Con forma de gorra, como sombreros, y no pertenecientes a una nube, las nubes píleo suelen aparecer encima de cúmulos o cumulonimbos. Son finas, pequeñas, horizontales, usualmente, aunque también tienen diferentes tamaños y hay algunas de más grandes de lo normal. Como rarezas que son, suelen ser muy dinámicas, cambian de forma rápidamente.
También llamadas «pileus», palabra derivada del latín que significa «copa«, en honor a su semejanza, de vez en cuando dejan algo más que una simple copa. De vez en cuándo, con los rayos de luz atravesándola y desde una buena perspectiva, podemos ver todo el abanico de colores del arcoíris. También, adoptar los reflejos o colores de un atardecer, viéndose «allí» arriba en la nube, un espectáculo de colorido que resulta difícil dejar de mirar.
¿Cómo se forman las nubes píleo?
Se forman a partir de fuertes corrientes ascendentes de aire húmedo que viene de bajas latitudes. Cuando el aire es enfriado por debajo de su punto de rocío, es el momento en el que aparecen. Son buenos indicadores del tiempo severo que se aproxima. Por ejemplo, cuando aparecen en la parte superior de un cúmulo. Éste suele acabar transformándose en un cumulonimbos, justo por las fuertes corrientes que están existiendo en su interior.
El hecho de que aparezcan este tipo de nubes, suelen identificarse más como un adjetivo descriptivo de lo que es la propia nube en la que se ha formado. Así pues, podría decirse, «una nube cúmulo con píleo». No «nube cúmulo con nube píleo», debido a que la píleo existe a raíz de la primera.
Otra forma de definir las píleo, sería con las nubes lenticulares. También llamadas circulares o orográficas, debido a la semejanza de naturaleza. Son algunas de las que aparecen en forma de copa, rodeando la cima de algunas montañas, por ejemplo.
¿Te interesa saber cómo se forman las nubes? o quizás te interese saber, ¿que hasta hay vida en ellas?