¿Eres de los que disfruta comiendo frutas tropicales? Están deliciosos, ¿verdad? Los mangos, las papayas, los pomelos… y por supuesto los aguacates, cuyo consumo global está aumentando, lo cual es una noticia interesante pero que no es del todo positiva. Y es que, a mayor demanda, los agricultores necesitan más terrenos cultivables y muchas veces eso significa que se deforestan los bosques de un país, con todo lo que eso conlleva.
México es el primer país productor de árboles de aguacate, cuya cosecha representa el 30% de la producción global, y además prácticamente toda se exporta, sobretodo a Japón, Francia, Canadá y Estados Unidos. En España y Holanda también se compran mucho; tanto es así que son los dos países europeos que más importan del exterior.
Si la tendencia no cambia, se estima que el consume aumente más de un 10% en los próximos años, por lo que en México está tratando de adaptarse al crecimiento de la demanda. ¿Cómo lo hacen? Tal y como explican en un vídeo publicado en NowThisNews, los agricultores están deforestando los bosques de pinos para plantar aguacates. Esta es una medida que, irremediablemente, tiene efectos en el medio ambiente.
El descenso de árboles hace que aumente el dióxido de carbono en la atmósfera, lo que agrava el cambio climático todavía más. Además, los aguacates consumen mucha más agua que los bosques de pinos, donde por cierto se refugia la mariposa reina durante el invierno. Si no hay pinares, esta mariposa podría extinguirse.
Entonces, ¿qué hacer? En mi opinión, lo ideal sería encontrar un equilibrio. No podemos continuar así. Cuando vamos a comprar, no sólo compramos, sino que también estamos diciendo que nos interesan unos determinados productos; y si tienen mucha demanda, se producirán a gran escala para que nadie se quede sin él. Y eso puede traer consecuencias muy serias para el planeta.
Los informes son alucinantes,eso me preocupa en extremo,