Los vientos en Marte pueden alcanzar los 158 kilómetros por hora: claves del hallazgo

  • Las rachas asociadas a remolinos de polvo en Marte llegan a 158 km/h, más de lo esperado.
  • El catálogo se elaboró con imágenes de Mars Express y ExoMars TGO, rastreando 1.039 fenómenos.
  • Son más frecuentes en primavera y verano, con pico entre las 11:00 y las 14:00 horas solares locales.
  • Estos datos guían aterrizajes y operaciones de rovers, por el impacto del polvo en la atmósfera y paneles solares.

Vientos en Marte y remolinos de polvo

Un examen detallado de los torbellinos de polvo marcianos confirma que los vientos pueden soplar mucho más fuerte de lo que se creía: en algunos casos, 158 kilómetros por hora. El análisis, basado en observaciones desde órbita durante dos décadas, replantea el comportamiento del clima cerca de la superficie de Marte.

La investigación, liderada por un equipo de la Universidad de Berna con datos de la Agencia Espacial Europea, muestra un panorama más dinámico de lo esperado y aporta información práctica para la exploración. Según los autores, planificar aterrizajes y operaciones de futuros módulos y rovers en el planeta rojo.

Qué revela el nuevo catálogo de remolinos de polvo

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Remolinos de polvo y clima en Marte

El equipo identificó y siguió 1.039 remolinos de polvo similares a pequeños tornados a partir de imágenes de los orbitadores Mars Express y ExoMars Trace Gas Orbiter (TGO). Para unos 300 de ellos utilizaron pares de imágenes estereoscópicas tomadas con segundos de diferencia, lo que permitió medir desplazamientos y deducir la velocidad y dirección de los vientos cercanos al suelo.

Los resultados indican que, en torno a estos torbellinos, las corrientes pueden llegar a 158 km/h en distintas regiones del planeta. Hasta ahora, las mediciones en superficie solían quedarse por debajo de 50 km/h y solo en situaciones excepcionales rondaban los 100 km/h, de modo que el nuevo catálogo amplía claramente el límite superior observado.

La actividad de los «dust devils» es estacional y diurna: aparecen sobre todo en primavera y verano de cada hemisferio, duran unos minutos y son más frecuentes entre las 11:00 y las 14:00 horas solares locales. Se detectaron con mayor profusión en llanuras polvorientas como Amazonis Planitia, aunque también se observaron en el relieve accidentado de las tierras altas del sur.

Cómo se midieron y qué nos dicen los datos

Medición de vientos marcianos desde órbita

Las imágenes estereoscópicas, captadas desde el mismo punto con un pequeño desfase temporal, permiten ver cómo se desplaza el remolino entre fotogramas y reconstruir su movimiento. En palabras de especialistas como Nicolas Thomas, anemómetros virtuales capaces de cartografiar el viento a escala local.

Para cribar el ingente archivo de imágenes de Mars Express y TGO, el equipo aplicó técnicas automáticas de detección y seguimiento. Así, además de la velocidad, pudieron estimar la dirección predominante de los vientos y su variabilidad diaria. Regiones extensas de las tierras bajas del norte, polvo fino, concentran muchos de estos eventos, aunque no son exclusivas: también emergen sobre terrenos más rugosos del sur.

Que las rachas sean tan intensas tiene consecuencias directas sobre el ciclo del polvo marciano y ayudan a explicar por qué Marte es rojo. Los autores ven muy probable que estos torbellinos inyecten partículas en la atmósfera, favoreciendo la formación de nubes, el desarrollo de tormentas regionales e incluso influyendo en la pérdida de vapor de agua hacia el espacio.

Implicaciones para futuras misiones a Marte

Impacto de los vientos en misiones a Marte

Conocer la velocidad y el sentido del viento en zonas de interés ayuda a planificar la llegada y el despliegue de hardware en la superficie. ExoMars Rosalind Franklin ya contempla ventanas de aterrizaje que eviten la temporada de grandes tormentas de polvo, una precaución clave para minimizar riesgos.

Para rovers y módulos con paneles solares, estos datos permiten estimar cuánto polvo podría depositarse y con qué frecuencia sería necesaria una autolimpieza. También ayudan a anticipar cuándo el propio viento puede resultar beneficioso para despejar los paneles o, por el contrario, cuándo incrementa la abrasión y la acumulación.

A diferencia de la Tierra, carece de lluvia que retire el polvo en suspensión, de modo que las partículas pueden permanecer largo tiempo flotando y desplazarse a gran distancia. Este comportamiento subraya la importancia de una monitorización continua para proteger equipos y prolongar su vida útil.

El retrato que emerge es el de un Marte más ventoso de lo que se asumía, con remolinos capaces de alcanzar puntas de 158 km/h y una contribución notable al ciclo del polvo. Con el respaldo de series largas de Mars Express y TGO y el impulso de nuevas herramientas de análisis, la atmósfera inferior del planeta rojo empieza a desvelar patrones que serán determinantes tanto para la ciencia como para la exploración segura.