Nuestro planeta está siendo sometido a un gran número de fenómenos meteorológicos extremos. Ahora en verano, con el aumento de las temperaturas y la disminución de las precipitaciones comienzan las épocas de sequías. Las sequías son muy dañinas tanto para el ser humano como para las especies de flora y fauna.
El agua es sinónimo de vida y las sequías cada vez más frecuentes, intensas y duraderas destruyen el equilibrio de muchos ecosistemas. Estas sequías se ven aumentadas por los efectos del cambio climático global.
Aumento de las sequías y temperaturas
En los últimos años se han registrado unos máximos históricos de diversos parámetros globales debido a fenómenos meteorológicos extremos. Temperaturas extremas, niveles de precipitaciones extremas, velocidades de viento extremas, etc. Por ejemplo, este antiguo mes de abril fue el más caluroso en 137 años. La National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) de Estados Unidos, indica que en abril de 2016 y de 2017 se han registrado las dos mayores anomalías positivas de la temperatura oceánica global desde 1880. Esto tiene su explicación y es basada en el aumento de la concentración de gases de efecto invernadero que hay en la atmósfera. El pasado 14 de junio de 2017, fue registrada una concentración de CO2 atmosférico de 409,58 partes por millón (ppm), medida que constata la continuidad del aumento de los gases de efecto invernadero y que constituye el mayor pico de CO2 atmosférico detectado en la Tierra desde hace 800.000 años.
Hay que dar por sentado que la importancia de las emisiones de gases de efecto invernadero por la acción humana y su afección al clima es innegable. Existen estudios que afirman que el calentamiento global producido por el hombre está cambiando la dinámica atmosférica. Esto provoca que la frecuencia e intensidad con la que suceden fenómenos meteorológicos extremos también aumente. Muchas olas de calor e inundaciones vividas en el hemisferio Norte son causadas por las emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático y el calentamiento global.
Predecir el futuro
Para poder predecir bien lo que va a ocurrir en el futuro, se necesitan medidas y observaciones lo más fiables posibles. Es necesario saber, según las variables que van cambiando a lo largo del tiempo, cómo nos va a afectar directa e indirectamente nuestro planeta. Es de mucha utilidad para predecir el futuro analizar el pasado. Gracias al estudio de los cambios en el clima en el pasado, se pueden generar modelos que ayuden a predecir el futuro. A ciencia cierta podemos saber cómo determinadas variables meteorológicas pueden cambiar a causa del incremento de la concentración de gases de efecto invernadero. De esta forma, podemos predecir cómo actuarán en la actualidad y qué hacer para evitar los mayores daños posibles.
A los científicos les corresponde estudiar las causas, las consecuencias y la evolución del clima a lo largo de la historia de la Tierra y en el futuro. Los políticos, por su parte, deberían escuchar a los especialistas y basar sus decisiones en datos científicos. Pero además de tener en cuenta las evidencias que muestran los científicos, es importante, por el bien de todos, que se entienda correctamente lo que éstos dicen. Sin embargo, la más evidente política estadounidense está volviendo en contra de la lucha por evitar el cambio climático con la retirada de Donald Trump del Acuerdo de París.
Los esfuerzos por detener el cambio climático no son suficientes
Es lamentable ver cómo los efectos del cambio climático cada día son más evidentes y catástrofes que se cobran miles de vidas al año y sin embargo, los esfuerzos por detener el calentamiento global no es suficiente. Aunque todos los países del mundo cumplieran el Acuerdo de París al milímetro, las temperaturas medias aumentarían por encima de los 2 grados que establece como límite la comunidad científica.
Los retos que plantea el cambio climático son importantes y urgentes. Las soluciones son complejas, entre otras cosas, porque exigen acuerdos multinacionales, acciones inmediatas y a largo plazo, y actuar con generosidad. Ante un problema de tal magnitud y de trascendencia global se requiere la participación de todos, en particular de quienes poseen más capacidades y pueden contribuir en mayor medida.