Este fin de semana, el cielo ofrecerá uno de los espectáculos más destacados de la temporada. La primera luna llena de la primavera, conocida como Luna Rosa, será visible durante la madrugada del domingo 13 de abril de 2025. Este fenómeno no solo representa un evento astronómico, sino también un momento clave dentro del calendario religioso y cultural de distintas partes del mundo.
A pesar del nombre, la Luna no presentará un color rosado. El apelativo proviene de una antigua tradición en América del Norte que relaciona este plenilunio con la floración del phlox subulata, una planta silvestre que cubre los campos con un manto de flores rosadas durante esta época del año.
Esta luna llena coincide con el Domingo de Ramos, el día que da inicio a la Semana Santa en el calendario cristiano. Tal como establece la tradición desde el Concilio de Nicea en el año 325, la fecha de la Pascua se determina a partir de la primera luna llena posterior al equinoccio de primavera. Este año, la celebración religiosa se extenderá desde el 13 hasta el 21 de abril, en plena fase menguante lunar.
¿Qué es exactamente la Luna Rosa?
Aunque el término «rosa» pueda inducir a pensar en cambios de tonalidad, la Luna mantendrá sus característicos colores plateados o levemente dorados. El nombre se debe a la floración del denominado flox rastrero, que en abril tiñe los campos de tonalidades rosadas, especialmente en el este de América del Norte. Este fenómeno lunar también puede ser un buen momento para explorar el color de la Luna en diferentes épocas del año y cómo varía con las estaciones.
Además de Luna Rosa, este plenilunio de abril ha sido también nombrado por otras culturas como Luna de los Peces, Luna de Hielo o incluso Luna Pascual. En todos los casos, se le atribuyen significados relacionados con el renacer de la naturaleza tras el invierno y la conexión espiritual de los seres humanos con los ciclos naturales.
En tribus como los Abenaki, Sioux o Cherokee, esta luna marcaba el despertar vegetal y el inicio de recolecciones simbólicas como la del jarabe de arce. El Old Farmer’s Almanac, una de las fuentes más populares en Estados Unidos, recoge estos nombres ancestrales que aún perduran en la cultura popular occidental. Este contexto cultural puede llevarnos a reflexionar sobre los mitos sobre la Luna que han ido formándose a lo largo de los años.
Características astronómicas de este plenilunio
Además de su significado simbólico, este evento también tiene particularidades desde el punto de vista astronómico. La Luna alcanzará su fase llena en torno a las 02:22 horas (hora peninsular española), mientras transita por la constelación de Libra. Aunque otros países como México verán el fenómeno a distintas horas locales, el efecto luminiscente será igualmente perceptible. Para aquellos interesados en conocer más sobre el movimiento del satélite, se puede consultar el artículo sobre los movimientos de la Luna.
Este año, la Luna se encontrará en su punto más alejado de la Tierra, con una distancia aproximada de 405.500 kilómetros. A esta fase se le conoce como microluna, ya que el satélite natural parecerá ligeramente más pequeño en el cielo debido a su alejamiento. Sin embargo, su brillo no se verá disminuido de manera significativa.
En lo alto del cielo también habrá otros cuerpos celestes que harán compañía a la Luna Rosa. La estrella Spica, una de las más brillantes del firmamento primaveral, será visible muy cercana a la Luna durante esa noche. En concreto, se encontrará a tan solo 0°18′ del satélite en la franja horaria alrededor de las 00:39 GMT.
Cuándo y cómo observarla
Para disfrutar del espectáculo en todo su esplendor, los expertos recomiendan buscar zonas con baja contaminación lumínica, como parques naturales, miradores o áreas rurales alejadas de núcleos urbanos. En España, hay varios espacios catalogados como reservorios de cielo oscuro ideales para la observación astronómica. También se sugiere revisar la hora en la que se puede ver la Luna para disfrutar de su mejor visibilidad.
No es necesario contar con telescopios o equipos avanzados. La Luna será visible a simple vista desde cualquier punto geográfico con cielos despejados. Aun así, disponer de unos prismáticos o una cámara con buen zoom puede aumentar la experiencia, permitiendo ver con mayor detalle los cráteres y sombras de su superficie.
Los aficionados a la fotografía nocturna encontrarán en este evento una excelente oportunidad para capturar imágenes impactantes del firmamento, sobre todo si eligen lugares donde la luna aparece justo sobre el horizonte, ofreciendo un efecto óptico de mayor tamaño visual. Para maximizar la experiencia fotográfica, es recomendable conocer algunas formas en que la Luna puede afectar a los seres humanos en sus actividades.
Un fenómeno con raíces en lo espiritual
Más allá de los aspectos científicos, la Luna Rosa también despierta interés en contextos espirituales y de desarrollo personal. Para muchas culturas y corrientes místicas, esta luna marca un período de renovación, introspección y nuevos comienzos. Algunas personas aprovechan este momento para realizar rituales simbólicos, meditar o simplemente reconectar con la naturaleza. La práctica de rituales durante la Luna llena puede tener raíces en distintas tradiciones, como la exploración de cómo se creó la Luna y su influencia en la humanidad.
Desde el mundo del ayurveda o las tradiciones celtas, se interpreta que esta luna conlleva un cambio de ciclo energético, marcando el fin del letargo invernal y el comienzo de una fase más activa y luminosa en todos los sentidos. El resurgir de la flora y la fauna durante abril coincide con estas configuraciones astronómicas que se celebran desde hace siglos.
Algunos incluso elaboran rituales de purificación o agradecimiento, aprovechando la energía atribuida a esta fase lunar para cerrar etapas pasadas y abrir nuevas sendas vitales, ya sea a nivel emocional, laboral o espiritual. Este enfoque puede estar relacionado con las energías que se sienten durante eventos astronómicos como este, lo que permite a muchos reflexionar sobre su relación con el agua en la Luna y su simbolismo.
¿Qué esperar en los próximos meses?
El calendario lunar de este año sigue ofreciendo fechas relevantes para quienes disfrutan de observar el firmamento. Tras la Luna Rosa de abril, la siguiente cita será el 12 de mayo, cuando tendrá lugar la Luna de las Flores. Esta fase también suele coincidir con plena primavera en el hemisferio norte y marca otro punto de transición energética y estacional. Aquellos interesados pueden consultar más sobre los tipos de lunas que ocurren a lo largo del año.
Otros plenilunios destacados en 2025 incluirán la Luna de Fresa en junio, la Luna del Ciervo en julio, o la Luna del Esturión en agosto. Cada una lleva consigo un simbolismo distintivo y, en algunos casos, coincidencias con lluvias de meteoros, eclipses o conjunciones planetarias. Por ejemplo, el fenómeno de las mareas y su conexión con la Luna es un tema fascinante que muchos observadores del cielo disfrutan estudiar, lo que se puede ampliar en las mareas y la Luna.
Estos eventos celestes no solo son una excelente vía para acercarse a la astronomía, sino también una ocasión para tomar conciencia del paso de las estaciones y el vínculo que aún mantenemos con los ritmos naturales del planeta. La Luna Rosa, sin ser un fenómeno raro, sigue despertando una fascinación colectiva por su belleza visual y su simbología ancestral.