Imagen – NASA
Ha sucedido: la humanidad, o más concretamente, la NASA ha encontrado ni más ni menos que siete planetas rocosos similares a la Tierra, lo que podría significar que alguno de ellos podría tener agua líquida y, quién sabe, tal vez vida.
El descubrimiento es, sin ninguna duda, uno de los más importantes de nuestra historia reciente, ya que ahora más que nunca podríamos estar cerca de saber si estamos solos en el Universo o si realmente lo compartimos con otros seres.
Uno de los telescopios de la NASA descubrió ayer miércoles 22 de febrero del 2017 un sistema solar con siete planetas rocosos. La estrella alrededor de la que orbitan ha sido »bautizada» con el nombre de TRAPPIST-1, y los planetas como b, c, d, e, f, g, h. Estos globos rocosos, si bien no los han podido ver directamente, los científicos han deducido su existencia su tamaño y su masa por cómo se reduce el brillo de la estrella cada vez que uno de los astros se interpone entre ella y la Tierra.
En tres de ellos -e, f, g- podrían haber vida al encontrarse en la zona habitable de la estrella, es decir, allí donde la temperatura es la adecuada para que haya agua líquida. Los planetas b, c y d están demasiado cerca de la estrella, de modo que es probable que haga demasiada calor, y el planeta h, que es el que está más alejado, lo más seguro es que haga demasiado frío. Aún así, los científicos no descartan ninguno: Michaël Gillon, de la NASA, dijo que »podría haber agua en cualquiera de ellos».
Imagen – NASA
Este sorprendente Sistema Solar se encuentra a 40 millones de años luz de la Tierra, en la constelación de Acuario, y es el planeta f el mejor candidato a albergar vida. Tiene un tamaño muy similar al de nuestro planeta y tarda nueve días en dar una vuelta alrededor de su estrella. Así pues, la imaginación no ha hecho sino que dispararse. ¿Cómo sería vivir allí?
Amaury Triaud, coautor de la investigación, del Instituto de Astronomía de Cambridge (Reino Unido) dijo que »estar allí a medio día sería como aquí al atardecer. Sería bello porque cada poco tiempo pasaría por el cielo otro planeta que se vería el doble de grande que la luna». Aún así, un año terrestre duraría nueve días, y es que es un sistema solar que podríamos definir como »de bolsillo».
La estrella Trappist-1 es una enana ultrafría que tiene un radio equivalente a un 12% del Sol y una temperatura superficial de unos 2300ºC, frente a los 5500ºC de nuestro astro rey. Por este motivo, la temperatura en superficie del planeta f es, probablemente, varios grados más baja que la que tenemos aquí (14-15ºC).
A pesar de todo, es el único que tiene suficiente masa para retener una atmósfera, lo cual es fundamental para la vida.
Si quieres saber más, haz clic aquí.