El Volcán Popocatépetl atraviesa un periodo de actividad sostenida con conteos diarios que oscilan entre decenas de exhalaciones y varias horas de tremor. Actualmente, el Semáforo de Alerta Volcánica se mantiene en Amarillo Fase 2. En las últimas jornadas, se observó una fumarola persistente y, de manera notable, la cumbre aparecía nevado en pleno verano.
Las autoridades insisten en la importancia de mantener el radio de exclusión de 12 kilómetros, evitar difundir rumores y atender solo la información oficial. El monitoreo confirma emisiones de vapor, gases y ceniza ligera que se desplazan por el viento en diferentes direcciones.
Balance de la actividad más reciente
El 6 de agosto, se registraron 38 exhalaciones y aproximadamente 1.030 minutos de tremor de baja amplitud, acompañado por una pluma continua que se desplazaba hacia el oeste-suroeste. El día 7 de agosto, se reportaron 55 exhalaciones y 580 minutos de tremor con características de alta frecuencia y armónico, con emisiones constantes hacia el oeste-noroeste.
En otro informe, se documentaron 46 exhalaciones y 648 minutos de tremor, también de alta frecuencia y armónico, en condiciones de nubosidad parcial que dificultaba la visibilidad del volcán en algunos momentos. Además, se registraron 17 exhalaciones y 754 minutos de tremor, evidenciando un patrón de baja a moderada intensidad.
Estos registros corresponden a una actividad caracterizada por exhalaciones de baja intensidad acompañadas por vapor de agua, gases y ceniza ligera, sin que ello implique cambios en el nivel de alerta.
Semáforo y escenarios previstos
El Semáforo de Alerta Volcánica continúa en Amarillo Fase 2, lo que requiere vigilancia constante y la disposición para episodios súbitos propios de un volcán activo con conducto abierto. Los posibles escenarios incluyen:
- Explosiones menores o moderadas que expulsen material incandescente dentro del perímetro restringido.
- Tremor de amplitud variable, asociado a la salida de gases y ceniza.
- Caída de ceniza ligera a moderada en zonas cercanas y, en ocasiones, en localidades más alejadas.
- Lahares por la interacción de ceniza acumulada con lluvias, que pueden descender por barrancas y cañadas.
- Flujos piroclásticos de corto alcance que, respetando la zona de seguridad, no deberían afectar núcleos poblados.
meteorología, nieve en verano y emisiones
El 8 de agosto, se observó una `fumarola de gran tamaño` y la cima del volcán apareció cubierta de nieve. Este fenómeno, aunque parece típico del invierno, se explica por las lluvias estacionales y las bajas temperaturas a esa altitud.
El viento puede desplazarse en dirección al suroeste, afectando zonas como Atlixco, áreas de Morelos, sectores de Guerrero y el Estado de México. La nubosidad en ocasiones oklusa el cráter, aunque las señales sísmicas de tremor continúan presentes.
El comportamiento actual indica un escenario de emisiones intermitentes de vapor y ceniza, con variaciones meteorológicas que pueden intensificar la pluma o favorecer la deposición de partículas finas a sotavento.
Recomendaciones y canales oficiales
Las autoridades insisten en que no se debe ascender al volcán. Mantener el radio de exclusión de 12 km es fundamental para evitar fragmentos balísticos y otros fenómenos peligrosos cerca del cráter.
En caso de caída de ceniza, es recomendable evitar actividades al aire libre, cerrar puertas y ventanas, cubrir depósitos de agua y proteger ojos, nariz y boca. Ante lluvias fuertes, alejarse de barrancas y cauces debido al riesgo de lodo y escombros.
Para información confiable, consulte el Cenapred y la CNPC. En emergencias volcánicas, están disponibles los teléfonos 800-713-4147 y 911. También, evitar contratar tours o ascensos no autorizados para prevenir estafas y accidentes.
Ciencia y vigilancia
Desde el Instituto de Geofísica de la UNAM, liderados por Marco Calò, se desarrolló un modelo en 3D del interior del volcán, que funciona como una radiografía avanzada de su estructura.
La red de 18 estaciones sísmicas, instalada desde 2019, junto con el uso de Inteligencia Artificial, permite analizar en horas lo que antes llevaba meses. Este sistema, impulsado por Karina Bernal, clasifica señales y distingue entre ruptura de roca y paso de gases en el magma.
El trabajo de campo incluye expediciones de alta montaña para mantener los equipos, realizadas en condiciones exigentes. Se complementan con contribuciones como la tomografía sísmica de Leonarda Isabel Esquivel Mendiola, que ayuda a mapear el sistema volcánico.
Este avance científico tiene como finalidad salvar vidas: contar con una visión precisa de conductos y cámaras ayuda a mejorar las alertas y las decisiones de evacuación. El siguiente paso en la investigación busca implementar tomografías 4D para estudiar cambios en el tiempo.
El Popocatépetl, con 5.452 m de altura, es uno de los volcanes más activos de México. Desde 1994, está prohibido ascender por motivos de seguridad. Entre los episodios más destacados se encuentran las erupciones de diciembre de 2000, con evacuaciones masivas, la explosión del 25 de diciembre de 2005 que elevó una columna de ceniza a aproximadamente 3 km y expulsó lava, además de las exhalaciones y explosiones de 2011-2012 y en 2013 con fragmentos incandescentes proyectados a varios metros.
Para el montañismo, los especialistas de la UNAM aconsejan buscar alternativas durante la fase actual y desaconsejan tours no autorizados, ya que la exposición innecesaria pone en peligro tanto a visitantes como a los equipos de rescate.
La situación del volcán se mantiene estabilizada dentro de la alerta vigente: diferentes informes reflejan entre 17 y 55 exhalaciones diarias y hasta 1.030 minutos de tremor. La presencia de nieve estacional en la cima y las emisiones de ceniza a sotavento continúan siendo factores relevantes para la gestión del riesgo, respaldada por una vigilancia técnica reforzada y el cumplimiento de las medidas de seguridad, lo que permite gestionar mejor el riesgo y ofrecer información confiable a la población.