Los suelos son capaces de almacenar carbono que hay en la atmósfera. Por ello, pueden ser una arma de vital importancia en la lucha contra el cambio climático. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO ), por sus siglas en inglés) indicó en el Día Mundial del Suelo, que aumentar el papel de la superficie “podría compensar significativamente el rápido aumento del dióxido de carbono en la atmósfera”.
¿Qué efectos puede tener en suelo sobre el cambio climático?
Distribución del carbono orgánico
Cuando hablamos de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, no podemos obviar el hecho de que existen sumideros de carbono distribuidos por todo el planeta. Comenzamos por las plantas. Estas son capaces de retener carbono durante el proceso de la fotosíntesis, por lo tanto, todo el carbono que emplean para ello no es devuelto a la atmósfera.
Por otro lado, disponemos de los fondos marinos. En ellos se introduce el carbono y se fija al sustrato, saliendo completamente del ciclo de carbono. Esto hace que el carbono no pueda volver a incorporarse a la atmósfera y, por ello, disminuya la cantidad de carbono en ella que pueda retener calor.
Por último, están los suelos. Los suelos de todos el mundo son capaces de asimilar el carbono que hay en la atmósfera y convertirlo en nutrientes para las plantas y organismos. Gracias a ello, los suelos puede ser una buena herramienta en la lucha contra el cambio climático.
Mapa mundial del carbono
Para conocer las zonas del mundo donde se distribuyen los suelos que más absorben carbono se ha realizado un mapa con su concentración. Hasta la fecha el Mapa Mundial de Carbono Orgánico del Suelo ilustra que las áreas naturales del mundo que son capaces de retener más cantidad de carbono deben protegerse.
Obviamente, no todos los suelos son capaces de retener la misma cantidad de carbono. Dependiendo del tipo de suelo y de las condiciones por las que se forma el suelo, algunos son capaces de retener más que otros. Si aquellas zonas que son capaces de retener más cantidad de carbono se protegen contra la construcción, la agricultura, ganadería o cualquier tipo de actividad que altere el uso del suelo, se podrá utilizar como un arma de cara a la reducción de los efectos del cambio climático.
Hay que tener en cuenta que, conforme menos cantidad de gases de efecto invernadero haya en la atmósfera, menos retención de calor. Además, si gracias al fomento de las energías renovables, disminuimos las emisiones, estaremos atacando a este fenómeno por dos lados.
Efectos de la destrucción del suelo
Debido al cambio en los usos del suelo y la destrucción y degradación de un tercio de los suelos a nivel mundial, ha inducido a una enorme cantidad de carbono que se ha liberado a la atmósfera.
Para paliar este problema, la restauración de los suelos puede ayudar a la eliminación de hasta 63.000 toneladas de carbono de la atmósfera. Esto contribuiría significativamente en la lucha contra el cambio climático. El mapa mencionado anteriormente se diseño con motivo del Día Mundial del Suelo y señala que en todo el mundo los 30 primeros centímetros de la superficie contienen alrededor de 680.000 millones de toneladas de carbono, casi el doble del presente en la atmósfera.
El 60 % de esas toneladas se encuentra distribuida en Rusia, Canadá, Estados Unidos, China, Brasil, Indonesia, Australia, Argentina, Kazajstán y la República Democrática del Congo. Por ello, se debe implementar medidas para proteger aquellos suelos que son capaces de retener más cantidad de carbono y evitar más emisiones a la atmósfera.
Una gran ventaja a tener en cuenta es que los suelos más ricos en carbono son más productivos y capaces de purificar mejor el agua, otorgando a las plantas unas condiciones de humedad óptimas.
Como podéis observar, los suelos son una buena herramienta para reducir los efectos del cambio climático y es fundamental promover su conservación.