El invierno se deja sentir con fuerza en las cordilleras, convirtiendo estos majestuosos sistemas montañosos en verdaderos escenarios de desafíos para residentes y viajeros. Las condiciones meteorológicas adversas y los riesgos asociados a la montaña vuelven a estar de actualidad, en un contexto donde la seguridad y la previsión son clave para evitar consecuencias graves.
En los últimos días, la Cordillera de los Andes y la Cordillera Cantábrica están siendo protagonistas de situaciones que ponen a prueba tanto a organismos de emergencia como a quienes transitan o viven en estas zonas. El frío, la acumulación de nieve y las precipitaciones intensas marcan la pauta de una temporada en la que la naturaleza impone su ritmo.
Rescates en la Cordillera de los Andes por fuerte nevada
Una tormenta de nieve de gran intensidad afectó los pasos fronterizos entre Chile y Argentina, dejando a decenas de personas varadas en vehículos que no podían continuar su trayecto debido a la acumulación de nieve en la calzada. Las zonas más afectadas fueron Paso de Jama, Hito Cajón y San Pedro de Atacama, donde los carabineros chilenos y servicios de emergencias lograron rescatar a aproximadamente 30 ciudadanos argentinos tras horas de incertidumbre y frío extremo.
Entre los rescatados se encontraba un grupo familiar de cuatro personas y otras tres que, tras caminar durante varios kilómetros sobre la nieve, alcanzaron el complejo fronterizo de Hito Cajón para pedir auxilio. Los equipos de rescate actuaron con rapidez, trasladando a los afectados a San Pedro de Atacama, donde recibieron asistencia médica y protección ante las bajas temperaturas.
La situación no solo afectó a particulares, sino también a grupos de hasta 20 personas que quedaron a la espera del operativo de salvamento. La provincia de El Loa presenta una situación especialmente delicada: los complejos binacionales de Jama, Hito Cajón y Ollagüe permanecen cerrados por la presencia de nieve, mientras que las autoridades trabajan en la limpieza de vías como la ruta CH-27 y CH-21, fundamentales para el tráfico entre ambos países.
Pese a esta situación, algunos accesos, como el Complejo Fronterizo Integrado Sico, están habilitados solo para transporte de carga y en horarios limitados, debido a la presencia continua de nieve en la ruta CH-23. Por otro lado, el paso de San Pedro de Atacama se mantiene abierto en condiciones de nubosidad parcial y horario restringido, una señal de que el invierno en la cordillera exige máxima precaución.
Cordillera Cantábrica: Alerta naranja por lluvias y tormentas
Las condiciones extremas no son exclusivas de los Andes. En la Península Ibérica, la Agencia Estatal de Meteorología ha emitido avisos de riesgo ante episodios de lluvias intensas, tormentas y altas temperaturas en la Cordillera Cantábrica y otras zonas de Castilla y León. Para entender mejor cómo afectarán estas condiciones, revisa también el impacto del frente frío en el Cono Sur.
La provincia de León, en concreto, se encuentra bajo alerta naranja por precipitaciones en la zona de la Cordillera Cantábrica, con previsión de que caigan hasta 30 litros de agua por metro cuadrado en solo una hora, lo que puede generar riadas rápidas, dificultar la circulación y aumentar peligrosidad en áreas de montaña.
Además, el resto de provincias castellanoleonesas experimentan avisos amarillos por temperaturas elevadas, riesgo de tormentas con granizo y viento fuerte. Burgos, Palencia, Soria y Zamora enfrentan también advertencias por lluvias y tormentas, mientras Salamanca y Valladolid tienen riesgo de calor y fenómenos adversos en amplias franjas horarias.
Expertos recomiendan evitar desplazamientos innecesarios en estas zonas, prestar atención a cambios bruscos de tiempo y consultar información actualizada. Las acumulaciones rápidas de agua y el granizo pueden complicar tanto la circulación en carretera como en caminos de montaña.
Estos eventos recientes en diferentes cordilleras resaltan la importancia de la prevención, la coordinación de emergencias y la concienciación ciudadana sobre los peligros de la montaña en invierno. Mantenerse informado, seguir las indicaciones oficiales y equiparse adecuadamente son pasos esenciales para disfrutar y respetar estos entornos sin poner en riesgo la seguridad.