En España en los últimos tiempos se están batiendo récords prácticamente en cada estación del año. Durante la primavera que acabamos de pasar los valores medios se mantuvieron más altos de lo habitual desde el año 1965, que fue cuando la AEMET empezó a tener registros unificados para el conjunto del país. Este fenómeno ha estado relacionado con el calentamiento global que estamos experimentando.
Desde ese año en España no se había vivido una primavera tan calurosa como en el 2017. Pero no sólo tenemos que hablar de temperaturas altas, sino también de una reducción de las precipitaciones de hasta un 23%. Como consecuencia de ello, el verano podría ser bastante difícil en algunos puntos, especialmente donde no llueve nada o prácticamente nada durante esa estación.
Temperaturas de la primavera 2017
Imagen – AEMET
Desde el 1 de marzo hasta el 31 de mayo, la temperatura media fue 1,7 grados centígrados más alta de la media tomando como periodo de referencia los años 1981-2010; es decir, que fue de 15,4ºC. Este valor supera en 0,06ºC el anterior valor más alto, alcanzado en el 2011. Si hablas sobre cómo afecta el calor a los animales, puedes ver los efectos específicos que se han estudiado en estos años, como se menciona en esta investigación.
Si hablamos de zonas, la AEMET destaca que fue especialmente cálida en Navarra, Aragón, interior de Andalucía, País Vasco, Castilla y León y La Rioja; cálida en el resto de la península y en Baleares, y entre muy cálida y extremadamente cálida en Canarias. Además, se registraron algunos de los récords de temperatura más altos en la historia del país, lo que refleja el contraste con los datos de años previos.
Las temperaturas más altas se alcanzaron en Orense (37,6ºC) el 24 de mayo, en Granada aeropuerto (37ºC) el 25 de mayo, Bilbao (36,4ºC) el 25 de mayo, en el aeropuerto de Lanzarote (36,1ºC) el 17 de abril y en Gran Canaria (34,2ºC) también el 17 de abril. Este incremento es un claro indicativo de que las primaveras futuras podrían seguir esta tendencia.
Precipitaciones de la primavera 2017
Imagen – AEMET
Durante la primavera pasada cayeron 133 litros por metro cuadrado de media, lo que supone una reducción del 23%. Aún así, marzo tuvo un carácter muy húmedo con una precipitación 29% más, pero abril se presentó extremadamente seco ya que llovió un 60% menos de lo habitual, y en mayo lo hizo un 23% menos. Este patrón irregular de lluvias es preocupante si consideramos el impacto de la sequía que puede afectar la agricultura y el abastecimiento de agua.
Tan sólo fue una estación húmeda en el suroeste de Andalucía en el sureste de la Comunidad Valenciana. Para entender mejor cómo se podrá ver afectada la primavera en los próximos años, te recomendamos leer sobre las predicciones futuras en este ámbito, lo que puede ayudar a anticipar los desafíos que enfrentaremos.
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