El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel situado en Ciudad Real está siendo atacado por una sequía y una continua pérdida de agua provocados por el cambio climático. Debido a las altas temperaturas registradas en los últimos meses, la cantidad de agua evaporada aumenta, por lo que la cantidad de agua disminuye.
Ya es el cuarto año seco que sufre el Parque Nacional y tanto la biodiversidad que sustenta como el equilibrio ecológico se están deteriorando. ¿Qué ocurre si la sequía continúa?
Sequía en Tablas de Daimiel
Se ha realizado un informe en que se refleja que la ausencia de lluvias como consecuencia del cuarto año seco que ha registrado la provincia de Ciudad Real, con 317,6 litros por metro cuadrado recogidos en la estación meteorológica de Daimiel, ha reducido los aportes de agua al parque nacional, que dejó de recibir agua a través del río Guadiana a mediados de julio de este año.
En condiciones normales, el parque nacional mantiene inundadas 1.343 ha de terreno. A día de hoy, tan sólo tiene 528 ha con agua. Esto genera numerosos impactos sobre la avifauna, que no tienen lugar donde descansar en sus rutas migratorias. Este año se ha registrado un máximo de 60 cigüeñas negras en paso migratorio, 86 espátulas y gran presencia de ardeidas. Esto supone el parque nacional es de vital importancia para muchas especies de aves, que se pueden ver afectadas por la escasez de agua.
Impactos
Se ha puesto de manifiesto que se está produciendo un proceso de colmatación. Esto se da como consecuencia de la descomposición de los restos vegetales, que junto a la decantación de los sólidos en suspensión, se están produciendo en el vaso lagunar del parque y disminuyen su capacidad de almacenar agua.
Los responsables del parque están analizando la alta carga de nutrientes que registran los sedimentos. Esto puede ser negativo, ya que produce malos olores y cladóforas que dan mala imagen a los visitantes.