En anteriores artículos estuvimos hablando de las constelaciones y cómo se podían identificar. estuvimos hablando de las razones por las que se le da nombres y entre ellas se dijo que provenían de la mitología y la historia. En este caso, vamos a hablar de una mito que dio lugar al nombre de una constelación. Se trata de Perseo. En este artículo te vamos a contar toda la historia que da origen a este nombre y el por qué se decidió ponerlo en una constelación de estrellas.
¿Eres curioso y quieres saber la historia de Perseo y Andrómeda? Sigue leyendo y podrás descubrirla.
Orígenes
Esta historia comienza con Acrisio, rey de Argos. Este hombre se casó con Aganipe y tuvo una hija a la que llamaron Dánae. Al no tener ningún hijo varón (por aquel entonces los varones eran los que heredaban los imperios y, por ello, surgía la necesidad de tener un varón) Acrisio preguntó a un oráculo que si tendría algún hijo y si sería varón. A lo que este le contestó que jamás tendría más hijos. Ante la respuesta, Acrisio se entristeció, puesto que no tendría más remedio que dejar que Dánae heredara el trono tras su reinado.
Para colmo, no tenía suficiente con la noticia de que no tendría hijos, sino que el oráculo le dijo que su nieto le asesinaría. ¿Cómo iba el hijo de Dánae juzgarlo de tal forma para llegar a matarlo? Seguramente sería en venganza por la indiferencia ofrecida hacia su hija por el hecho de no ser un varón. Acrisio no se quedó de brazos cruzados y encarceló a su hija para evitar este desastre.
La celda donde la encerró tenía los barrotes de bronce y estaba custodiada por unos perros salvajes que no dejarían que se escapase. Zeus era por aquella época el dios de dioses que habitaban en el Olimpo. Para problema de Acrisio, Zeus se enamoró de Dánae, su hija. Al ser el dios de dioses nadie podía rebatirle sus decisiones y la consiguió sacar de prisión. La cubrió de oro e hizo que engendrara un hijo llamado Perseo. Así es como nació nuestro protagonista.
Perseo, el hijo de Zeus
Acrisio temió por su vida porque, no sólo no tendría más hijos, sino que su nieto Perseo le asesinaría según el oráculo. Para evitar que fuera asesinado, una vez más hizo de las suyas y a escondidas encerró a su hija y su nieto en un baúl y lo lanzó al mar. De este modo, se aseguraba que las corrientes de los mares y océanos enfurecidos acabaran con las vidas de estos pobres inocentes.
Este baúl fue navegando a la deriva hasta llegar a la isla Sérifos, donde habitaba un pescador que pudo encontrarla y rescató a ambos. El rey de la isla donde acabaron les aceptó en su casa y pudieron recuperarse de la travesía a la deriva. Todo lo contrario de lo que se pensaba Acrisio, madre e hijo prosperaron en esa isla debido a que, Polidectes, el rey de la isla se enamoró de Dánae y cuando pasó un tiempo tenía en mente el casarse con ella.
La misión de Perseo
Este rey quería librarse del hijo de Dánae ya que no tenía dinero y no podía aparentar que se iba a casar con una pobre. Así que anunció al pueblo que pretendía casarse con una rica y mandó a todo el mundo a que trajera regalos, que luego le daría a su auténtica esposa. Envió a Perseo a una misión suicida. La misión consistía en traer la cabeza de una medusa Gorgona. Estas medusas tenían la capacidad de convertir en piedra a todo aquel que la mirase a los ojos. Por ello, era casi una misión suicida.
Por otro lado, Atenea, diosa de la sabiduría y de la guerra, conoció sobre la misión que habían encomendado a Perseo de traer la cabeza de la medusa Gorgona y se fue a ayudarle para que no pereciera en su misión de vida o muerte. Le ayudó porque era la enemiga de Medusa y se aliarían juntos para acabar con ella.
Le ayudó dándole un escudo brillante con el que cegaría a Medusa y con el que podría distinguir entre las hermanas que eran inmortales. A diferencia de ellas, el objetivo de Perseo era mortal y podría cortarle la cabeza para traerlo como regalo. También le otorgó unas sandalias aladas con las que podría volar hasta el País de los Hiperbóreos. Es allí donde residían las Gorgonas y estaban dormidas. Era la situación perfecta para atacar. Fijó sus ojos en el reflejo del escudo mientras Atenea guiaba su mano para cortar la cabeza de Medusa. Con ello, pudo conseguir lo que se propuso.
Andrómeda y su sacrificio
Casiopea y su esposo Cefeo vivían en Filistia. Esta era muy orgullosa y arrogante a tal punto de decidir que ella y su hija, Andrómeda, eran más hermosas que las ninfas del mar. Las Nereidas, hijas de Poseidón, se enfadaron al ver tal arrogancia por parte de un ser inferior y eligió castigarlas mandándole un monstruo que acabaría con su pueblo. Los reyes, viendo cómo su pueblo estaba siendo destruido, avisaron al oráculo y le dijeron que la esperanza que tenía el pueblo era sacrificar a Andrómeda.
Andrómeda estaba en una roca a punto de ser sacrificada cuando Perseo, que venía con la cabeza de Medusa recién cortada vio al monstruo y le enseñó la cabeza para petrificarlo. Así pudo salvarla y al verse el uno al otro, se enamoraron directamente.
Finalmente, Perseo volvió a su isla para casarse con Andrómeda y encontró a su madre que negaba casarse con Polidectes. Ella estaba escondida huyendo de los hombres del rey. Para acabar con todo, Perseo se enfrentó al rey y su ejército y los convirtió a todos en piedra usando la cabeza de la Gorgona. Es así como celebraron los juegos olímpicos y en el lanzamiento de disco proyectil se desvió y cayó entre el público. Para sorpresa de todos, la persona que había matado era Acrisio, su propio abuelo. Así se cumplió la profecía del oráculo.
Como pueden ver, la historia de la constelación de Perseo es fascinante.