Las aves marinas están contribuyendo a ralentizar el calentamiento del Ártico, y lo hacen de una forma muy curiosa según un estudio publicado en la revista científica Nature. En esta parte del mundo, el aumento de las temperaturas está causando serios problemas, aunque sin estos animales, la situación sería mucho peor.
El guano, el inesperado aliado del Ártico
Así es. El guano es el que está ralentizando el calentamiento. Los científicos han calculado que hasta 400.000 toneladas de guano se depositan en la superficie durante la temporada de migración y anidación de estos hermosos animales. Pero no solo sirve para abonar la tierra y las plantas que puedan crecer en ella, sino que además desencadena la formación de nubes de albedo alto, las cuales producen un enfriamiento medio de 0.5 vatios por metro cuadrado. Aunque no es mucho y no compensa totalmente el calentamiento polar, este descubrimiento a corto o medio plazo podría servir para elaborar un plan de acción eficaz con el fin de proteger al Ártico de los cambios rápidos que se están produciendo en el clima mundial y, muy especialmente, en los polos.
Las partículas de amoníaco, presentes en el guano, se concentran alrededor de las colonias. Al ser tan diminutas e invisibles al ojo humano, el aire se las lleva, expandiéndolas por toda la región ártica. Esto crea las condiciones adecuadas para la formación de nubes que reflejarán la luz del Sol, evitando así que las temperaturas suban y que la tierra y el mar se calienten.
Un estudio internacional, en el que colaboraron investigadores de Canadá, Suecia, y EE.UU., reveló que el excremento de las aves juega un papel crucial en el enfriamiento del Ártico durante los meses más cálidos. En un artículo publicado en la revista Nature Communications, el equipo observó niveles inesperados de amoníaco en el aire y los relacionó con las heces de las aves. Este fenómeno es similar al que ocurre en otros ecosistemas donde la salud del entorno se ve afectada por el cambio climático, como se describe en los ecosistemas clave en la lucha contra el cambio climático.
Las aves migran a las regiones árticas durante los meses cálidos, cubriendo con guano gran parte del paisaje local. Durante un viaje al Ártico canadiense, los investigadores recolectaron muestras de aire y encontraron que, en ciertas épocas del año, el amoníaco en el aire aumentaba notablemente cuando la temperatura estaba por encima de la congelación. Inicialmente pensaron que el origen del amoníaco era el mar, pero después de varias pruebas, determinaron que provenía de las aves. Este fenómeno también está relacionado con la acidificación del océano Ártico.
Guano y su efecto en el clima
Se estima que 400.000 toneladas de guano son depositadas por decenas de millones de aves en los suelos árticos durante su migración y anidación entre mayo y septiembre. Los peces, ricos en nitrógeno, son ingeridos por los pájaros, y estos a su vez depositan urea y heces que contienen bacterias productoras de amoniaco. Este amoníaco reacciona con el ácido sulfúrico producido por la oxidación del sulfuros de dimetilo (DMS) expulsado por las algas cuando son ingeridas por el plancton. El DMS, al entrar en contacto con la atmósfera, se oxida, formando pequeños núcleos de condensación de nubes (CNN).
Estas nubes poseen un albedo alto, lo que significa que reflejan una gran cantidad de radiación solar de vuelta al espacio. Según estudios, este guano permitiría un enfriamiento medio de 0.5 vatios por metro cuadrado, contribuyendo a mitigar el calentamiento global, aunque todavía está lejos de compensar el efecto invernadero general. Este tema es esencial en el contexto del cambio climático y la criosfera y tiene implicaciones sobre cómo se comportan las montañas transantárticas.
Impacto del calentamiento en las aves del Ártico
El calentamiento del Ártico no solo afecta a la temperatura global, sino que también impacta directamente en las aves marinas. Investigaciones recientes han mostrado que las especies de aves marinas del Ártico, como el arao de pico ancho (Uria lomvia), están experimentando un aumento del estrés por calor debido a las temperaturas extremas. Un estudio publicado en el ‘Journal of Experimental Biology’ descubrió que estas aves tienen una capacidad muy limitada para disipar el calor, lo que incrementa su vulnerabilidad a condiciones climáticas adversas.
