Las piedras volcánicas sirven de abono para las plantas. Se le conoce como grava volcánica. Se trata de un sustrato muy poroso e inerte y suele tener entre 5 y 15 milímetros de diámetro. Tiene múltiples propósitos, comúnmente se usa como elemento decorativo y como mantillo. Además, también puede funcionar como sustrato adecuado para plantas.
En este artículo vamos a contarte cómo las piedras volcánicas sirven de abono para las plantas, sus características y cómo usarlas.
Piedras volcánicas como sustrato
Mantener las plantas en óptimas condiciones de salud y crear un hábitat favorable para ellas depende en gran medida del sustrato. En jardinería existe una amplia gama de materiales que se pueden incorporar al suelo, incluida la grava volcánica. Quizás ya estés familiarizado con el tezontle, que es un tipo específico de grava volcánica. En términos generales, la grava volcánica está disponible en grandes cantidades y es rentable.
La grava volcánica sirve como sustrato beneficioso para el crecimiento de las plantas. Esta grava se origina a partir de la actividad volcánica y está formada por fragmentos de entre 5 y 15 milímetros de tamaño. Es un sustrato único que sirve como medio inerte para el crecimiento de las plantas.
A las piedras volcánicas se le conocen geológicamente como roca ígnea y se encuentra en las proximidades de volcanes y se forma a partir de lava volcánica que se enfría rápidamente. Su origen natural y su rápido proceso de endurecimiento en el aire lo hacen frecuente en pendientes y depresiones.
La característica distintiva de esta sustancia radica en la presencia de numerosos poros que rodean cada gránulo, lo que es responsable de sus propiedades únicas. Está disponible en varios tamaños de gránulos, con opciones de tamaño pequeño o grande.
La grava volcánica se presenta en dos tonalidades: negra y roja, siendo este último el tono predominante. En particular, posee una calidad excepcionalmente ligera.
Si bien carece de actividad biológica y no participa en el intercambio catiónico, esta sustancia es químicamente inerte, inorgánica y aséptica. A pesar de estas características, sigue ofreciendo numerosas ventajas para las plantas.
¿Qué ventajas ofrecen las piedras volcánicas a las plantas?
La grava sirve para multitud de propósitos, pero uno de los usos más frecuentes es para adornar jardines y macetas. No sólo actúa como una cubierta protectora sino que también añade un toque de atractivo estético. Con su variedad de colores, la grava permite la creación de patrones cautivadores, lo que la convierte en una opción ideal para fines decorativos.
Para optimizar la estructura del sustrato, es una práctica común utilizar grava de grano pequeño como elemento decorativo. Al incorporar esta grava a la mezcla, el suelo se vuelve aireado y ligero. Además, los huecos creados por cada gránulo ayudan al drenaje, evitando la acumulación de agua estancada y, en última instancia, reduciendo el riesgo de pudrición de las raíces.
La grava volcánica, conocida por su excepcional porosidad, tiene la capacidad de retener agua. Al integrarla en el sustrato se pueden ampliar los intervalos de riego, asegurando niveles óptimos de humedad y minimizando las posibilidades de que la planta se deshidrate. Además, cuando se utiliza como mantillo, retiene eficazmente la humedad debajo de su superficie.
Al servir como capa protectora, el mantillo protege contra las fluctuaciones de temperatura, previniendo problemas potenciales como la deshidratación, la erosión o la degradación de la estructura del suelo. También mitiga eficazmente la erosión resultante del viento o del lavado excesivo, que puede desplazar el suelo. Además, el mantillo de grava sirve como un eficaz disuasivo contra el crecimiento de malas hierbas no deseadas, asegurando la limpieza y el mantenimiento de nuestro jardín.
Para atender las necesidades de determinadas plantas que prosperan en suelos ligeramente ácidos, es recomendable introducir grava volcánica en el sustrato, ya que ayudará a acidificar el suelo. Las azaleas, las hortensias, los pinos y los arces japoneses se encuentran entre las especies de plantas que entran en esta categoría. Fomenta el crecimiento de las raíces y facilita el establecimiento de raíces robustas y fomenta el crecimiento de un sistema de raíces próspero.
Consejos para utilizar grava volcánica
Antes de utilizar la grava por primera vez, es importante lavarla a fondo para eliminar el polvo o suciedad acumulada, asegurando su limpieza y calidad. Debemos establecer el objetivo que pretendemos conseguir con este material. La utilización de grava volcánica de gran tamaño como capa protectora para las macetas no sólo añade un elemento estético sino que también tiene un propósito práctico. Por otro lado, la inclusión de grava volcánica de menor tamaño en las mezclas de sustratos es fundamental para la preparación.
Para cubrir macetas, se aplica una capa a la mezcla del sustrato donde residirá la planta. Cuando se utiliza como cobertura del suelo en áreas extensas, resulta muy ventajoso ya que elimina la necesidad de césped u otras plantas de alto mantenimiento. Además, se puede utilizar en pavimentos sueltos o para distinguir visualmente caminos dentro de diseños de jardines.
Un sustrato universal es adecuado para la mayoría de plantas, especialmente aquellas sin necesidades específicas. Para crear esta mezcla, combina cantidades iguales de humus de lombriz y turba, luego incorpora una pequeña cantidad de grava volcánica. Mezcla bien todos los componentes para una integración óptima.
Para evitar la pudrición de las raíces en macetas que carecen de orificios de drenaje, se recomienda colocar una capa de grava volcánica en el fondo de la maceta. Esta capa no sólo recogerá el exceso de agua sino que también funcionará como depósito, permitiendo que el agua se evapore nuevamente en el suelo cuando sea necesario.
Para crear un ambiente ideal para las plantas que prosperan en condiciones de alta humedad, puedes utilizar una bandeja llena de grava volcánica. Al verter agua en la bandeja y colocar la maceta encima, el agua se evaporará cerca de la planta, aumentando efectivamente los niveles de humedad.
Los entusiastas de los acuarios suelen elegir la grava volcánica como sustrato para las plantas acuáticas debido a su capacidad para anclar de forma segura las plantas en su lugar, evitando que floten y alteren el diseño deseado. Además, este tipo de grava favorece el establecimiento de sistemas de raíces fuertes, proporcionando estabilidad a la nueva vegetación. Es importante señalar que la grava volcánica no supone ningún daño para los peces y no interfiere con los parámetros generales del acuario.
Espero que con esta información puedan conocer más sobre cómo las piedras volcánicas sirven de abono para las plantas.