Nieve verde

nieve verde en la Antartida

Como sabemos, el cambio climático es un fenómeno a nivel mundial que nos está dejando imágenes preocupantes a la vez que sorprendentes. Y es que el hecho de que las temperaturas medias globales estén aumentando de forma constante, está provocando que haya situaciones un tanto excepcionales. Dado que una de las zonas del planeta que recibió un mayor impacto por el aumento de las temperaturas globales es la Antártida, es aquí donde se pueden ver fenómenos más insólitos. Hoy venimos hablar de uno de los fenómenos que están sorprendiendo a toda la comunidad científica. Se trata de la nieve verde.

En este artículo vamos a contarte qué significa la nieve verde, cuáles son sus características y qué consecuencias tiene con respecto al cambio climático.

Qué es la nieve verde

Nieve verde

Lo que se puede pensar al escuchar el término de nieve verde, es que está creciendo la vegetación a causa del derretimiento de la nieve del Antártida. En la actualidad, debido al aumento de las temperaturas globales la nieve blanca se está coloreando de verde ya que están creciendo unas algas microscópicas. Al crecer de forma masiva tiene la nieve de verde y hace que parezca un color verde brillante. Este fenómeno se puede apreciar incluso desde el espacio y ha servido a los científicos para poder elaborar un mapa.

Todos los datos se recogen gracias a los satélites que son capaces de observar y tomar imágenes. Las observaciones tomadas durante varios veranos en la Antártida se han combinado con las observaciones de los satélites para poder estimar todas las zonas por donde se probará la nieve verde. Todas estas mediciones servirá para poder calcular la velocidad hará que las algas se continúan propagando por el continente a causa del cambio climático.

Como es de esperar, el crecimiento de estas algas microscópicas va a repercutir en la dinámica del clima a nivel global.

Nieve verde y albedo terrestre

El albedo terrestre es la cantidad de radiación solar que se refleja desde la superficie de vuelta al espacio por diferentes elementos. A entre estos elementos encontramos la superficies con colores claros, las nubes, los gases, etc. La nieve es capaz de reflejar hasta un 80% de la radiación solar incidente sobre ella. Lo que se ha descubierto de la nieve verde es que es el dato de albedo es reducido a un 45%. Esto hace que más calor se pueda retener en la superficie sin que sea de nuevo reflejado al espacio exterior.

Se puede pensar que dado que el albedo en la Antártida va a disminuir, se convertirá en un motor de impulso de las temperaturas medias que se retroalimentará por sí solo. Sin embargo, también hay que tener en cuenta los diferentes aspectos que influyen en esta evolución de la temperatura. Por ejemplo, el crecimiento de algas microscópicas también favorece al absorción de dióxido de carbono por parte de la fotosíntesis. Esto ayuda a que haya menos cantidad de gases de efecto invernadero, que a su vez, nos ayudará a no aumentar las temperaturas.

Entonces, hay que analizar el balance entre la cantidad de calor que es capaz de retener la Antártida por la disminución del albedo terrestre junto con la capacidad de las algas microscópicas para poder absorber el dióxido de carbono de la atmósfera. Como sabemos, el dióxido de carbono es un gas de efecto invernadero con capacidad de retener calor. Por lo tanto, conforme más cantidad de dióxido de carbono haya en la atmósfera, más cantidad de calor se almacenará y, por ende, aumentará las temperaturas.

Estudios sobre algas microscópicas en la Antártida

Túneles de nieve verde

Ya existen numerosos estudios que se han publicado en la revista Nature Communications que pronostican que la nieve verde continuará extendiéndose por todo el continente antártico. Conforme el cambio climático a aumentar las temperaturas medias globales, debemos una mayor extensión de estas algas.

En los estudios también se reflejan que la Antártida ese lugar que más rápido está manifestando los cambios que provoca el cambio climático. Este calentamiento está aumentando una gran velocidad en este lugar del planeta. Los datos del estudio muestran que en el mes de enero, se registró una ola de calor en la parte oriental del Antártida. Esta ola de calor provocó temperaturas de 7 grados por encima de la media. A medida que continúa el proceso de calentamiento, la cantidad de microalgas también aumentará cada vez más.

El problema reside en que la nieve ya no tiene la misma perpetuidad que antes. También hay que tener en cuenta el aumento del nivel del mar que va a provocar el derretimiento total del hielo del Antártida. Para que se entienda mejor, hay que tener en cuenta que la diferencia principal entre la Antártida y el polo Norte, es que en la Antártida si hay un continente terrestre bajo el hielo. Esto hace que, si se derrita hielo por encima de la tierra, aumentar a nivel del mar. Lo contrario ocurre con el polo Norte. Los casquetes polares de la parte norte no tienen un continente bajo ellos. Por ello, si este hielo se derrite no hará aumentar el nivel del mar.

Las algas que se han estudiado en la Antártida se concentran en la costa. Esto es debido a que son las zonas que se convierten en más cálidas ya que tienen temperaturas medias de algo más de cero grados. La proliferación de las microalgas está propiciada también por los animales mamíferos y las aves marinas. Y es que los excrementos de estos animales son muy nutritivos para estos organismos fotosintéticos. Es decir, estos mismos excrementos sirven como fertilizante y contribuyen a su crecimiento.

Un nuevo sumidero de CO2

Se sabe por los estudios que la mayoría de las colonias de algas están cerca de las colonias de pingüinos. Están situados en los puntos donde descansan las pocas y en las proximidades de algunos lugares donde las aves anidan.

Lo que se puede ver como un punto positivo de todo esto, es que existirá un nuevo sumidero de CO2 en el planeta. Dado que las algas mantienen una alta tasa de fotosíntesis, durante este proceso se genera su propia energía y se absorbe este gas de efecto invernadero. Gracias al crecimiento de estas algas, se extraerá una mayor cantidad de dióxido de carbono de la atmósfera y se podrían contabilizar como un punto positivo. Este nuevo sumidero de CO2 podría llegar a absorber hasta 479 toneladas anuales. Esta cifra puede ser mayor ya que existen otro tipo de algas de colores naranja y rojo que aún no se han incluido en el estudio.

No hay que pensar que todo esto va a ser positivo en general, ya que las consecuencias del cambio climático son tan graves que no se puede compensar este efecto de la nieve verde.

Que con esta información puedan conocer más sobre la nieve verde y su importancia.


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