Durante el verano las temperaturas en muchas partes del mundo son muy altas. Esto es algo que todos tenemos asumido, pero a veces la calor se puede volver extrema y además durar varios días, semanas e incluso meses.
A este fenómeno se le conoce como ola de calor, y puede tener consecuencias muy serias para la salud y la vida.
¿Qué es una ola de calor?
La ola de calor es un episodio de temperaturas anormalmente altas que se mantienen durante varios días o semanas y que además afectan a una parte importante de la geografía de un país. ¿Cuántos días o semanas? Lo cierto es que no hay una definición »oficial», por lo que es difícil precisar cuántos.
En España se dice que es una ola de calor cuando se registran temperaturas extremadamente altas (tomando como referencia el periodo 1971-2000) en, como mínimo, un 10% de las estaciones meteorológicas durante al menos tres días. Pero realmente este umbral puede variar mucho dependiendo del país, por ejemplo:
- En los Países Bajos se considera una ola de calor cuando durante al menos 5 días se registran temperaturas superiores a los 25ºC en De Bilt, que es un municipio perteneciente a la provincia de Utrecht (Holanda).
- En los Estados Unidos: si se registran temperaturas por encima de los 32,2ºC durante 3 días o más.
¿Cuándo se produce?
La gran mayoría de las veces se producen en el periodo canicular, el cual suele darse en verano. La canícula es el periodo más caluroso del año, y transcurre entre el 15 de julio y el 15 de agosto. ¿Por qué se dice que son los días de más calor?
Tendemos a pensar el primer día del verano (21 de junio en el Hemisferio Norte y el 21 de diciembre en el Hemisferio Sur) es el día más caluroso, pero esto no siempre es así. El planeta Tierra, como sabemos, gira sobre sí mismo, pero también se inclina ligeramente. El día del solsticio de verano, los rayos del Sol nos llegan más rectos, pero como el agua y la tierra apenas han empezado a absorber el calor, la temperatura se mantiene todavía más o menos estable.
Aún así, a medida que avanza el verano el agua del océano, que hasta ahora refrescaba el ambiente, y el suelo se habrán calentado lo suficiente dar comienzo a un periodo de mucho calor, que puede ser más o menos intenso dependiendo de la zona en la que vivamos. Así, por ejemplo, en los climas de tipo mediterráneo durante la canícula puede darse una ola de calor extremadamente cálida. Este fenómeno ha sido investigado y documentado en varios estudios sobre el cambio climático.
¿Qué consecuencias puede tener una ola de calor?
Si bien son fenómenos naturales y no nos queda más remedio que tratar de adaptarnos lo mejor que podamos, si no tomamos las medidas necesarias podríamos sufrir sus consecuencias, que no son pocas.
Incendios forestales
Cuando se da una ola de calor durante una sequía, los bosques corren un serio peligro de incendiarse. En el 2003, sólo en Portugal el fuego destruyó más de 3.010 km2 de bosque. Este tipo de incidentes son alarmantes, considerando que las olas de calor pueden contribuir a aumentar la frecuencia y severidad de los incendios.
Mortalidad
Los niños, los ancianos y aquellos que estén enfermos son los más vulnerables a las olas de calor. Siguiendo con el ejemplo de la que hubo en el 2003, se llegaron a producir más de 1000 muertes durante una semana, y más de 10.000 en Francia. Esto resalta la importancia de la adaptación y prevención ante estos episodios extremos.
Salud
Cuando hace mucha calor, nuestro estado de ánimo puede cambiar bastante, sobretodo si no estamos acostumbrados. Pero cuando hace una calor extrema, si no se toman las medidas adecuadas podríamos sufrir un golpe de calor o hipertermia. Especialmente los más pequeños y los mayores, así como los enfermos y los obesos, son la población de más alto riesgo. Es fundamental entender la diferencia entre golpe de calor e insolación para prevenir estos incidentes.
Consumo eléctrico
Durante el periodo de más calor nuestro consumo eléctrico se dispara, no en vano, necesitamos refrescarnos y para ello enchufamos los ventiladores y/o ponemos en marcha el aire acondicionado. Pero esto puede suponer un problema, ya que el incremento del consumo puede generar fallos en el suministro eléctrico, lo que es una preocupación creciente en regiones donde las olas de calor son habituales, como en el caso de España, donde se han reportado problemas relacionados.
Olas de calor más importantes
Ola de calor en Europa, el año 2003
Chile, 2017
Entre los días 25 y 27 de enero, Chile vivió una de sus peores olas de calor de la historia. En las ciudades de Quillón y Cauquenes, los valores se aproximaron mucho a los 45ºC, registrándose 44,9ºC y 44,5ºC respectivamente. Este evento llevó a reflexiones sobre las condiciones climáticas de ese año y su comparación con otras olas de calor pasadas.
India, 2015
En el mes de mayo, durante el inicio de la estación seca en la India hubo temperaturas extremas de más de 47ºC, que llevaron a la muerte a más de 2.100 personas hasta el día 31 del mes. Este evento subraya la creciente preocupación sobre las olas de calor en el contexto del cambio climático.
Europa, 2003
La ola de calor del 2003 fue una de las más importantes para los europeos. Se registraron temperaturas muy altas en el sur de Europa, con valores tales como los 47,8ºC en Denia (Alicante, España), o los 39,8ºC en París (Francia).
Fallecieron 14.802 personas entre el 1 y el 15 de agosto, una cifra que refleja la severidad del evento.
España, 1994
Durante la última semana de junio y la primera de julio, en España, especialmente en la región mediterránea, las temperaturas fueron muy elevadas, como por ejemplo las que hubo en Murcia (47,2ºC), en Alicante (41,4ºC), en Huelva (41,4ºC), o en Palma (Mallorca) 39,4ºC. Este evento es recordado por muchas personas que vivieron esas temperaturas extremas.
Consejos para sobrellevarla lo mejor posible
Cuando se da una ola de calor, hay que hacer lo que sea necesaria para poder sobrellevarla. Aquí tienes unos cuantos consejos que te pueden ser útiles:
- Mantente hidratado: no esperes a tener sed para beber agua. Con el exceso de calor, se pierden líquidos con rapidez, por lo que es esencial que el cuerpo disponga de un suministro constante de agua.
- Come alimentos frescos: por mucho que te gusten los platos calientes, durante el verano y, sobretodo, durante el periodo canicular evita comerlos.
- Ponte crema solar: tanto si vas a la playa como a dar un paseo, la piel humana es muy sensible y puede quemarse fácilmente con el Sol.
- Evita salir en las horas centrales del día: durante ese tiempo los rayos llegan mucho más rectos, por lo que tienen un impacto mayor en el suelo y, también, en el cuerpo.
- Protégete del Sol: lleva ropa de colores claros (el color claro refleja la luz solar), ponte gafas de sol, y mantente en la sombra para evitar problemas.
Las olas de calor son unos fenómenos que pueden darse cada año. Es fundamental mantenerse protegidos.