Por qué hay calma dentro del ojo de un huracán

  • El ojo del huracán es una zona de calma en medio de fuertes tormentas.
  • Se forma cuando los vientos alcanzan 128 km/h, creando un vacío en el centro.
  • Las condiciones en el ojo incluyen alta temperatura y baja presión atmosférica.
  • Tras pasar el ojo, los vientos y lluvias intensos regresan rápidamente.

calma dentro del ojo del huracan

Cuando el ojo de un huracán de gran magnitud toca tierra, los habitantes de la región afectada por el centro de la tormenta experimentan un retorno temporal a la tranquilidad. Normalmente, los vientos y las lluvias disminuyen, el cielo se aclara y, si ya ha anochecido, sale la luna o se hacen visibles las estrellas.

¿Por qué ocurre esto? Sigue leyendo porque en este artículo vamos a contarte por qué hay calma en el ojo del huracán.

Calma en el ojo del huracán

centro de un huracan

Con el huracán Dorian en las Bahamas, ocurrió que tras horas de fuertes vientos, oleajes monumentales y fuertes lluvias, numerosos residentes de las islas Ábaco y Gran Bahama tenían la impresión de que Dorian se alejaba. Las imágenes comenzaron a difundirse en las redes sociales, mostrando a personas que salían de sus casas para documentar la devastación provocada por el huracán. La situación llegó a un punto crítico, lo que llevó al Centro Nacional de Huracanes (NHC) de los Estados Unidos a utilizar sus plataformas de redes sociales y boletines oficiales para instar a la cautela y aconsejar a los fotógrafos aficionados que buscaran refugio.

De hecho, tan solo unas horas después, las lluvias y los vientos regresaron con una intensidad superior a todo lo que habían encontrado hasta ese momento. Durante más de 24 horas, las fuertes lluvias persistieron en las Bahamas, y los informes tanto de los medios de comunicación como de las autoridades indicaron que la devastación resultante fue significativa.

¿Cómo se puede explicar la tranquilidad que sintieron numerosas personas durante varias horas antes del resurgimiento de la tormenta? Este fenómeno se conoce como el ojo del huracán.

¿Por qué hay calma en el ojo del huracán?

ojo del huracan

Para comprender la tranquilidad que se encuentra en el centro de los huracanes, primero hay que comprender la estructura fundamental de estos sistemas tempestuosos. Los huracanes se desarrollan en áreas de baja presión atmosférica sobre aguas cálidas, donde comienzan a circular vigorosas corrientes de aire. A medida que el agua del océano aumenta de temperatura, el aire ascendente genera remolinos para compensar la baja presión resultante. Este fenómeno hace que el aire sea atraído hacia adentro y hacia arriba, aumentando así la baja presión en el centro.

Puedes profundizar más sobre la formación del ojo del huracán en nuestra página dedicada.

Cuando la velocidad del viento alcanza los 128 km/h, se forma un fenómeno al que los meteorólogos denominan «ojo», que se caracteriza por su forma casi circular, creando una especie de «vacío». Esta zona suele estar en calma, y ​​las razones de esta tranquilidad son notables.

El mecanismo preciso responsable de la formación del centro sigue siendo un tema de debate y está abierto a múltiples interpretaciones teóricas. Para proporcionar un ejemplo familiar, considera una secadora de ropa: a medida que gira, se forma un vacío en su centro. Un fenómeno comparable ocurre en los huracanes, donde múltiples fuerzas, como las fuerzas centrífugas, contribuyen a la creación de una zona despejada en el centro.

En el ojo, la presencia de temperaturas elevadas y aire cálido provoca el rápido movimiento ascendente del agua evaporada, lo que da como resultado un aire seco que carece de la capacidad de condensarse y, en consecuencia, normalmente no produce nubes.

¿Existe un método para determinar la ubicación del ojo del huracán?

ojo del huracan irma

En la actualidad, la disponibilidad de satélites y tecnología de radar permite un monitoreo continuo del ojo de los huracanes. Los aviones de reconocimiento suelen penetrar en estos sistemas para recopilar datos, ya que su presión sirve como indicador principal del aumento de la intensidad. No obstante, ciertos indicadores pueden ayudar a identificar su presencia en el ojo de un huracán, siempre que posea los instrumentos necesarios para la medición.

En esa región, hay una disminución repentina de la presión atmosférica. La temperatura suele superar la del entorno circundante en hasta 10 ºC. Aquí puedes encontrar información adicional sobre los conceptos relacionados con los huracanes.

A falta de instrumentos para evaluar estas variables, hay que tener en cuenta que las condiciones posteriores al paso de un ciclón no mejoran rápidamente. Si se produce una calma repentina, es probable que se encuentre en el ojo de la tormenta.

¿Cuál es la lógica detrás de la observación de que el ojo suele ser reemplazado por lluvias y vientos más intensos?

La conocida tranquilidad que se encuentra en el centro de los huracanes ha inspirado títulos en una amplia gama de medios, incluida la literatura y la música. La explicación de por qué el ojo suele ser reemplazado por la parte más severa de la tormenta se encuentra en los principios de la física.

Para ilustrar este punto, observa la dirección en la que se arremolina el agua al salir de la ducha o del lavabo. En condiciones físicas óptimas, donde no interfieren fuerzas externas o factores ambientales significativos, se puede observar que en el hemisferio norte, la rotación se produce constantemente en sentido contrario a las agujas del reloj, mientras que en el hemisferio sur, la rotación se observa en el sentido de las agujas del reloj. El fenómeno responsable de esto fue identificado en el siglo XIX y se conoce como efecto Coriolis, que surge de la rotación de la Tierra sobre su eje.

La fuerza responsable de la rotación en sentido antihorario de los huracanes en el hemisferio norte es significativa. Según la NOAA, este fenómeno explica por qué la mayor intensidad de vientos se concentra en el lado derecho, resultado del efecto Coriolis, que juega un papel crucial en la formación de remolinos de viento en esa región. Puedes consultar más sobre las diferencias entre huracanes y tornados aquí.

Según la NOAA, «Un huracán que permanece estacionario con vientos sostenidos de 145 km/h producirá vientos que alcanzarán hasta 160 km/h en su lado derecho». Además, «el ojo de la tormenta se desplaza a una velocidad de 130 km/h en el lado derecho y mantiene la misma velocidad de 130 km/h en el lado izquierdo si comienza a moverse en cualquier dirección. Sin embargo, existe un factor adicional que desencadena la aparición de fuertes lluvias y vientos tras el paso del ojo.

La característica definitoria de los huracanes es que sus centros están marcados por una formación de nubes de tormenta. Estas formaciones, denominadas cumulonimbos, presentan un desarrollo vertical significativo y plantean desafíos considerables para los pilotos. La estructura de estos nubes conforma la pared del ojo, donde se concentran los vientos más intensos dentro del ciclón tropical. Por eso, los meteorólogos suelen recomendar buscar refugio durante su paso, ya que la pared de tormentas circundante puede resurgir rápidamente, marcando el inicio de una nueva fase de la tormenta.

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