Los investigadores han observado que las aves marinas más grandes son especialmente vulnerables al estrés por calor, mostrando signos de debilitamiento y mortalidad en días soleados. Investigaciones revelan que el sobrecalentamiento es un efecto poco estudiado del cambio climático en la vida silvestre del Ártico, y resulta esencial estudiar cómo estas aves responden al calentamiento de sus hábitats, incluyendo el calor anómalo en el Ártico.
El trabajo de Francisco Ramírez y su equipo ha demostrado que el periodo reproductor de las aves marinas se está adelantando en respuesta al calentamiento global. Un estudio internacional examinó veintinueve especies de aves árticas en 36 ubicaciones y descubrió que el periodo reproductor se ha anticipado en aproximadamente diez días en los últimos 35 años, lo cual está directamente relacionado con el aumento de la temperatura del océano y el deshielo. Estos cambios también son relevantes para el impacto del calor en los animales, como se detalla en cómo afecta el calor a los animales.
Desafíos para la reproducción de aves marinas
La reproducción de las aves marinas en el Ártico se ve fuertemente afectada por las condiciones ambientales, que cambian rápidamente debido al calentamiento global. El análisis indica que las aves marinas solo se reproducen en momentos específicos de la primavera, cuando las condiciones de luz, temperatura y disponibilidad de alimento son óptimas. Sin embargo, esta ventana temporal es muy breve, y si las aves no logran adaptarse lo suficiente, podrían tener éxito reproductivo limitado.
Las especies que se alimentan en las aguas superficiales, como el págalo rabero (Stercorarius longicaudus) y varias gaviotas, son las más afectadas por estos cambios. Por otro lado, las especies que bucean, como el frailecillo atlántico (Fratercula arctica), parecen mostrar una menor variación en sus patrones reproductivos. El calentamiento global altera no solo el calendario reproductor, sino también las dinámicas poblacionales, influenciando la capacidad de las aves para sobrevivir y reproducirse en un ambiente en constante cambio. La investigación sobre estos patrones es vital para entender los problemas climáticos, como se menciona en los efectos del cambio climático en España.
Esto resalta la necesidad de obtener más datos a largo plazo para comprender las tendencias y respuestas de las poblaciones de aves en el Ártico. El monitoreo constante y el análisis de la dinámica poblacional son esenciales para implementar estrategias de conservación efectivas.
En el contexto del cambio climático, las aves marinas se enfrentan a múltiples desafíos. Algunas especies están desapareciendo o experimentando extremos en sus poblaciones, mientras que otras deben ajustar sus hábitos alimenticios y su comportamiento reproductivo. A medida que el hielo marino se retrae, la disponibilidad de alimento también cambia, creando un panorama incierto para la conservación de estas especies que desempeñan un papel vital en la salud de los ecosistemas marinos.
Implicaciones para la conservación
La pérdida de hielo marino y el calentamiento asociado no solo amenazan la supervivencia de las aves marinas, sino que también ponen en riesgo la estabilidad de toda la cadena alimentaria en el Ártico. La investigación sugiere que las glaciaciones y el hielo marino son cruciales no solo para la vida silvestre, sino también para las comunidades humanas que dependen de estos ecosistemas. Las aves marinas, además de ser indicadores de la salud del océano, son importantes para la pesca y otras actividades económicas en la región.
La clave para proteger a las aves marinas y sus hábitats radica en una comprensión detallada de las interacciones entre el cambio climático y la biología de estas especies. Las estrategias de conservación deben incluir monitoreos a largo plazo y un enfoque holístico que contemple las dinámicas ambientales y biológicas que influyen en la vida marina del Ártico. Existen muchos retos a los que enfrentarse, como se exploró en el contexto de qué es un ecosistema.
Es imperativo que se realicen investigaciones continuas para entender cómo se desarrollarán estas interacciones en el futuro. La salud de los ecosistemas marinos y la biodiversidad del Ártico dependen de la capacidad de los científicos, conservacionistas y formuladores de políticas para trabajar juntos y abordar las amenazas que enfrentan las aves marinas en esta región vulnerable.