El estudio y creación de un nuevo catálogo de luminiscencias en terremotos (misteriosos destellos de los que se ha informado antes y durante la sacudida de un terremoto) ha determinado que en la mayoría de los casos están relacionados con zonas de Rift, dónde la tierra se separa. El estudio al que nos referimos ha sido el último en abordar estas enigmáticas luces, descritas por testigos visuales durante siglos que siguen hoy día sin una explicación científica completa.
Este trabajo, publicado por el Seismological Research Letters, establece varias líneas de investigación para averiguar el mecanismo por el que se forman estas luces. Los autores sugieren que la fuerza de las rocas al chocar unas con otras durante el terremoto genera descargas eléctricas. Estas descargas ascienden por las fallas verticales o subverticales, habituales en zonas de Rift. Al llegar a superficie se ponen en contacto con la atmósfera, produciendo una reacción que genera luz.
Las luces relacionadas con los terremotos son fenómenos reales, no hay ningún tipo de fuerza sobrenatural (OVNIS, brujería, etc.) que las genere, y se pueden explicar científicamente. Aunque ya en su día incluso Iker Jiménez dedicara un programa completo a los «Terremotos y luminarias».
Ante todo ser escéptico
Uno de los problemas al estudiar las luces relacionadas con los terremotos es que muchos informes están relacionados con Ciencias Marginales e incluso Paranormales. Algunos testigos hablan de llamaradas y chorros de humo saliendo de la tierra, otros de nubes luminiscentes que podrían ser auroras, o rayos de fuego celestial que podrían ser meteoritos.
Pero muchos informes no se pueden explicar fácilmente. Por ejemplo en Nueva Inglaterra un hombre que sacaba a su perro de paseo en una tarde de Octubre sintió como la tierra empezaba a temblar y vio una bola de luz pasar por encima del animal, el cuál se puso a aullar.
La complejidad del campo hace que, aunque exista gran interés por saber más sobre estas extrañas luminiscencias, no sea un área muy estudiada debido a que es casi imposible realizar experimentos con ellas.
El equipo de científicos decidió recoger todos los informes que pudieron encontrar, desde el año 1600 hasta hoy. Localizaron 27 terremotos localizados en América y 38 en Europa, en los que se observaron luminiscencias dignas de tener en cuenta, los cuáles aparecían recogidos a través de extrañas historias.
Hacia el interior de la costa peruana, en Agosto de 2007, un pescador informó que el cielo se volvió violeta durante varios minutos antes de que el mar empezara a temblar. Cerca de Ebingen, Alemania, en Noviembre de 1911, una mujer informó de flashes de luz que se movían por el suelo como serpientes justo antes de empezar el temblor.
De los 65 terremotos estudiados, 56 se dieron en zonas de Rift activas. Y 63 de los 65 tuvieron lugar en zonas de ruptura de falla era casi vertical, al contrario que los ángulos más suaves relacionados a fallas mayores.
Esta inclinación podría explicar la aparición de las luces, dicen Thériault y sus compañeros, responsables de una de las ramas del estudio. Otro miembro del equipo, Friedemann Freund, un físico mineral en el Ames Reseach Center de la NASA en Moffett Field, California, sospecha que todo comienza con defectos en la roca, dónde los átomos de oxígeno presentes en una la estructura química mineral, pierden un electrón.
Cuando la fuerza producida por un terremoto llega a la roca, rompe los enlaces involucrados en esta heterogeneidad, creando huecos de carga eléctrica positiva. Estos huecos p pueden fluir verticalmente hasta la superficie a través de la falla, provocando intensos campos eléctricos locales que pueden generar luz.
El gran estrujón, acercamiento al laboratorio
Los experimentos en laboratorio han mostrado que se pueden generar campos eléctricos en cierto tipo de rocas por aplastamiento. Pero la idea de Freund es solo uno de los numerosos mecanismos posibles para explicar las luces producidas en terremotos.
El catálogo obtenido hace pensar en otras ideas para el estudio de estas luces, dice Thériaul. Por ejemplo, los sismólogos que estudian las fallas activas han podido observar cambios en la conductividad eléctrica del suelo en los instantes anteriores y durante la sacudida.
De forma más general, revisando las luces relacionadas a terremotos a lo largo del globo, podríamos decir que podrían alertarnos de los terremotos como una aviso temprano de la sacudida.
El fenómeno ya ha tenido precedentes sirviendo de alerta a personas. Por ejemplo cerca de L’Aquila Italia en abril de 2009 un hombre vio flashes de luz blanca saliendo de los muebles de su cocina a primera hora de la mañana y puso a su familia a salvo. Dos horas más tarde, fue cuando se desencadenó el devastador terremoto del que todos escuchamos hablar.
Quizá debería pensarse en centrar más atención en este tipo de fenómenos y determinar con estudios más exhaustivos si realmente nos pueden servir de preaviso para sacudidas.
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Fuentes: Nature