empresas como SENER, Airbus Defence & Space España, GMV y Deimos participen activamente.

Estructura de los satelites Proba-3

Además, Proba-3 representa un modelo de colaboración internacional entre más de 16 países y cerca de 40 empresas, lo que refleja la capacidad de los equipos europeos y, especialmente, españoles, para liderar proyectos de vanguardia en el espacio.

El éxito de esta misión reforzará la posición de España en la industria aeroespacial y allanará el camino para nuevas misiones en colaboración con la ESA. De hecho, el país ha estado incrementando su participación en proyectos internacionales, buscando posicionarse como uno de los líderes en tecnologías espaciales avanzadas.

Un futuro lleno de posibilidades

El despegue de Proba-3 está programado para diciembre de 2024 desde el Centro Espacial Satish Dhawan en la India. Aunque la duración prevista de la misión es de 18 meses, se espera que la tecnología desarrollada y probada en esta misión sea fundamental para proyectos futuros.

Equipo de control de Proba-3

Los avances logrados en vuelo en formación, navegación autónoma y observación solar sentarán las bases de misiones aún más complejas y ambiciosas. La posibilidad de crear estructuras espaciales modulares y funcionales con la coordinación autónoma de varios satélites promete transformar el futuro de la exploración espacial. Con Proba-3, no solo estamos más cerca de entender mejor nuestro Sol, sino también de replantear la forma en que diseñamos y operamos instrumentos espaciales de gran precisión.


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